Pedro Palacios. Director general de la Capital Gastronómica

“En Sanlúcar no solo se come muy bien, sino bien acompañado”

Pedro Palacios.

Pedro Palacios.

Sanlúcar de Barrameda ha sido elegida la undécima Capital Española de Gastronomía. Este proyecto que comenzó en Logroño (2012), y siguió por Burgos (2013), Vitoria (2014), Cáceres (2015), Toledo (2016), Huelva (2017), León (2018), Almería (2019) y Región de Murcia (2020 y 2021), ha llegado de nuevo a Andalucía. El director general de la Capital Gastronómica, Pedro Palacios, un curtido periodista enamorado de la gastronomía, ha mantenido una viva conversación con nosotros en la que ha evidenciado su amor por este municipio gaditano.

Su trayectoria profesional es impresionante. Ha sido redactor y director de grandes cabeceras españolas y está muy relacionado con el mundo de las olimpiadas, ¿cómo le lleva esto a la gastronomía?

–Yo formo parte de una asociación profesional que es la Federación Española de Periodistas y Escritores del Turismo. Una vez que acabé mi periodo “olímpico”, por amistades personales, me relacioné muy íntimamente con la FEPET y comencé a publicar reportajes sobre viajes. Eso me llevó a la gastronomía. Desde la FEPET se nos ocurrió la idea de crear un galardón que cada año reconociera a las ciudades que cada más se hubieran destacado en la promoción de destino gastronómico. Queríamos reconocer a las ciudades que hacen de la gastronomía su atractivo turístico, su razón para ser visitados.

¿Cuántas personas forman parte de la decisión de designar un lugar como Capital Gastronómica?

–Hablo de memoria, pero el jurado está formado por 13 personas. Hay representantes de la administración: el Ministerio de Turismo, la Secretaría de Estado de Turismo, el Ministerio de Agricultura. Después hay asociaciones de carácter profesional como Hostelería de España, Paradores Nacionales, organizaciones de cocineros, e Instituto de Calidad Turística entre otros. Están representados todos los segmentos de la gastronomía, de la cocina y del turismo.

¿Qué criterios se contemplan para designar a una localidad?

–El más importante es reconocer a aquella cuidad que más haya destacado en la promoción de la gastronomía y en la promoción del destino turístico vinculado a la gastronomía. En este sentido Sanlúcar de Barrameda ha sido un ejemplo.

“Hay que venir de fuera para descubrir los tesoros que hay en Andalucía”

¿Existe alguna supervisión, a lo largo del año, en el destino elegido?

–Nosotros tenemos un comité técnico formado por el Ayuntamiento (o las autoridades locales) y por la comisión técnica, que es la que va analizando todos los progresos en los proyectos que se hagan y la que comprueba que la promoción de todo el programa de actividades es la que merece. Lo cierto es que estamos muy encima, pero la confianza en el equipo que está llevando Sanlúcar es plena. Yo estuve en Sanlúcar la semana pasada con reuniones de horas con los técnicos del Ayuntamiento y con la coordinadora del proyecto y estamos muy optimistas y muy esperanzados en que la respuesta de la gente va a ser, por lo menos, tan entusiasta como ha sido la respuesta de los medios de comunicación.

Sanlúcar sería la undécima capital gastronómica desde que comenzara el proyecto, ¿qué ha sido lo que más ha llamado la atención del proyecto de este municipio gaditano?

–Lo primero de todo es que Sanlúcar es un entorno y un destino donde, ya lo sabemos, se come muy bien. Existen unos productos que son santo y seña de una calidad gastronómica, como es el langostino y la manzanilla. Pero no me refiero solo a eso, sino que está la riqueza de sus bares, de sus bodegas, de sus dispensadores de vinos, el ambiente que hay en la calle y, por supuesto, la hospitalidad de los sanluqueños. Indiscutiblemente es importante la calidad del producto. Tienen unos excelentes mariscos, una carne también deliciosa, una cocina tradicional que es de envidia, así como unos platos exquisitos que son la estrella de la cocina.

¿Conoce Sanlúcar? ¿Ha comido allí?

–Sí, sí, por supuesto. La conozco y he comido allí.

¿Cuál es su producto favorito?

–No voy a ser muy original, pero a mí me ponen por delante un plato de langostinos y se me saltan las lágrimas. Soy un gran fan. Si algún día se hace el club de fan del langostino, ahí me tendrán como aspirante a la presidencia.

¿Ha probado sus vinos?

–Sí, sí, evidentemente. La manzanilla sanluqueña es un emblema identitario. Nosotros hemos visto en Sanlúcar unas acciones que nos han impresionado, como es la conservación de las cepas viejas para que esa manzanilla no pierda nada de su sabor centenario.

¿Cuáles son las consecuencias económicas, laborales y sociales que experimentan los municipios elegidos como capital gastronómica?

–Ahora que ya estamos en la undécima ciudad, se puede constatar que todas las ciudades que han ostentado el título de Capital Española de Gastronomía empiezan a ser de alcance nacional. En el caso de Sanlúcar, evidentemente es una ciudad muy vinculada a eventos como el Quinto Centenario de la Vuelta al Mundo o sus anuales carreras de caballos, pero yo creo que el ser capital gastronómica ayudará aún más a poner el nombre de Sanlúcar en el mapa gastronómico español, y eso es muy importante porque, cuando acabe el 2022, la vida segurá, y cuando llegue el 2023, 2024 o 2025, muchos españoles, cuando se pregunten dónde ir de vacaciones, decidan irse a Sanlúcar porque sabrán que allí no solo se come estupendamente, sino que conocerán la excelencia de su servicio y la calidez de su gente.

“El gran secreto de Sanlúcar es la hospitalidad, la simpatía, y el calor que se vive en sus calles ”

Ser capital gastronómica es, en sí mismo, un orgullo. ¿De qué debería sentirse más orgullosa Sanlúcar?

–De su gente. El gran secreto de Sanlúcar es la hospitalidad, la simpatía, la cordialidad y el calor que se vive en sus calles. En muchos sitios se come muy bien, pero en Sanlúcar, además de comer muy bien, se come bien acompañado, y eso es muy importante. Yo vivo en una ciudad que está muy lejos y que no tiene nada en común (o muy pocas cosas en común) con Sanlúcar, pero cuando venimos aquí nos integramos porque el sanluqueño y la sanluqueño nos acogen muy bien, porque quiere tanto a su tierra que quieren lo mejor para ella. Da gusto venir aquí y ser recibido: pasear por sus calles y tomarse la manzanilla. Carlos Herrera decía que, Sanlúcar hacía 30 años que le pellizcó, y es eso justamente, el pellizco que te arrebata.

¿Conoce la provincia de Cádiz?

–Sí, claro. Y no me pregunte qué ciudad me gusta más de Cádiz porque esa pregunta es una trampa -ríe-.

¿Qué destacaría de la gastronomía gaditana?

–La gastronomía gaditana es, en realidad, muy similar a lo que se come en Sanlúcar. Yo creo que no se ha inventado nada más rico que la tortillita de camarones, y nada es equiparable a un buen fino o a una buena manzanilla. Qué decir tiene el atún rojo de almadraba que ahora está tan de moda. Es que me deshago en elogios, se me hace la boca agua. Parece que yo esté pagado, pero nada más lejos de la realidad. Hay que venir de fuera para descubrir los tesoros que hay en Andalucía.

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