Crítica

'Cendrillon', la sencillez hecha excelencia

Un momento de la opereta que llegó al Falla dentro del Festival de Música Española, una versión del tradicional 'Cenicienta'.

Un momento de la opereta que llegó al Falla dentro del Festival de Música Española, una versión del tradicional 'Cenicienta'. / jesús marín

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Opereta de salón en tres cuadros de Pauline Villardot Sachica Ito, Susana Casas, Alain Damas, David Lagares, Malgorzata Kubala, Carolina Gilabert, Francisco García Bravo. Dir. Escena: Javier Andrade Cordoba. Asesor artístico: Andrés Moreno Mengíbar. Dir. Musical y Piano: Francisco Manuel Soriano. Gran Teatro Falla.18.11.2016. Aforo: Más de 3/4

Nada más ver la programación general del XIV Festival de Música Española de Cádiz 2016, fue inevitable que mi atención se dirigiera al hueco reservado en el Teatro Falla para el viernes 18, por varias razones: la primera, que lo programado es una representación lírica completa; la segunda, que se trata de una opereta de salón (género poco frecuente en los circuitos líricos) y la tercera que su autora es mujer y de origen español: Pauline Viardot, una gran olvidada de nuestros escenarios, que durante el siglo XVIII brilló con luz propia como cantante lírica y compositora. Pero para más referencias, si la quieren ustedes localizar aún mejor, decir que fue hija del tenor Manuel García, sevillano y favorito de Rossini y que además, Pauline Viardot compartió la fama con su hermana, nada menos que la famosísima María Malibrán. A pesar de todo ello, y de sus excelentes relaciones con Chopin y otros compositores como Berlioz, Gounod, Sain-Saëns, etc., como reza en las notas del estupendo programa-libreto redactado para la ocasión por nuestro compañero crítico musical, Andrés Moreno Mengíbar (que por cierto es el alma mater impulsor de esta producción), Pauline Viardot sigue siendo una desconocida del público y los circuitos españoles.

La idea, y la materialización de recuperar obras como esta de Viardot (Pauline García, en realidad), coadyuva a que este festival de música española se aproxime a su propia identidad, lo cual siempre redunda en su valoración al alza. En este caso, la unión de una buena labor de investigación, la elección de una excelente obra y muchas ganas de hacer bien las cosas por parte de un elenco joven, y entusiasta, respaldados por una acertada producción, han dado una recompensa que a buen seguro beneficiará al festival.

Dicho esto, Cendrillon (Cenicienta) es una deliciosa opereta de salón escrita originariamente en francés. Para esta producción, se han respetado los textos cantados, en su idioma original, y se han traducido al español los textos hablados. El resultado es muy bueno. En los laterales del teatro, dos pantallas traducían el texto de las arias y canciones al español. La obra cuenta con un piano como instrumento musical único (más algo de percusión, esporádicamente), pero la sencillez y claridad con la que está compuesta, consiguen que en ningún momento se eche de menos otra instrumentación más compleja. Todo lo contario. Eso sí, el reto para el pianista es importante: una gran parte de la dinámica de la obra está en sus manos. Y esto lo resolvió Francisco Manuel Soriano excelentemente, con la ayuda del Steinway & sons gran cola, integrado en el escenario como si de un actor principal más de la obra se tratara. La obra de Viardot tiene la particularidad de que permite que el segundo cuadro no sea siempre igual, en cuanto a las canciones que los cantantes pueden interpretar en el baile. En esta producción, interpretan tres mazurcas de Chopin adaptadas para canto por Pauline Viardot. Muy bien.

Cendrillon, narra una particular versión de la conocida Cenicienta, con unos textos ágiles que rápidamente enganchan al espectador. El argumento cambia a la madrastra por un padre fatuo e injusto, y el hada madrina se queda solo en madrina invitada al baile. Por lo demás la obra es igual a Cenicienta. Sachika Ito, soprano que encarnó el papel de Cendrillon no es la primera vez que acude al festival de Música Española de Cádiz, ni tampoco la primera vez que canta con el acompañamiento de Francisco Soriano. Lo de Ika es meritorio. Siendo japonesa, se desenvuelve en francés con una correctísima dicción, y es capaz de hacer los diálogos en perfecto español, el resto de la obra. Tiene una voz cálida que se adapta muy bien al personaje de Cendrillon.

La madrina de Cendrillon (La Fée) es interpretada por la soprano sevillana Susana Casas, ganadora del segundo premio Nuevas voces Ciudad de Sevilla en 2010. Actuó con gran soltura en el papel de La Fée. Su voz de soprano ligera engarza perfectamente con el personaje. Muy bien.

La obra fue el debut de un joven tenor (20 años), Francisco Gracia, cordobés, que tuvo una interesante actuación en el papel del príncipe, y que supo encandilar en el delicioso dúo de la escena IV del segundo cuadro, junto a una estupenda Sachika Ito. La obra tiene escenas muy bien resueltas donde se explicitan los caracteres de las hermanas de cendrillon, Magelone y Armeilnde, interpretadas por Malgoratza Kubala y Carolina Gilabert respectivamente, que resolvieron con gracia y buen hacer los papeles de las malas del cuento. En la parte masculina, destacar sobre todo la interpretación del tenor venezolano Alain Damas, en el papel del conde Barigoule, transmitiendo seguridad y una excelente capacidad dramática. Muy bueno el dúo del comienzo del tercer cuadro, junto al otro personaje masculino, el barítono onubense David Lagares en el papel del barón Pictordu. Destacar también la escenografía, responsabilidad del colombiano Javier Andrade Córdova, sencilla e Imaginativa, tanto en vestuario como en los paneles impresos.

Una obra exquisita, con música de corte italiano clásico, con piezas de Chopin, humor hispano-francés, puesta en escena con cariño y entusiasmo, y haciendo festival y afición al género. ¿Qué más se puede pedir?

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