Cultura

Arquitectos gaditanos y habaneros estrechan vínculos en un Congreso

  • Cuba acoge a partir del lunes el Primer Congreso Hispano Cubano de Urbanismo

Hace escasas semanas finalizaba en la capital gaditana el ciclo monográfico Cuba, dedicado al estudio del planeamiento urbano y arquitectónico de la mayor de las Islas Antillanas.

En los dos meses que duró esta iniciativa de carácter formativo, la sede colegial gaditana contó con la presencia de arquitectos cubanos de la talla de Mario Coyula, Prat y Puig y Joaquín Weiss, que analizaron las estructuras edilicias de La Habana, destacando la presencia de elementos constructivos de las casas palaciegas de Cádiz y Jerez en la arquitectura cubana.

Ahora le toca el turno a los profesionales españoles, que han partido rumbo a La Habana para participar en el Primer Congreso Hispano Cubano de Arquitectura y Urbanismo.

Este evento nació como fruto de un convenio firmado entre el Colegio de Arquitectos de Cádiz y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, con la colaboración de la Embajada de España en Cuba, la Consejería de Obras Públicas y la Diputación Provincial de Cádiz.

Según ha manifestado el arquitecto Fernando Visedo, que participará en el encuentro, el programa incluye un taller que comienzan hoy en La Habana. La Bahía y su entorno construido serán el eje central de este curso que imparte Mario Coyula, acompañado por cuatro arquitectos: Manolo González Fustegueras, José Antonio Choy, Roberto Gottardi y Javier Frechilla.

Cuatro días después se inaugurará el Congreso, que contará con una proporción prácticamente simétrica de conferenciantes españoles y cubanos.

A lo largo de los tres días que dura este simposio, los arquitectos Julio Malo, Francisco Gómez, Felicia Chateloin, Carlos Sambricio, José Mellado, Daniel Taboada y Víctor Pérez Escolano, entre otros, tratarán de superar algunos de los tópicos que ocultan la riqueza de la arquitectura cubana y analizarán los lazos históricos que unen el desarrollo urbanístico de Cádiz con La Habana.

Cabe recordar que tras la independencia de Cuba, a finales del siglo XIX, La Habana comenzó a demandar un modelo residencial que dio lugar a un nuevo modelo de ciudad que une las vanguardias europeas con la tradición americana, como se refleja en los barrios de El Vedado o Miramar.

El Congreso se completa con tres exposiciones: la primera dedicada a la arquitectura gaditana, la segunda a la rehabilitación de la Habana Vieja y una tercera que traza las similitudes entre los malecones de la capital gaditana y la cubana.

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