La fiesta de los patios ha vuelto a protagonizar un fin de semana en El Puerto, que con la llegada de la primavera muestra algunos de sus encantos ocultos a los visitantes.

La cita, que el próximo año cumplirá las bodas de plata desde su creación, ha evolucionado en los últimos años y si en sus orígenes se mostraban sobre todo patios vecinales del Barrio Alto, en una propuesta mucho más popular, de un tiempo a esta parte ha incorporado nuevos enclaves que dan a conocer tesoros ocultos a los ojos durante el resto del año, con propietarios que muestran la rehabilitación de fincas recuperadas en el casco histórico portuense. Esa curiosidad por descubrir un patrimonio normalmente oculto a los ojos es lo que atrae, precisamente, a muchos de los visitantes que este fin de semana han paseado por los patios, auténticos oasis dentro del casco urbano.

Muchas de las fincas que se habían sumado a la cita en ediciones recientes han repetido, y también se han sumado algunas nuevas como por ejemplo la conocida como Casa del Reloj, en la calle Cruces, restaurada el pasado año 2022. Muy buena aceptación han tenido también otros patios nuevos en la ruta, como la casa rehabilitada en la calle Nevería, frente al edificio de Bienestar Social, o el patio del Agua, en el número 27 de la calle Federico Rubio, algunos de ellos dignos de protagonizar la portada de una revista de decoración.

Otro de los patios participantes en la ruta.

También se incluyen visitas a algunos patios industriales como e del pub Milawukee, así como patios de edificios públicos como el del instituto Santo Domingo y de empresas como el de las bodegas Osborne u hoteles como el Duques de Medinaceli.

Un clásico es ya la participación de las destilerías de cacao Pico, en la calle Cielo, cuya visita merece la pena no solo por la finca propiamente dicha, sino también porque se muestra el método tradicional de elaborar el cacao a través de los centenarios alambiques de los que dispone la destilería, ubicada en pleno centro de El Puerto.

En cada patio los voluntarios de la asociación de amigos de los patios, con el título de embajadores, atienden al público y despejan dudas, aunque también en las fincas particulares los propietarios suelen atender gustosamente las curiosidades planteadas por los visitantes.

Un rincón del llamado Patio del Agua, en Federico Rubio.

Ya en la mañana del viernes varios grupos de personas recorrían los patios desde las once de la mañana, llamando especialmente la atención una asociación de mujeres que llegaba desde la localidad sevillana de Utrera y llenaba de inmediato cada patio.

Este año además la cita ha contado con un aliciente añadido, de la mano de una ruta de guisos tradicionales que ha puesto en marcha la asociación de hosteleros del centro, en colaboración con el Ayuntamiento.

Un total de 42 establecimientos se han sumado a esta propuesta en la que cada local ha propuesto un plato diferente, todos ellos como guiño a la cocina de los patios pero también con algunas innovaciones, con propuestas como los garbanzos con bacalao y langostinos de La Micaela, las habas con chocos de La Herrería o las berzas con coles de la Bodeguilla del Bar Jamón, junto a otros platos tan típicos como las papas con alcauciles de Puerto Escondido, los huevos de fraile de Toro Tapas o los fideos con chocos de casa Ceballos, con postres como el helado de tortas de aceite de Da Massimo.

Los integrantes del jurado calificador de los patios participantes este año en la fiesta han sido Javier Delgado, María Jesús Vega, Manuel Lucas, Nerea Mendicutti, Desirée González y Luisa Navarro. El cartel ha estado a cargo del pintor portuense Adrián Ferreras y la encargada de exaltar la fiesta en esta edición fue la periodista Soledad Duro.