Desde hace ya algunos meses quien haya pasado por la Ribera del Río, a la altura de los soportales cercanos a la Plaza de la Herrería, se habrá encontrado con una persona que está instalada en la calle, a la intemperie, con varias de sus pertenencias junto a uno de los locales cerrados de la zona.
Son muchos los que se preguntan cómo es posible que una persona pueda vivir en la calle, a la vista de todo el que pasa, sin que nadie haga nada por evitar esta situación.
Allí se acumulan edredones, ropa, comida, cajas e incluso basuras, mientras que la gente pasa sin saber muy bien qué hacer.
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