JAVIER de Torrezno, Sherlok Torpe como nombre clave en la operación "Cogeloahí", está en la esquina de la calle Ancha, junto a tres de sus hombres de máxima confianza y Pepe Blas Fernández, que forma parte del operativo por si hay que querellarse con alguien. La operación la siguen desde Sevilla en máxima alerta Antoñito, el niño de los Gaseros, como se le conoce a Antonio Sanz y el propio ministro del Interior del Convento, el beato Fernández Díaz, que se ha tenido que ausentar de la escucha porque es la hora del Angelus y se lo está anunciando María.

Los cinco van de paisano para no levantar sospechas, aunque viéndolos, con los walki tolki y una antena como las del Teletaxi que les sobresale por el traje de chaqueta, lo que levantaban más bien era un gran cachondeo.

Están allí porque han recibido un soplo de que Rodríguez de Gastro ha sido visto comprando jamón yó en la mantequería que hay en la esquina de José del Toro con Barrié. "La pista es buena. La pista es buena. Cambio… porque al prófugo, la manteca le gustaba una jartá".

El comentario es del teniente Aristegui, comandante en jefe de los servicios de inteligencia de Torrezno. Aristegui tiene el sobrenombre de "Paco el listo" y fue el que dio la pista en el famoso caso de Sherishev, por lo que están a punto de concederle la gran cruz en amarillo.

Aristegui preguntó a Sherlok Torpe por la estrategia a seguir. Torpe tuvo uno de esos momentos brillantes que le caracterizan. "Si sale cara bajamos por Novena hacia el Palillero, como si fuera el Caminito marcha atrá y si sales cruz bajamos por José del Toro. Salió Cruz y Torrezno impartió órdenes: "Aristegui dígale al cabo Morales que se camufle detrás de los croasan que venden los de Pancracio. Nosotros avanzaremos pegaíto a la paré".

En 5,3 segundos la unidad estaba a la altura de los quesos payoyos que tiene la mantequería puestos en el escaparate. Rodríguez de Gastro salía en ese momento comiéndose unas patatitas del Cortijo del Olivar que se le habían antojao (de las de sabor a a ajo). ¡Alto ahí, Alto ahí! gritó Torrezno con una voz con una virilidad solo a la altura de hombres como el torero Fran Rivera.

Rodríguez de Gastro se paró. Sonrió y en una habilidosa operación de despiste tiró el paquete de papas contra los agentes que se vieron rodeados de una nube de papas fritas. Manolo el de los tirantes aprovechó para salir corriendo. Los agentes miraron a Torrezno. Este controló de inmediato la situación: "Corré, corré, corré ustedes que yo no me traío los tenis".

Rodríguez de Gastro se plantó con rapidez a la altura de la tienda del Millonario. Los policías corrían tras él. El pánico cundía entre el pueblo llano que a esas horas hacía sus compras en los comercios. Un helicóptero sobrevolaba la zona. Una corbeta de la Armada aparcaba en la fuente que hay en la plaza de las Flores y la Guardia Civil tomaba posiciones junto al puesto de Pecino. El prófugo se perdió a lo lejos, pero los agentes, en la esquina del antiguo teatro Andalucía, encontraron una prueba de que había pasado por allí… el paquete del jamón yó. El tenente Aristegui, para asegurarse de que la prueba era correcta, con gran profesionalidad cogió el paquete, sacó una loncha, se la metió en la boca y dijo… "la pista es definitiva. Este jamón yó está cortao de hoy".

¿Han visto ustedes pasar por aquí a un tío con tirantes? preguntaban los agentes. Ahí está, ahí está , detrás detrás del pez espada del puesto de Coucheiro gritó una señora de un abrigo de pieles. "Cogé al co-mu-nis-ta" dijo la señora

El prófugo volvió a salir corriendo con la cabeza del pez espada puesta y oliendo a pescao… con lo que le ha gustao a él siempre, el Varon Dandy. Aristegui interrogó a un grupo de peras de agua que había visto la escena, pero ni la pericia de Paco El Listo hizo que dieran alguna pista y eso que las amenazó con pelarlas allí mismo.

Manolo el de los tirantes fue visto por última vez subiendo la cuesta de Garaicoechea con la cabeza de pez espada puesta… Nunca más se supo de él. Dicen que vive camuflado entre los bloques del Campo del Sur y Torrezno ha dicho: "Los levantaré uno a uno si hace falta"... po empieza.