Cádiz

El movimiento vecinal de Cádiz no ha dejado de trabajar durante el estado de alarma

  • Las entidades tuvieron que cerrar sus sedes pero han seguido atendiendo las necesidades de los ciudadanos

  • Las AVV esperan que el Ayuntamiento les marque las pautas para una apertura segura

Reparto de alimentos en una asociación.

Reparto de alimentos en una asociación. / Julio González

Las asociaciones de vecinos de la ciudad han seguido realizando su labor durante el estado de alarma decretado por el Gobierno central por la pandemia de coronavirus. A pesar de haber tenido que cerrar sus puertas, no han dejado de atender las necesidades de los ciudadanos y han mantenido un contacto permanente con el Ayuntamiento, al que le han trasladado cualquier incidencia que ha surgido en sus barrios. Ahora, todas están expectantes a las normas de la "nueva normalidad" para ver cómo pueden retomar su actividad en condiciones de seguridad.

Francisco Gómez, portavoz de la Federación 5 de Abril–Vecinos de Cádiz y de la asociación de vecinos Cádiz Centro, afirma que las AAVV mantendrán una reunión esta semana con el concejal de Participación Ciudadana, Paco Cano, y esperan que él "nos marque las directrices para poder abrir las sedes en condiciones de seguridad, y que nos indique, por ejemplo, el aforo que deben tener las actividades y si hay que hacer una limpieza especial o desinfectar los locales antes de abrir".

Francisco Gómez comenta que durante el confinamiento, la mayoría de las entidades han repartido alimentos a las familias más necesitadas y todas han estado a disposición de los ciudadanos a través del teléfono (algunas han puesto en la puerta los números de la junta directiva para que se pongan en contacto con alguno de sus miembros ante un caso urgente) o de forma personal, ya que, como dice Gómez, "en los barrios nos conocemos todos". También han estado en contacto con el Ayuntamiento y han tenido videoconferencias con algunos concejales, como el de Urbanismo y las de Vivienda y Asuntos Sociales.

La AVV Las Tres Torres de Santa María es una de las que ha estado repartiendo alimentos entre los vecinos del barrio y de otros puntos de la ciudad. "Hemos repartido alimentos todos estos meses porque hay mucha necesidad y no hay más remedio que hacerlo", afirma el presidente de la entidad, José Rodríguez, quien asegura que han podido realizar esta labor gracias a aportaciones de empresas y particulares. Asimismo, han entregado 200 mascarillas y guantes a personas del barrio.

En cuanto a las actividades, esta asociación ha mantenido alguna a través de videoconferencias, como el curso de memoria, y a principios de junio retomó la actividad de zumba al aire libre, en concreto en el espacio Entre Catedrales.

Bahía Gaditana (en la barriada de La Paz), Cortadura, Gades–La Viña y Manuel de Falla (en La Laguna) son otras de las asociaciones de vecinos que han repartido alimentos entre las familias necesitadas de estos barrios. En todas ellas aseguran que para el reparto, han mantenido las medidas de seguridad indicadas por las autoridades sanitarias para evitar el contagio del coronavirus.

En el caso de la AVV de La Viña, miembros de la junta directiva incluso se han trasladado hasta los domicilios de personas mayores, enfermas o con problemas de movilidad que no podían salir de sus casas para llevarles alimentos y ayudarles en las necesidades que tuvieran, según explica la presidenta, Catalina Cárdenas. La AVV Cortadura también ha realizado labores de acompañamiento a vecinos que lo necesitaban. "El movimiento vecinal ha estado trabajando mucho y muy duro todo este tiempo. Y lo que nos queda, porque se han perdido y se van a perder muchos puestos de trabajo", sentencia Juana Cortés, presidenta de la AVV Cortadura.

Desde la AVV Bahía Gaditana sienten que, al encontrarse su sede en un primer piso, han tenido problemas con los vecinos del bloque a la hora de repartir alimentos a las familias necesitadas. Su presidenta, Manuela Molina, sostiene que en todo momento han seguido las medidas de seguridad y atendían a las familias con cita previa para que no se formaran aglomeraciones, "pero solo pudimos repartir el primer lote que nos trajo Cruz Roja por los problemas que tuvimos con los vecinos", lamenta.

Molina aprovecha para recordar la pésima situación en la que se encuentran algunas de las calles de la barriada de La Paz, con aceras inaccesibles por su altura y el suelo levantado por las raíces de los árboles. También llama la atención sobre el hecho de que este año no se han podado los árboles y las ramas entran por las ventanas de las viviendas. "Si no podan, los vecinos van a tener que mantener cerradas las ventanas todo el verano para que no entren las cucarachas", sentencia. Manuela Molina indica que han informado al Ayuntamiento de esta situación, pero hasta ahora no han obtenido respuesta. Dice que sólo han actuado en un extremo de la barriada, "pero en las zonas más antiguas, que son las que están en peor estado, no hacen nada". Tiene la esperanza de que "cuando acabe esta situación, el Ayuntamiento arregle todo lo que está pendiente".

Actividades culturales a través de las redes

En Segunda Aguada, también han estado muy pendientes del mantenimiento urbano y se han preocupado de mantener cierta actividad cultural a través de las redes sociales. Así, el presidente de la entidad, Antonio Peinado, recuerda que durante el confinamiento han celebrado el Día del Libro con la participación de numerosos ciudadanos, y han publicado una serie de vídeos históricos. También han realizado una campaña de apoyo al comercio del barrio, han tenido videoconferencias con el Ayuntamiento sobre las terrazas de los establecimientos hosteleros y el lunes 22 de junio está previsto que se celebre la primera reunión de la junta directiva tras el confinamiento para tratar, entre otros temas, la fecha de la próxima asamblea general ordinaria y extraordinaria.

Por su parte, la junta directiva de la AVV de La Laguna ya ha tenido alguna reunión telemática en la que se han tomado varias decisiones. Su secretario, Jesús Manuel López Capell, afirma que han mantenido una comunicación constante con el Ayuntamiento para plantearle las necesidades del barrio. Asegura que la administración local "ha trabajado muy bien telemáticamente la atención".

La mayoría de las AVV esperan abrir sus puertas en el mes de septiembre y poder volver de nuevo a la normalidad, aunque todo dependerá de las indicaciones que reciban del Ayuntamiento.

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