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Una ciudad refugio sin refugiados

  • Pertenecer a la Red de Municipios de Acogida de Refugiados no facilita la llegada de personas a la ciudad que el martes celebra el Día del Refugiado con una manifestación

El drama de los refugiados ha pasado a ser ya mar de fondo. Un imagen borrosa que nada tiene que ver con la urgencia que despertaba en el mundo entero la situación en los campamentos de Indomeni o Moria en el último trimestre de 2015. Cuando la foto desapareció, la tragedia se esfumó. La instantánea que ahora se presenta, la de los refugiados llegando en embarcaciones vergonzosas a la costa de Italia, le suena demasiado a la sociedad civil española, ni que digamos a la gaditana, que ya se olvidó de contar los muertos en el Estrecho. El drama de los refugiados es mar de fondo. También en Cádiz, una ciudad adscrita a la Red de Municipios de Acogida de Refugiados, pero sin apenas refugiados (ni un organismo es capaz de dar el número de las personas que viven en la ciudad con dicho status) y maniatada ante el deseo de aquellas instituciones y personas que quieren cumplir el compromiso de acogida al que el Gobierno central llegó con la Unión Europea. Un compromiso del que sólo se ha cumplido un 7% a menos de 100 días de sellarse.

Refugiados: reubicados, reasentados

Cuando hablamos de refugiados en España nos encontramos con personas en, principalmente, tres circunstancias diferentes, tal y como explican los abogados Diego Boza, de la APDHA, y Adrián Pérez, de Cruz Roja.

Los reasentados, que son los solicitantes de asilo que vienen de fuera de la Unión Europea (campamentos de Jordania, Indomeni...), suponen ahora mismo una cifra "muy pequeña".

También están los refugiados que llegan directamente a España a través de Ceuta y Melilla. En este grupo se encuentran personas que vienen de Siria huyendo de la guerra ("cada vez menos porque, al ser en buena parte familias, evitan las zonas de conflictos, como las que se presentan en el norte de África", dice Boza) y también las personas que salen de Ucrania donde, "a veces se nos olvida", hay un conflicto bélico y "un proceso de leva militar obligatoria". Pérez , por su parte, también recuerda que a la provincia de Cádiz, además de sirios y ucranianos, llegan a través de Ceuta y Melila solicitantes de protección internacional procedentes de Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, El Congo o Nigeria. "La cifra sí experimentó un cambio importante en 2015 con la guerra de Siria, claro, aunque el número de sirios que venían a través de Ceuta y Melilla es bastante menor con respecto a la reubicación", coincide con Boza.

Y llegamos a los reubicados. Reubicación es el término correcto para hablar de las 17.600 personas a las que se comprometió el Gobierno a acoger en España en septiembre de 2015 y del que sólo ha cumplido el 7%. A la reubicación aspiran aquellos refugiados que entraron en Europa -Italia, Grecia, Hungría y en menor medida España- y con los que hay un acuerdo para llevarlos a otro país. Actualmente, sobre todo, estas personas están en Grecia y en Italia.

"Con los reubicados es con los que se está incumpliendo de forma totalmente descarada los compromisos", recuerda Boza.

Obstáculos

El principal obstáculo que se encuentran ciudades que, como en Cádiz, se ha expresado la voluntad municipal de ser una ciudad refugio, es el incumplimiento por parte del Gobierno Central con la Unión Europea del compromiso de reubicación de los refugiados. "Los motivos que argumentan, sobre todo, son dos: que hay refugiados que no quieren venir a España, y que España tiene que establecer y reforzar ante esta llegada de refugiados un sistema de seguridad", apunta el activista de la delegación gaditana de la APDHA que desmonta ambas razones. "En cuanto a la seguridad, se está instrumentalizando en el sentido de que los atentados terroristas se están intentando relacionar con estos refugiados cuando en ningún caso, ni en los últimos meses ni en los de los últimos años, hay refugiados implicados en ellos; y, con respecto al interés por venir a España, te puedo asegurar que tanto en organizaciones de Cádiz capital como en otras de la provincia, como Puerto Real Solidaria, se han identificado a personas concretas, familias de refugiados, que quieren venir a España y se han hecho los contactos y, a pesar de que esto significaría cumplir con el compromiso europeo, se les están poniendo dificultades".

Por lo tanto, "lo que hay en realidad detrás de esto es una falta de voluntad por parte del Gobierno", resuelve Boza que recuerda que "para acoger a las personas que ahora mismo están en Grecia e Italia -reubicaciones- necesitamos que el Estado español lo autorice y, por tanto, como falta ese trámite no podemos acoger".

El tibio papel de los ayuntamientos

El Ayuntamiento de Cádiz es uno de los organismos adscritos a la Red de Municipio de Acogida de Refugiados, una herramienta creada para facilitar a los recién llegados una vida digna más allá de la primera emergencia de acogida y que trabaja para garantizar la incorporación e integración de estas personas en las ciudades atendiendo a sus necesidades vitales, individuales y familiares.

Sobre el papel, la Red, que desarrolla su labor en coordinación con el Gobierno de España, la comunidad autónoma y el tercer sector especializado, parece una herramienta útil. En la práctica, no ha podido terminar de demostrar su validez en una ciudad a la que no han llegado ninguno de los reubicados sirios de Grecia o Italia (la provincia sí acogió el pasado año a 6 de los 31 refugiados que recibió España).

"Al Ayuntamiento le exigimos algo más concreto que un compromiso, digamos, teórico. Queremos que lo materialicen". La materialización de la que habla Boza y que se pide desde la APDHA es una especie de conteo de recursos reales para que el Ayuntamiento pueda pedir al Gobierno con toda seguridad un número de refugiados que verdaderamente pueda acoger.

"Sería contabilizar los recursos que podemos ofrecer a los refugiados: pues en Cádiz tenemos tantas viviendas, bien del Ayuntamiento o de particulares que ponen a disposición, tantas plazas en la Universidad de tales carreras, contamos con tantos profesores que se ofrecen a dar clases de español... De esta forma -explica Boza- además de la utilidad práctica de esta bolsa de recursos, con la que podríamos decir, pues Cádiz tiene recursos para acoger a tres a seis o a dos familias, también podemos visualizar que nosotros estamos preparados para acoger y, así, tratar de torcer el brazo al Gobierno, porque es lo único que nos queda ante su nula voluntad política".

Hay que recordar que cumplir con el compromiso de reubicación de estas 17.600 personas por parte de España supone unas cifras "ridículas" por localidad. "España tiene 52 provincias, así que que estamos hablando de poco más de 300 personas por provincia, y, aunque las provincias y sus municipios no son iguales ni en tamaños ni en recursos, en una torpe cuenta entre los 8.000 municipios tocaría acoger a 2 personas por municipios. ¿No tenemos capacidad para eso?", se pregunta el abogado.

La ley como impedimento

"Este Ayuntamiento se ha mostrato desde el principio solidario con el drama que viven los refugiados, de hecho, no dudamos ni un segundo en participar en la red de ciudades amiga de los refugiados y ponernos a disposición del Gobierno Central para que contaran con nosotros", explican desde el Consistorio gaditano que se lamentan de que su disposición "haya chocado de frente con la Ley 12/2009 de Asilo" puesto que "el Gobierno Central no ha promovido su desarrollo y, por tanto, no recoge ningún tipo de protocolo o actuación para poder recibir a los refugiados".

"Sin normas y sin reglamentos no podemos actuar lo que limita toda capacidad de actuación de las administraciones que, como la de Cádiz, quieren colaborar", defienden desde el Consistorio donde se articula todas estas cuestiones a través del Consejo Local de Cooperación, con las asociaciones CEAR, ACCEM y Cruz Roja .

De hecho, a principios de este mes, la delegación de Asuntos Sociales informó que dicho Consejo había acordado solicitar a la Defensora del Pueblo Estatal, Soledad Becerril, el desarrollo de la ley 12/2009 para que sea dotada de un protocolo de actuación. Sin embargo, esta solicitud no se ha producido todavía porque "se está trabajando en la redacción final del documento a la par que se está buscando apoyos entre otras instituciones, pero se espera que en breve se pueda elevar la petición", explicaban esta misma semana fuentes municipales.

Trámites para solicitar la protección

Tanto Adrián Pérez (Cruz Roja) como Diego Boza (APDHA) nos explican los trámites que una persona debe hacer para solicitar el asilo en España según su experiencia con refugiados en la provincia de Cádiz.

Se recomienda solicitar la protección internacional (asilo o protección subsidiaria) en cuanto se llegue al país porque esta circunstancia podría jugar a su favor a la hora de la resolución positiva.

La solicitud se debe hacer en una Comisaría de Policía aunque también es posible en las embajadas y en las oficinas de asilo que el Gobierno ha situado en la frontera con Ceuta y Melilla. También, en el centro de acogida de Cruz Roja de Algeciras se hace una labor de detección de los casos, entrevistas y una valoración inicial tras la cual se ocupa el abogado (Pérez) del caso y acompaña a la comisaría a la persona a hacer la solicitud.

Boza también recomienda que la persona eleve su solicitud a la comisaría acompañada de un abogado. Allí se realizará una valoración superficial que se conoce como admisión a trámite. Entonces será el Ministerio de Interior el que analice si por los elementos y por las circunstancias del país del que viene si se acepta a trámite (esta valoración tarda de 48 a 72 horas).

Si es así, el solicitante de asilo recibe una cartulina roja que le permite vivir y trabajar y moverse libremente por el país. Esta tarjeta tiene que ser renovada cada 6 meses hasta que se emita una resolución final. Durante ese plazo (que suele tardar un año y medio o dos años) en Interior se estudian los dos supuestos de la protección internacional: si esa persona concretamente corre riesgo (entonces se le daría el asilo) o si corre riesgo en el marco de la situación de su país (protección subsidiaria). Por poner dos ejemplos clarificadores, el asilo debería perdirlo un activista gay de Rusia y la protección subsidiaria un sirio que viene huyendo del conflicto.

Si la resolución es favorable, se le concede el permiso de residencia y trabajo durante 5 años renovable indefinidamente. Si se deniega, la persona se queda en situación de riesgo y con una orden de expulsión. Podrá recurrir la resolución ante el Ministerio del Interior y, por vía judicial, ante el Tribunal Superior de Justicia en Madrid.

Toda vez conseguido el reconocimiento como refugiado también se pueden dar dos circunstancias, que la personas ya haya resuelto su vida en el país de acogida, o no. Si no es así, organizaciones como Cruz Roja o ACCEM cuentan con programas específicos de atención social y de empleo. En Cruz Roja, por ejemplo el programa es de 18 meses prorrogables hasta 24 meses y cuenta con tres fases: acogida, integración y autonomía. Eso sí, en Cádiz Cruz Roja, ni ninguna otra organización, tiene centros de este tipo y, así que deriva a las personas a otros centros de Andalucía. Los pisos tutelados o centros más cercanos para refugiados están en Jerez y son de ACCEM.

Queremos acoger ya

Bajo el lema Queremos acoger ya, y para sacar a los refugiados de ese mar de fondo, de ese plano secundario al que han sido desplazados, sobre todo, desde el acuerdo de la UE con Turquía y fel desmantelamiento de algunos de los más impactantes campamentos de refugiados, la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía ha convocado para este martes 20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas, una manifestación solidaria que partirá de la plaza de San Juan de Dios a las siete y media de la tarde. También existe un llamamiento que admite adhesiones en la dirección www.queremosacogeryacadiz.wordpress.com

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