Los problemas del MIR: de la nota de corte a la proliferación de facultades
Un estudio de Sespas avisa del "agotamiento" del sistema
Los investigadores apuntan al método de acceso y al incremento de plazas privadas entre los problemas de la formación
Uno de cada cuatro médicos españoles tiene desgaste profesional o 'burnout'
¿Cuánto cobra un médico residente en Andalucía?
La falta de médicos, principalmente en especialidades como la medicina comunitaria, los médicos de familia, se ha convertido en un problema endémico en los países occidentales. También sucede en España, también en Andalucía, donde la escasez del facultativos se convierte en un arma arrojadiza de carácter político cuando la situación lo requiere.
Las causas son varias y rastreándolas están los investigadores. Entre los problemas de la formación de médicos en España, los estudios encuentran la existencia de un sistema de acceso que prima la nota de corte sobre la vocación, el "sorprendente incremento" de facultades, sobre todo en universidades privadas, que plantean dilemas éticos, de equidad y de calidad, o un modelo de médicos internos residentes (MIR) que da señales de "agotamiento".
Es lo que plantea la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) en el segundo bloque de su informe bienal que publicado este lunes y en el que reflexiona sobre la necesidad de reformar desde las pruebas de acceso a la Facultad de Medicina hasta la formación continua, pasando por el sistema MIR.
Según expone en el artículo Recursos humanos del SNS. Formación, uno de los principales problemas es el sistema de acceso a los estudios de Medicina: "Es preciso ir más allá de la simple nota de corte actual, obtenida en gran medida a partir de las calificaciones alcanzadas en la enseñanza secundaria, para primar el perfil humano y vocacional orientado al ejercicio profesional", subraya.
Medicina es uno de los grados universitarios con la nota de corte más alta, pero "no se tiene por qué ser un buen profesional, aunque hayan obtenido buenas notas en la EBAU", la antigua prueba de selectividad
A ello se une "el sorprendente incremento del número de facultades de medicina", sobre todo privadas, que "va a requerir un adecuado control de calidad que, además, viene condicionado por requerimientos internacionales".
El 22% de las plazas son de universidades privadas
En la actualidad, en España inician el Grado de Medicina 16 estudiantes por cada 100.000 habitantes (cuando la OMS recomienda 10), si bien existe "una gran desproporción entre comunidades", con tasas que van del 4,9 en Baleares al 41,3 en Navarra.
Hasta el curso 2006-2007, la oferta global para estudiar Medicina se mantenía constante en torno a 4.350 plazas al año, de las que casi un 95% correspondían a universidades públicas. Sin embargo, a partir de 2010-2011, el porcentaje de estudiantes de universidades privadas aumenta "vertiginosamente" hasta alcanzar el 22% de la oferta global, que ascendió a 7.569 plazas en el curso 2022-2023.
"El confuso mensaje de algunos responsables políticos y asociaciones profesionales acerca de la imperiosa necesidad de médicos ha incrementado notablemente la demanda para cursar medicina; en este escenario distintos grupos empresariales, fundaciones e instituciones religiosas han promovido la creación de universidades privadas", observan los autores del estudio.
España, el tercer país con más facultades de Medicina
Dicha proliferación, que sitúan a España como el tercer país con más facultades de Medicina del mundo, suscita una consideración "moral": los centros privados abren la posibilidad de cursar los estudios (que en algunos casos superan los 20.000 euros por curso) aunque la nota obtenida en la EBAU no alcance los puntos de corte requeridos para acceder a la pública, lo cual ya compromete la equidad.
La otra consideración que hace el estudio es sobre la calidad formativa, es decir, "los recursos materiales y humanos con que cuentan estos centros para garantizar una adecuada formación de nuestros futuros médicos".
Un "agotamiento" del sistema
Por otra parte, los investigadores consideran que la medicina actual exige que se preste más atención a las llamadas competencias transversales o genéricas, tanto en el grado como en la formación especializada.
Así, plantean que el sistema de formación de especialistas en España, que "ha dado tan buenos resultados que casi nadie se atreve a criticarlo", está dando señales de "agotamiento".
"El fallido intento de implantar un sistema troncal en la formación de especialistas no puede suponer el abandono irreversible de un proyecto tan transformador. A nuestro juicio, debe retomarse con una perspectiva multiprofesional de expertos/as independientes", destacan los autores.
Por último, señalan que la educación médica universitaria, aunque esencial, "ya no garantiza una práctica profesional adecuada a lo largo del tiempo". Se estima que la vida media de una "verdad científica" en Medicina es de unos 50 años, pero lo que aprenden los estudiantes en el grado es apenas un 6% del conocimiento médico y parte de lo que se les enseña en la carrera puede estar obsoleto en el momento de su graduación. "Sin formación continua, la competencia decrece progresiva e inexorablemente", concluyen.
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