HISTORIAS DE ALGECIRAS | El sexenio democrático

Tabaco estancado, economía local y espiritismo algecireño

En primer término la punta de Getares, al fondo parte de la dehesa de la Punta.

En primer término la punta de Getares, al fondo parte de la dehesa de la Punta.

De regreso a la economía de la comarca, como así se puso de manifiesto en la anterior entrega, en Algeciras y dentro del ámbito privado: “D. Antonio Huerta Valdez, y Dña. Antonia González Coria, legítimos consortes que fueron de esta vecindad y que fallecieron en esta Ciudad, el primero en Diciembre de 1868 y la última el tres de igual mes de 1869 [..] siendo sus herederos y en su nombre, José Huerta González, viudo de 30 años y labrador (hijo); Sebastián García Alférez, casado de 60 años negociante y en concepto de representante de la menor Teresa Huerta Pérez (nieta); Antonio González Rivera, soltero, escribiente y de 40 años de edad, representante de los menores Antonia y María Huerta Pérez (nietas); y Antonio Huerta Guzmán (nieto); promovieron Auto en el Juzgado de primera instancia en solicitud de autorización para la venta de los bienes inmuebles [...] en subasta pública rematados á favor de Benito Manuel Oliva Palacios, casado, 38 años, propietario y de este domicilio [...] El Sr. Juez de Paz interino de primera Ynstancia, en Algeciras á primeros de Enero de 1869 [...] Debía otorgar y otorgaba la licencia judicial y autorización necesaria para la venta de los bienes raíces de los finados D. Antonio Huerta Valdez, y Dña. Teresa González Coria [...] consistente en media suerte de tierras en la Dehesa de Ceuta, linda por norte, sur y levante con herederos de Oliva y al poniente con el Peñón de los Boyeros. Otra media suerte en la misma dehesa, linda al Norte con herederos de Roca, poniente y sur con vereda de Getares; y otra media suerte en la propia dehesa, linda al poniente, norte y sur con herederos de Rivas, y al levante con el arroyo (fuente) de la Zorrilla”.

Al mismo tiempo que la pobre economía local se mueve por la propia inercia del sistema, la actualidad nacional, además del morboso caso Montpensier o “cuñadísimo” que se sigue en los juzgados de la capital del reino, se suma el asunto del “estancado” tabaco: “¡Qué excelente tabaco vende el Gobierno!, no sé cómo hay quién se queja, ni quién chilla, ni quién desea que se desestanque, cuando con el desestanco hemos de fumar más caro y más malo, en tanto que ahora lo fumamos más malo y más caro; y por tanto... Los mismos tontos que antes había / con igual aire de gravedad / y más medrados en tonterías / que es de las cosas que crecen más”.

Y como de una constante histórica se tratara la mala nueva nacional sobre el control del tabaco suponía, una buena nueva para la economía sumergida de nuestra comarca: “El almirantazgo anuncia en la Gazeta que la escampavía nombrada Serpiente, de la sección de Algeciras, detuvo en aguas de Punta Estepona, un falucho con varios efectos de contrabando de tabaco días pasados”. Al mismo tiempo que la decisión gubernamental sobre el control del tabaco produce tan pingües beneficios materiales y económicos para el contrabando en nuestra zona, una nueva moda de entender la espiritualidad llega hasta nuestra ciudad: “El espiritismo progresa [...] y ahora nos anuncian la formación de otro círculo en Algeciras, que ha dado comienzo á sus trabajos bajo los mejores auspicios, y en el cual figuran personas ilustradas y de posición. Damos la bienvenida á nuestros hermanos de Algeciras”. Aquellas ideas basadas en la experiencia y estudio de lo sobrenatural, nacían bajo la legalidad constitucional que, por primera vez en España, reconocía la libertad de culto enturbiando, aún más si cabe, las relaciones con la jerarquía eclesiástica. Y mientras unos buscan su salida personal a través de las ideas espiritistas en el plano astral, otros, más de este mundo, lo hacían comprando lotería como así le aconteció a los que jugaron en aquel abril postconstitucional del 70, el número “24.677, premiado con 4.000 escudos y vendido -entre otras localidades- en Algeciras”.

A la vez que los agraciados algecireños reciben y disfrutan de su premio, otros -o tal vez los mismos- como Doña Aurora García Cidrá: “Asistida por su marido, procede a la venta del huerto nombrado Los Mellizos, situado en el monte llamado falta de Matapuercos, de este término compuesto de tres fanegas de tierra con arboleda frutal, dos albercas para riego y casa de mampostería; y linda por los cuatro vientos con el expresado monte de Matapuercos, de los Propios de esta Ciudad. La propiedad de dicho huerto fue adquirida por herencia del padre de la citada, don Francisco García García, aprobada judicialmente en 2 de Mayo de 1865 [...] y vende por 250 escudos o sean 2.500 r.v a Dña. Manuela González Mesa, de esta vecindad”. 

Concesión del derecho de degüello de reses en Algeciras. Concesión del derecho de degüello de reses en Algeciras.

Concesión del derecho de degüello de reses en Algeciras.

En el mismo contexto de movimiento económico local: “Don José Solís Miñana, y vecino de Sevilla recibe en préstamo de Don Nicolás Díaz Solar de Oñate de este domicilio, la cantidad de 200 escudos, poniendo en garantía casa de su propiedad situada en calle de El Calvario de esta ciudad; y compuesta de sala, alcoba, cocina, patio pequeño y cuarto interior, lindando por su derecha con casa de Dña. Elena Pérez Petinto”. El préstamo sería devuelto cinco meses más tarde. Del mismo modo procedieron los herederos de los finados Antonio Huerta y Teresa González, cuando vendieron a Miguel Navarrete García y Juan Morales de la Barrera: “Una hacienda de viñas situada en la Dehesa de la Punta, pago de la Grana de este término municipal; de 60 fanegas de cabida, con árboles frutales, cercada la parte que fue de Viñedo, con su correspondiente Caserío y agua. Linda por poniente con el arroyo del Lobo; al levante con el Cerro de las Canteras, y especialmente con otra de este caudal adquirida por Don Francisco Pro, con quién también linda por el sur y con las viñas y hacienda de Dña. Carmen Oncala, viuda de Don Antonio del Valle. Tiene un censo de 4.000 r.v de capital a favor de los Propios de esta Ciudad”.

Mientras en nuestra ciudad prosigue el negocio inmobiliario rústico y urbano, en sede municipal se elabora un necesario dossier que requerirá de la autorización provincial para su ejecución: “Dada cuenta del expediente relativo á la subasta del derecho de degüello de reses en la ciudad de Algeciras durante el próximo año económico, la Diputación acordó aprobar el remate que aparece celebrado á favor de D. Rafael Rodas Cortés (al parecer tío por parte de madre del torero local Diego Rodas, Morenito de Algeciras) y por la cantidad de 1.340 escudos 200 milésimas devolviendo el expediente al Ayuntamiento á los efectos prevenidos en Ynstrucción”.

En el seno de la misma institución provincial, y en relación a la aprobación del nuevo municipio de La Línea, se resuelve: “En vista de la exposición que remite á informe de este Cuerpo provincial el Sor Gobernador Civil de la provª elevada al Excmo. Sor Ministro de la Gobernación por D. Manuel Gómez de la Rosa, habitante y del Comercio de Gibraltar, en solicitud de que no se le ponga impedimento en la continuación de una obra en una casa de su propiedad, se acordó manifestar á dicha autoridad que esta Corporación considera de estricta justicia lo que pretende, acompañando para mayor ilustración copia del informe que acerca de este asunto emitió con anterioridad una Comisión del seno de este Cuerpo y que fue aprobado en sesión de 21 de Febrero últiº rogando al Sor Gobernador se sirva interponer su influencia para con el Excmo. Sor Ministro de la Gobernación á fin de que cese un estado de cosas que perjudica en sumo grado los intereses de los vecinos y propietarios de la Línea”. Al parecer a alguna institución de gran arraigo en la zona y con grandes competencias sobre la misma, parecía costarle adaptarse a la nueva y necesaria distribución administrativa de la comarca.

Una hacienda de viña en la dehesa de la Punta que linda con el arroyo del Lobo. Una hacienda de viña en la dehesa de la Punta que linda con el arroyo del Lobo.

Una hacienda de viña en la dehesa de la Punta que linda con el arroyo del Lobo.

A la espera de que tras la intervención del ministro de Gobernación alguna que otra histórica institución cambie su actitud y se adapte a la nueva realidad territorial, prosigue la actualidad política nacional imbricada con la judicial, cuando “el diputado del partido Carlista, Cruz Ochoa, solicita se remita a las Cortes la causa del Consejo de Guerra instruido por el duelo contra Montpensier”. Obteniendo por parte del jefe del Ejecutivo, general Prim, la siguiente respuesta: “Esto pasa y esto continuará pasando hasta que Dios quiera ilustrar más á los hombres y le haga comprender que la razón no puede estar nunca ni en la punta de la espada, ni en la boca de una pistola”. La acción del diputado Cruz Ochoa no pasaba por ser un intento más de desestabilizar al Gobierno, como había acontecido un mes antes, cuando “unionistas, republicanos y carlistas, presentan enmienda al proyecto de Ley por el que se autoriza al Gobierno hacer una operación de crédito sobre los bonos del Tesoro de los Ayuntamientos y Diputaciones, con la garantía de la Caja de Depósitos. Contando además aquella iniciativa “contranatura política” con el apoyo del -para entonces-, destituido ex ministro de Estado, Manuel Silvela. Ante aquel ataque hacia su persona y proyecto para mejorar la economía de las corporaciones locales, Prim lanzó su famosa frase: “¡Los que me quieran que me sigan!”.

Y mientras que el conde de Reus espera no quedarse solo ante el peligro en tan parlamentaria sede, en nuestra ciudad su economía local sigue progresando gracias a la iniciativa de personajes como “Francisco España y Pardo, quién entregó en préstamo la cantidad de 3.400 escudos, o sean 34.000 reales de vellón a Antonio Huertas [...] poniendo este en garantía una Hacienda de Viña en la Dehesa de Punta, pago de la Grana, de este término compuesta de Caserón de mampostería, con su toril y doscientas varas de cerca, con sesenta fanegas de tierra y en ella una Cantera en explotación; de dichas fanegas de tierra cincuenta y cuatro son de labrar y las seis restantes plantadas de viñedos, con el nombre de la Viña de Morales; linda por el Norte con el Arroyo del Lobo, tierras de Custodio; y las de Miguel Colety Mora; poniente con las de Francisco Lozano Lucas, y Viñas de Antonio Raggio; Sur con Viña de Antonio Huerta y herederos de Antonio del Valle y Levante con la de Francisco Pro y herederos de Pedro Tranquet y Canteras del Cerro. Sumando: Otra en la Dehesa de Ceuta de 5 fanegas de cabida, linda por Levante con la vereda de Getares; Norte con herederos de Oliva; y Poniente y Sur con Antº Huertas [...] Otra suerte en Dehesa de Ceuta de 5 fanegas, lindando por Levante y Poniente con herederos de Oliva y Sur con Arroyo de la Zorrilla [...] Otra en Dehesa de Ceuta de 8 fanegas que linda por Norte con José Riva; Levante con Antº Huerta; sur con las juntas de la Garganta y Poniente con la Garganta del Guijo [...] Otra en Dehesa de Ceuta de 10 fanegas que linda al Norte con herederos de Rafael de la Torre, Levante con vereda que vá al Peñón de los Boyeros y Sur con Pedro Cabanillas y Juan Palomo y Poniente con herederos de Concepción Pacheco y Rodríguez”. En relación al uso de la tierra como recurso económico, bien pudiera venir a colación el siguiente párrafo de la novela Imán (1930) en el cual su autor, Ramón J. Sender, refiere: “Dos soldados sentados en el suelo filosofan: Qué se va a esperar de una tierra como ésta, que no cría gorriones”. Afortunadamente en el municipio algecireño, y como símbolo de prosperidad, los gorriones nunca han faltado.  

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