Coaching

Diez estrategias para vencer la procrastinación

  • Si eres de los que deja para mañana lo que podrías hacer hoy, este artículo es para ti. Conoce las claves para no postergar los asuntos pendientes.

Ilustración

Ilustración / Sara Pequeño

¿Eres de los que deja para mañana lo que podrías hacer hoy?. Si la respuesta es afirmativa, tranquilo, no eres el único. De hecho se trata de una costumbre muy extendida conocida como procrastinación. Pero no te lleves a engaño. Aplazar lo asuntos pendientes tiene un coste elevado: hace que nuestra vida sea más caótica, perdemos credibilidad ante los demás, nos impide avanzar, merma nuestra productividad, incrementa los niveles de ansiedad y estrés, y baja la autoestima.

Procrastinar es adquirir un mal hábito, y como hábito que es, se puede cambiar.

Estrategias para vencer la procrastinación

1.Toma conciencia de la situación

Darse cuenta y reconocer que tendemos a postergar los asuntos importantes, es el primer paso para poner fin a la procrastinación. Aprender a identificar los hábitos que a diario nos alejan de las tareas que realmente son relevantes y debemos ocuparnos, perdiéndonos en aquellas otras que no lo son. Bien porque no nos motivan o porque nos gustan más. Por ejemplo, un hábito a modificar sería, tender a estar conectado a las redes sociales o al WhatsAap mientras trabajas, postergando o ralentizando tu tarea principal.

Una forma de identificar éstos hábitos es a través de la auto observación, comentarios de personas cercanas o a través de las señales que nos va enviando nuestro cuerpo en forma de ansiedad o estrés por acumulación de tareas.

2. Marca tus objetivos con claridad

Define y concreta al detalle las metas que quieres lograr. Responde a tu "por qué" y al "para que" las quieres alcanzar. Esto te dará una dosis extra de motivación para no desviarte de tu camino.

3. Organiza tus temas pendientes para cada día de la semana

Ordena tus tareas pendientes para cada día de la semana. Haz una lista clasificándolas por prioridades, resolviendo en primer lugar los que son realmente importantes. Ningún asunto importante acabará siendo urgente si realizas las actividades en su debido momento.

4. Inicia la tarea que más trabajo te cueste realizar a primera hora de la mañana priorizando lo importante a lo urgente.

Tendemos a posponer las tareas que consideramos aburridas o pesadas. Si inicias estas tareas a primera hora de la mañana cuando aún las pilas están cargadas disminuirás tu tendencia a la postergación.

5. Prioriza separando el grano de la paja

Atiende primero las prioridades. Identifica las tareas imprescindibles que te llevaran a alcanzar tus metas. Aprende a distinguir lo que es urgente e importante y ponte con ello sin interrupciones. 

Aunque una tarea pueda ser urgente e importante, podemos diferenciarlas con éstas definiciones :

Tarea pendiente urgente : es aquella que tiene una fecha límite. Si hay dos tareas con fecha límite, la más urgente es la que necesites más tiempo para realizarla.

Tarea pendiente importante : el resultado de no realizarla puede traer repercusiones graves. Entre dos tareas importantes, la más importante es la que ocasione consecuencias más devastadoras.

Uno de los métodos mas conocidos para clasificar lo importante de lo urgente , son los cuatro cuadrantes de Stephen Covey ,siendo el cuadrante II en el que más se enfoca en trabajar la gente más efectiva. Es en este cuadrante donde se reducen los tiempos para emplearlos en el resto de los cuadrantes 

Ilustración Ilustración

Ilustración / Sara Pequeño

6. Convierte lo grande en pequeño 

Si tienes una tarea muy compleja entre manos, divídela en varias más sencillas para hacerla más llevadera. Todo ladrillo hace castillo. Ir superando pequeñas etapas hará que tu avance sea imparable.

7. Evita la parálisis por análisis

Pretender hacer un trabajo perfecto puede llevarte a estancarte. Procura terminar la tarea que estés realizando antes de pasar a la siguiente. Si no lo has hecho, empezarás a acumular procesos inacabados y eso puede ser un gran generador de estrés. Márcate un plazo de tiempo para finalizar la tarea que estés realizando. Si la puedes hacer en una hora no le dediques ni un segundo más.

8. Detecta los llamados “ladrones de tiempo”

Los ladrones de tiempo es todo aquello que nos roba tiempo y atrasa en nuestras tareas. Por ejemplo:  WhatsApp, llamadas al móvil, el correo electrónico, navegar por Internet, desorganización personal sin planificación ni objetivos concretos, interrupciones injustificadas, postergar decisiones, etc.

9. Rodéate de gente productiva

Inspírate de gente que te motive a tomar acción. Si no tienes acceso a éstas personas puedes ver vídeos de youtube o leer post de crecimiento personal.

10. Mimetízate con personas que ya haya conseguido tu propósito

Busca referentes que ya hayan superado la situación en la que te encuentras.Pregúntales por su proceso, cómo lo han conseguido, cuáles han sido sus hábitos, y copia sus estrategias.

En definitiva, aprende a procrastinar la propia procrastinación y no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.  

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