POR el patio del colegio de Salesianos asomó el Domingo de Ramos el último de los nuevos pasos que se incorporan a la Semana Santa de Cádiz. Como es habitual en la ciudad, no salió a la calle un paso dorado, ni siquiera tallado; fue un paso aún en carpintería, aún por hacer, solo con lo que podría denominarse la materia prima. Empieza así el Despojado una aventura para su paso de misterio que solo el trabajo de los hermanos, las posibilidades económicas del momento y la imagen que el Domingo iba arriba sabrán cuánto tiempo necesitará hasta verlo terminado. Hacer un nuevo paso -sobre todo de misterio- en Cádiz es todo un reto. Un proyecto a largo plazo, muy largo plazo, que en ocasiones llega a eternizarse.

Posiblemente, el caso más llamativo sobre este asunto sea el del paso de misterio de la Sagrada Cena. La corporación del Domingo de Ramos estrenó el paso en fase de carpintería a principios de los años 90 (en el 91 decidió la junta de gobierno realizar el paso nuevo, que venía a sustituir al que tenían de marquetería y una ínfima calidad). Este estreno se fue compatibilizando con la realización de todo el misterio, titular incluido, por parte del imaginero Luis González Rey. Y se inicia así una aventura que lleva en 2006 a suprimir del paso los respiraderos (que ya años antes habían sido recortados de altura y que finalmente se eliminaron por unos que en un futuro serán bordados) y que sigue su proceso de talla hasta 2010.

Ese mismo año se inicia el dorado, con la delantera del paso. Siguió en el 11 con la trasera, en el 12 con las cartelas laterales y el pasado año con las capillas laterales y el estreno del respiradero frontal. Esto es lo que hasta ahora, después de 23 años, ha conseguido hacerse del paso. Este año, de hecho, no se ha producido estreno alguno en el dorado ni en el bordado. "Pero ya estamos hablando con el dorado para que después de Semana Santa intentar seguir avanzando en el dorado. Nos sentaremos ahora para plantear cómo hacer los laterales del canasto", explica el hermano mayor, José María Caro. Efectivamente, el paso necesita finalizar el dorado de los laterales del canasto (a excepción de cartelas y capillas, ya doradas), así como finalizar también la imaginería menor de esas cartelas y capillas.

Este paso de La Cena ha sufrido diversas etapas, ha tenido cambios en su concepción y ha ido avanzando conforme a las posibilidades económicas de la hermandad. Caro aclara que el paso se está realizando "a base de donativos de hermanos" y matiza que hasta que comenzó la crisis "íbamos estrenando año tras año, pero la crisis ha dejado algo parado el proyecto".

"Es el proyecto más fuerte económicamente que tiene la cofradía y el que más trabajo nos está costando", reconoce José María Caro, que recuerda que el nuevo paso de misterio "era algo que tenía que hacer la hermandad sí o sí", debido a las anteriores andas sobre las que procesionaba el misterio.

De los años 90 es también el inicio de una gran obra procesional gaditana: el paso del Cristo de la Misericordia, de la cofradía de La Palma. Fue concretamente en 1994, según recuerda el hermano mayor de la corporación, Francisco Javier Lucero, cuando comenzó a ejecutarse este paso por parte del gran maestro Antonio Martín (fallecido hace unos años). El paso estuvo tallándose hasta el año 2004 -en 2003 iba a ser la primera vez que iba a procesionar, aún sin los respiraderos laterales tallados, pero la lluvia impidió la salida de la hermandad a la calle-.

A partir de ese momento, inicia la hermandad un proceso de dorado que una década después aún tiene varias fases pendientes. "El problema es la falta de financiación, a lo que se suma que en los últimos años no se ha hecho trabajo alguno para seguir avanzando", explica Lucero, que añade que a pesar de las suscripciones de hermanos, la cofradía ha tenido que derivar dinero a este proyecto para que pueda seguir adelante.

Por el momento, el paso ya tiene dorado el frontal y trasera del canasto, así como las pilastras, crestería, cartelas y capillas de los laterales de dicho canasto. Por delante queda finalizar esos laterales y acometer el dorado completo de los respiraderos. "El planteamiento ahora es que después de Semana Santa vaya el paso a Sevilla (donde está el taller de dorado que trabaja para la hermandad) y se termine el canasto entero para 2015", informa Lucero, que comenta que el último paso del dorado, los respiraderos, está previsto en principio -"si económicamente somos capaces", aclara- hacerlo en dos fases, una (para 2016) en la que se haría la delantera y la trasera; y la otra (al año siguiente) los laterales.

Pero la cosa no queda ahí. Una vez dorado el paso, habrá que acometer toda la imaginería menor, que consta de cinco cartelas y las doce imágenes que van en los respiraderos (que en principio iban a ser los apóstoles pero que la hermandad está planteando una alternativa, con imágenes que representen los títulos y las vinculaciones de la hermandad con personajes o congregaciones religiosas). "De la imaginería ahora mismo no hay nada decidido", aclara Lucero.

Mucho trabajo, por tanto, tiene aún por delante la cofradía del barrio de La Viña. ¿Puede ser que el proyecto en el que en su día se metió la corporación fuera demasiado ambicioso para las posibilidades reales? "En absoluto creo que sea mucho para La Palma. Lo que ha ocurrido es que las cosas no se han hecho bien, no se ha comprometido a la gente en este proyecto. Pero esta hermandad tiene capacidad y envergadura para hacer todo lo que se proponga. De hecho, acabamos de solventar una deuda de 28.000 euros en un año. Eso lo dice todo. Lo que hay que hacer ahora es trabajar por derecho", responde el hermano mayor.

Mucho más reciente es el proyecto emprendido por la hermandad de Jesús Caído, una de las últimas que en su día (año 2008) se propuso cambiar el paso de misterio por uno nuevo que empezó a procesionar, en fase de carpintería, en 2009. Para acometer esta obra, la hermandad creó una comisión encargada de buscar hermanos colaboradores y de hacer un seguimiento al proceso. Medio centenar de hermanos son los que están haciendo posible los estrenos que cada año está poniendo en la calle el paso, como ocurrirá de nuevo esta tarde (con el estreno de la cartela del respiradero frontal y las dos esquinas de ese respiradero). Para ello, cada uno de esos hermanos abona una cuota mensual que va entre 1 y 60 euros, "en función de lo que cada uno puede aportar".

Por el momento, el responsable de esta comisión (el anterior hermano mayor, Pedro Pablo Reynoso) indica que se están cumpliendo fielmente los plazos que se habían marcado cuando se firmó el contrato con el tallista isleño Juan Carlos García Díaz. Por delante queda ahora finalizar los respiraderos laterales y el trasero, además de dos candelabros laterales que van iluminando el canasto del paso, para poner fin a la talla. "Después vendrá el barnizado del paso. Y luego la plata (paños del respiradero, cartelas y otros detalles del paso)", aclara Reynoso, que concreta que en la Semana Santa de 2016 debe salir el paso tallado y barnizado. "Luego será en función de lo que se hable con los orfebres", indica el responsable de la comisión.

Estos son solo tres ejemplos de las vicisitudes, el trabajo y el camino que en su día se marcaron otras tantas hermandades de la ciudad para realizar nuevos pasos procesionales. Pero el listado es mucho mayor: Las Penas (que empezó en 2005 y que está paralizado en los últimos años por falta de fondos y pendiente de ver en un futuro si puede avanzar debido a la delicada situación de la hermandad), Despojado (que el Domingo de Ramos estrenó el paso en carpintería), Columna (que salió por primera vez en 2008 y que hoy estrena el fin de la talla y ha comenzado también con el dorado), Ecce-Homo (de 2003 y ya en fase de dorado) y El Huerto (que comenzó una reforma en el año 2000 y que ahora está finalizando talla y a punto de iniciar el dorado). El tiempo dirá cuánto tardará cada uno de estos pasos para salir a la calle totalmente finalizados.