CUANDO todo el mundo trataba de hacer memoria el tiempo que hacía en el que la lluvia no hacía acto de aparición en la Semana Santa, el agua vino a entorpecer los últimos cortejos en la capital gaditana. Fue un chirimiri mínimo de unos minutos, una mínima nube, pero que terminó por fastidiar el Viernes Santo.

Con cinco de las seis cofradías que tenían que procesionar en la calle, el agua hizo acto de aparición alrededor de las once y media de la noche. En ese momento, Servitas ya se encontraba por la calle San José de recogida, Expiración tenía a la cruz de guía somando Ancha y con el paso de Cristo en el Palillero, mientras que a Siete Palabras la cogió en Candelaria, a Santo Entierro poco después de salir de la Catedral, y con Buena Muerte a punto de entrar.

Servitas y Siete Palabras continuaron al mismo ritmo, pero donde sí que afectó al cortejo fue a Expiración, que metió el paso horquilla y en sólo cinco minutos atravesó toda la calle Ancha con el objetivo de recogerse lo antes posible. Eso sí, una vez que pasó el peligro recuperaron todo lo ganado e incluso acumularon retraso en la entrada a su templo.

Santo Entierro, que tenía a la urna bajando por Arquitecto Acero, decidió darse la vuelta y cobijarse en la Catedral, lo mismo que hizo la Buena Muerte. Esta última cofradía llegó a estar una hora y cuarto en el interior del primer templo de la ciudad, mientras que Santo Entierro, una vez que pasó el riesgo de lluvia, salió a la calle antes. Buena Muerte, como no las tenía toda consigo, salió de la Catedral a un paso muy rápido, tanto que en Montañés alcanzó al Santo Entierro.

Fue la nota triste de una jornada que llevó de nuevo a mucha gente a las calles.

servitas

Si hay algo que caracteriza a la hermandad de Servitas es su buen gusto en todo el cortejo, algo que alcanza inevitablemente a la manera de andar del palio y al fantástico repertorio musical sobrio que sigue durante todo el camino. La Marcha fúnebre de Chopin, Virgen delValle y Soledad franciscana eran ya una declaración de intenciones. El mecido lento y suave de la cuadrilla de José Julio Reyeros hacía el resto para embellecer aún más el paso de la Virgen de los Dolores.

La cofradía de Servitas se vio sorprendida por la fina lluvia que cayó durante algunos minutos cuando ya estaba de camino a su templo de San Lorenzo, por lo que realmente no se vio realmente afectada.

En la salida, numerosas personas se congregaron tanto en la calle Sagasta como en Hospital de Mujeres para seguir el paso de esta cofradía. La maniobra de salida es realmente complicada, ya que nada más salir del templo el paso se encuentra con una pared. Pero Julio Reyeros está curado de espanto y la maniobra la dirigió con gran aplomo, lo que permitió que el paso se pusiera en la calle sin ningún sobresalto.

Después de la Marcha Real, en un balcón situado justo enfrente de la puerta de la iglesia de San Lorenzo, muy bien exornado por cierto, empezaron a escucharse las primeras saetas. Una vez que terminó, el palio de Servitas empezó a andar muy lento y elegante Sagasta arriba para empezar a acercarse a la Santa Iglesia Catedral.

Expiración

A las once y media de la mañana, subiendo Novena la cruz de guía de la Expiración, caen unas gotas y el cortejo decide aligerar el paso hasta el extremo que cinco minutos después sitúa la cruz de guía en la confluencia de ancha con San José.

En la presidencia, junto al director espiritual de la hermandad, Pablo Daniel López, y el hermano mayor, Vicente Rodríguez, se econtraban el teniente de alcalde Evelio Ingunza; el subdelegado de Defensa, Joaquín Arcusa y una representación de jefes, oficiales y suboficiales de la Guardia Civil, el benemérito instituto hermano honorario desde 1954, escoltando ambos pasos agentes del Cuerpo.

A paso de horquilla el paso de misterio, con Francisco Vázquez como capataz, cruzó la calle Ancha, seguido de la agrupación musical Polillas, dando fondo a la altura de Los Italianos, donde permaneció parado unos veinte minutos.

Precedido de representaciones de las otras dos hermandades que radican en la parroquia castrense Desamparados y Santo Angel, el paso de palio con la imagen de la Virgen de la Victoria, con José Antonio Moreno al frente de la cuadrilla de cargadores, que también cruzó Ancha a paso de horquilla, si bien  a las tres de la madrugada aún se encontraba a las puertas de la iglesia castrense.

siete palabras

El acompañamiento musical de Siete Palabras se convirtió en la gran noticia de esta hermandad. Después de dos décadas a horquillas, el único paso se meció a los sones de la banda de cornetas y tambores Alcalde Zoilo Ruiz Mateos, de Rota, lo que aportó esa imagen diferente que persigue la junta de gobierno. Bien presentado el misterio, que viste Jesús López Sanmartín, y repunte en el número de penitentes respecto a la salida de 2008.

El cortejo, que contaba con la representación de la hermandad de la Merced y con el concejal José Macías, también sufrió el retraso que afectó a las hermandades del día, ya que a las 02:30 horas el único paso se encontraba a la altura de la Plaza de San Agustín cuando a esa hora ya debía estar en el interior de la iglesia de la Merced. Fue llamativo que recorriera buena parte de la calle Rosario a paso tambor, salvando bien la maniobra final para salir a San Agustín, y se notó que el paso iba ‘duro’ cuando se incorporó a la calle San Francisco.

santo entierro

La vuelta de la corporación a su lugar de siempre, entre Siete Palabras y Buena Muerte, no fue óbice para que un digno número de nazarenos (140), acudiera a realizar la estación de penitencia acompañando a Jesús del Santo Entierro en su valiosa urna de plata y a la Virgen de la Soledad. Junto a ellos, la corporación bajo mazas -con la ausencia de la alcaldesa, Teófila Martínez,- y representaciones de las cofradías de Columna, Sentencia, Humildad y Paciencia, Las Aguas, El Huerto, Borriquita, Ecce-Homo, Perdón, Prendimiento, Sagrada Cena, Cigarreras, María Auxiliadora y Madre del Buen Pastor. Otras representaciones llegaron de Horeca, Agentes Comerciales, Aparejadores, Delineantes y Diseñadores Técnicos, Cámara del Comercio, Graduado Sociales, Abogados, Caballeros Hospitalarios, Subdelegación de Defensa, Jefe de Mando de Acción Marítima de Cádiz y Gobernador militar del Campo de Gibraltar.

La primera ‘levantá’ de la Virgen fue realizada por Rafael Corbacho, que el año pasado ejerció como comisario de la hermandad. La gran ausencia del cortejo estuvo en el paso de la Virgen de la Soledad, que procesionó sin acompañamiento musical.

buena muerte

El recogimiento se apoderó de San Agustín desde las nueve de la noche, después de una intensa tarde de cultos al Crucificado. Los penitentes aguardaban en el interior del templo formados en sus filas mientras se sucedían las oraciones –en las que también estuvo presente al abordo– previas a la salida, que se efectuó a las diez en punto de la noche.

Con la luz apagada llegó la cofradía hasta la Catedral, donde le sorprendió la leve lluvia que provocó que los pasos apresuraran su andar hasta refugiarse en el interior. Tras minutos de espera una vez realizada la estación penitencial, con todo el cortejo sentado en los bancos de la Seo, la junta de gobierno decidió reemprender el itinerario previsto por carrera oficial. Salió a la una menos cuarto de la Madrugada del primer templo y logró la cofradía recortar minutos hasta llegar a San Agustín con apenas quince o veinte minutos de retraso.

ecce Mater Tua

 Como cada Viernes Santo, la sección de penitencia de las Congregaciones Marianas, aunque ajena al Consejo Local de Hermandades, fue la última en pasar por la carera oficial, si bien accedió a la plaza del Palillero por Compañía, plaza de las Flores y Columela por el cambio de Santo Entierro.

La imagen de la Dolorosa, del granadino Domingo Sánchez Mesa, procesionó sobre su sobrio paso de madera de cedro, que portan los propios congregantes.