Ayer fue un día de perros. De perros, gatos y, en general, de toda mascota que se precie. El parque Almirante Laulhé celebró la festividad de San Antón, que en La Isla viene a ser la jornada dedicada por excelencia al numerosísimo colectivo animalista, de gran peso y arraigo en la ciudad.

La cita es todo un clásico de la agenda isleña. Impulsada en 1996 por Andrés Ruiz Pizones como concejal de Medio Ambiente sumó ayer la friolera de 21 ediciones seguidas sin que el paso del tiempo haya conseguido hacer mella en ella. Antes bien, la fiesta de las mascotas mantiene intacta su envidiable capacidad de convocatoria. Y de hecho cada año parece arrastrar a más público. La fiesta de San Antón, en realidad, funciona como un reloj. Solo necesita una cosa: que haga buen tiempo. Lo demás viene rodado.

Ayer hubo suerte. El tiempo no solo acompañó sino que fue perfecto. El último fin de semana del mes de enero regaló una soleada mañana que se convirtió en el marco perfecto para que mascotas y dueños disfrutaran en el Parque, donde se congregaron cientos de isleños para pasar la jornada del domingo en perfecta armonía con sus mejores amigos y defender la convivencia con l os animales casi como una filosofía de vida.

Los actos del Día de San Antón arrancaron a las 11.00 horas con la inscripción en los ya tradicionales concursos que vertebran esta cita. Las cifras que manejaba el área de Desarrollo Sostenible daban buena cuenta del éxito de San Antón: hasta 252 perros inscritos, además de 16 gatos, 20 disfraces y 35 mascotas de otro tipo. En total, más de 300 animales de compañía participaron en el concurso y que acudieron junto a sus familias. Sin participar, evidentemente, hubo muchos más.

El Parque ofreció una animada imagen desde el mediodía. Fue una jornada vistosa, colorida y de marcado carácter festivo y familiar en la que no faltaron las ya clásicas demostraciones de las unidades cinológicas de la Policía Local y del Tercio Sur de Infantería de Marina. Ni, por supuesto, la procesión del santo patrón de las mascotas, que fue trasladado desde la cercana iglesia de San José Artesano hasta el auditorio para presidir los actos que se celebraron y que incluyeron -más tarde- la tradicional bendición de las mascotas, que corrió a cargo del párroco Lázaro Albar y en la que participaron numerosas personas con sus animales de compañía.

La alcaldesa, Patricia Cavada, se encargó de cerrar el programa ya a primeras horas de la tarde con el acto de entrega de premios. Estuvieron también presentes el primer teniente de alcaldesa y concejal de Desarrollo Sostenible, Fran Romero, y la concejala de Bienestar Animal, Mar Lorenzo, entre otros ediles del gobierno municipal que se acercaron hasta el Parque para participar de la gran fiesta de las mascotas.

También ayer se hizo entrega del XIV Premio San Antón, que en esta ocasión fue a parar a manos de María Luisa Gil Bolaño en reconocimiento a su dedicación y compromiso con los animales, especialmente con aquellos aquejados de enfermedades, dolencias y mutilaciones. La homenajeada se dedica a recoger mascotas abandonadas -y a menudo en un pésimo estado- para curarlas y buscarles un nuevo hogar, una labor que ayer fue recompensada con este galardón animalista.

Porque la fiesta de San Antón tiene también otra faceta muy importante en la que ayer nuevamente se insistió: la de la sensibilización. De ello se encargaron especialmente las asociaciones protectoras. Hubo hasta un desfile de perros en adopción.

En el Parque también se desarrollaron ayer talleres para los más pequeños, la asociación El Taray mostró sus mejores bonsáis, hubo un mercadillo que ayudó a ambientar la mañana y profesionales y tiendas de mascotas montaron sus expositores para acercar sus servicios al numeroso público.