La sequía sigue ahí. Que se hayan flexibilizado algunas restricciones a raíz de las últimas lluvias supone un evidente alivio pero el problema dista mucho de desaparecer. Y por delante se presenta ya una larga temporada estival, varios meses en los que no se cuenta con que caiga ni una gota hasta que concluya el verano y llegue un nuevo otoño.

De ahí que el Ayuntamiento de San Fernando, junto al de la capital gaditana, solicitara a la Junta de Andalucía autorización para volver a regar y a baldear con agua potable, porque las consecuencias en la limpieza urbana y en el mantenimiento de parques y zonas verdes durante los próximos meses, que estarán marcados además por las altas temperaturas, podrían ser funestos.

Y, de hecho, el gobierno andaluz ha aceptado que de manera excepcional se vuelva a hacer "por motivos de salud pública y para la supervivencia en zonas verdes", como se especifica en la resolución. Eso sí, siempre y cuando el consumo de la ciudad no supere los 225 litros por habitante al día.

Desde el gobierno municipal se reconoce que la sequía y la prohibición suponía un problema grave para el mantenimiento de zonas verdes y jardines "que se iban a perder si no se podía regar". Y lo mismo ocurre con la limpieza urbana si no se pueden baldear las calles y tampoco llueve: resulta difícil mantener unos estándares aceptables en la localidad. Especialmente en puntos como las zonas en las que se agrupan los contenedores de basura.

Pero esta autorización no supone que se dé marcha atrás en otras medidas, se insistió ayer. De hecho, este mismo fin de semana el Ayuntamiento ha anunciado que se volverán a utilizar hasta cinco antiguos pozos municipales para labores de riego y baldeo una vez realizadas las oportunas comprobaciones en los acuíferos existentes. Solo uno ha sido descartado. Ahora está tramitando la autorización para volver a usar el agua de estos pozos, que se reparten por distintos puntos de la ciudad.

Y en marcha siguen también los planes para reutilizar el agua de la estación depuradora gracias a una planta portátil que permitirá aplicar el sistema de terciario y reciclar hasta 300 metros cúbicos diarios a compartir con lla ciudad de Cádiz. Una medida que ambos ayuntamientos anunciaron en el pasado mes de marzo y que se espera que se pueda empezar a aplicar "en junio o julio".

Por el momento, se explicó ayer desde el gobierno municipal, se sigue avanzando en los trámites para el alquiler de dicha planta portátil. No obstante, se recuerda, este sistema tiene como inconveniente que, al no existir red, el abastecimiento tendrá que hacerse a través de camiones cisterna. Sin embargo, la autorización de la Junta para volver a utilizar agua potable permite volver a utilizar los sistemas de riego automático existentes en zonas verdes, lo que supone una ventaja para su mantenimiento. 

Así que con estas tres alternativas –la autorización para riego y baldeo con agua potable, los pozos y la planta portátil que se instalará en la depuradora– el Ayuntamiento isleño espera capear los próximos meses sin quitar ojo a la sequía.

De hecho, durante el verano se mantendrán las restricciones plantadas para la playa de Camposoto para la temporada de baño. En principio está previsto que se coloquen duchas y lavapiés junto a los módulos ubicados en los accesos pero no tendrán suministro de agua. Su instalación –se aclara– se llevará a cabo a pesar de todo durante los trabajos del montaje de la infraestructura playera en previsión de que pudiera cambiar la situación a lo largo del verano y se dictan nuevas medidas que permitan su uso. Eso sí, este año no se colocarán las duchas que en años anteriores se ubicaban en la arena.