La Junta de Andalucía anunció ayer que la inspección pesquera acudirá hoy a la piscifactoría de San Fernando en la que hay 100.000 doradas en peligro porque carecen de alimento y las instalaciones no disponen de medios para oxigenar el agua de las balsas. Agentes del Seprona inspeccionaron el pasado viernes la granja acuícola, ubicada en la antigua salina La Leocadia, cerca de la playa de Camposoto, tras ser alertados del desastre medioambiental que se avecina si nadie le pone remedio.

La piscifactoría carece de energía eléctrica y no funcionan las bombas que deben renovar el agua de las balsas, ya que no es suficiente con la que aporta la marea. Tanto Ecologistas en Acción como Carlos Peci, ex trabajador de la empresa a la que pertenece la piscifactoría, alertaron ayer de que las doradas afrontarán una situación crítica a partir del próximo viernes, cuando habrá mareas con poco coeficiente.

En la piscifactoría sólo quedan dos empleados de los once con que contaba en 2014, cuando un inversor ruso se hizo cargo de la empresa. Los ex trabajadores han explicado que el pasado marzo el propietario fue advertido por la Delegación de Agricultura y Pesca de que la Junta tomaría medidas si no se ocupaba de las instalaciones y de los peces. Pero desde entonces las cosas no han mejorado.

La Junta fue informada la semana pasada de que la situación, con el calor y la falta de alimento para los peces, había empeorado. Las doradas comenzaron a morir el pasado miércoles. Los inspectores acudirán hoy y tras observar cómo se encuentran las instalaciones redactarán un informe que puede dar lugar a un expediente. También a alguna decisión que solucione el problema que causaría la muerte de los miles de peces que sobreviven aún en la piscifactoría.

Fuentes de la Junta explicaron ayer que el año pasado, la inspección pesquera ya levantó acta de que los peces no recibían alimento en esa piscifactoría pero que las deficiencias fueron posteriormente subsanadas.

"El próximo fin de semana", advirtió ayer Ecologistas en Acción en un comunicado, "tendrá lugar una marea muerta de pequeño coeficiente, por lo que no se podrá renovar el agua de las balsas, lo que unido a las altas temperaturas puede provocar una mortandad masiva de decenas de miles de doradas. De pudrirse en las aguas de la piscifactoría, puede provocar un desastre ecológico y sanitario con gravísimos efectos en el parque natural".