Provincia de Cádiz

Apenas hay docentes para enseñar trabajo industrial

  • Las bolsas de profesores de ciclos como soldadura, maquinaria o automoción están prácticamente vacías

Una alumna del IES Virgen del Carmen en el taller de donde sale buena parte de la mano de obra en oficios especializados de la industria de la Bahía.

Una alumna del IES Virgen del Carmen en el taller de donde sale buena parte de la mano de obra en oficios especializados de la industria de la Bahía. / fito carreto

Los oficios industriales tradicionales se están quedando sin maestros. Hay demanda de estudiantes que se inclinan por esta formación profesional de ciclo medio o superior, pero apenas hay profesores para satisfacerla. Soldadores, torneros, operarios de maquinaria pesada, calderería, enseñanzas específicas relacionadas con la automoción e incluso, en algunos centros, cocina son ciclos de la antigua que se están apañando con lo justo y con las bolsas de empleo prácticamente vacías.

El instituto Virgen del Carmen de Puerto Real ha sido la gran cantera de la que se ha nutrido el sector naval de la Bahía. Allí se aprendían todos los oficios que eran necesarios para el funcionamiento de un astillero desde 1949 y allí es donde más claramente se puede percibir esta escasez de docentes y donde se encuentra el único puesto de profesor en la provincia que no ha podido reponerse. El puesto era el de soldador. "Nuestro profesor titular se encuentra de baja por la que podemos denominar nuestra enfermedad profesional, las cuerdas vocales. No hay nadie para hacer la suplencia", explica el director del centro, Carlos Muñoz.

Con otras materias, de momento, en el Virgen del Carmen cruzan los dedos. Cualquier profesor de estos ciclos de maquinaria que caiga enfermo va a tener difícil sustituto. "No hay mucho banquillo", explica Muñoz. Las causas se encuentran en un criterio de selección que atrae poco a los futuros docentes. "Para ser profesor de soldadura o tornero no sólo tienes que saber soldar o saber hacer tornillos, tienes que tener un título que te acredite que sabes enseñar. Eso se hacía antes a través del CAP (Curso de Adaptación del Profesorado), pero ahora hay que hacer un master que cuesta dinero y que dura más de un año. Nosotros les decimos a los chicos que se animen a hacerlo, pero estos ciclos son de materias muy específicas y lo normal es que encuentres muy pronto trabajo. Y además son empleos bastante bien remunerados precisamente porque son profesionales que no abundan. ¿Qué va a elegir el chaval? Pues trabajar", razona Muñoz.

La solución que se ha articulado para el caso concreto de soldador, que tiene 30 alumnos matriculados, es dividirlo en grupos de quince para que los asuman otros profesores. De hecho, no hay queja sobre la delegación de Educación: "Ellos han abierto una bolsa extraordinaria, pero qué se va a hacer si no se ha presentado nadie. Las bolsas se han ido vaciando y no se han repuesto y hemos llegado a esta situación. ¿De dónde sacas de la noche a la mañana un soldador con un master en pedagogía?". Virgen del Carmen es un buen ejemplo de cuál es el estado de nuestro panorama laboral. No hay trabajadores para los oficios industriales, pero , sin embargo, con una de las ramas sanitarias más potentes de la provincia cuentan en el claustro con doce médicos. La medicina no da problemas, sobran porque no es tan atractivo entrar en la rueda de hospitales con bajos sueldos que trabajar como tornero con sueldos que superan de inicio los dos mil euros.

En el instituto Sancti Petri, en San Fernando, el más grande de la provincia con 1.300 alumnos, también se mira de reojo. Alfonso Jiménez explica que "nosotros aquí tenemos un montón de especialidades muy concretas. Para dar chapa y pintura no te vale un pintor ni un ingeniero industrial, tiene que ser un profesor de chapa y pintura". A la especialidad que más temen es a la bancada. La bancada es un trabajo de taller muy específico que consiste en "estirar coches. Después de un accidente hay que volverlo a su estado original. Eso se hace en la bancada. Y todos los que saben hacer este trabajo tienen empleo seguro en un taller, se los rifan. Profesores tenemos los justos y el futuro profesor casi seguro tendrá que salir de este instituto. Ahora hay que convencerles, claro, lo que no es fácil".

Jiménez entiende que enseñar no es sólo lo que se enseña, sino cómo se enseña, por lo que está totalmente de acuerdo con un curso de adaptación a la docencia, pero considera que el master actual echa para atrás a los especialistas en estas tareas tan manuales, por lo que sería partidario de encontrar fórmulas más flexibles.

Quien tiene que solucionar estos problemas es Eugenio Juárez, que tiene un trabajo estresante: es el responsable de Recursos Humanos de la delegación provincial de Educación. Eso significa que tiene 15.000 trabajadores a su cargo. No hay ninguna empresa en la provincia con esa plantilla. Y a principio de curso, después de años sin que se convocaran oposiciones, se encontró con el problema que todo el mundo sabía que tarde o temprano se tendría. En muchas asignaturas no quedaban apenas aspirantes en las bolsas de trabajo para cubrir jubilaciones o las necesidades que reclamaban los institutos. "Hemos podido solucionarlo todo en estas semanas y ya no hay un soloc entro en la provincia que no tenga un profesor en cualquiera de las materias que oferta, excepto el caso del soldador del Virgen del Carmen. Aquí se debió a una baja. Tendríamos profesores para cubrir una vacante de un año, pero nadie va a dejar un trabajo para hacer una sustitución de un profesor que puede volver a las pocas semanas, no se arriesgan".

En cualquier caso, reconoce que aunque habría personal en el banquillo para cubrir las eventualidades que se pueden producir a través de la creación de bolsas especiales en las que se escogen a los sustituos por méritos, en muchas asignaturas están al mínimo incluso en estas bolsas extraordinarias. "Este año se van a convocar unas macrooposiciones que esperamos que vuelvan a llenar las bolsas de interinos". Pero cuando se le pregunta por los oficios industriales tradicionales no le queda más remedio que encogerse de hombros: "No puedo saber si se presentarán muchos soldadores a las oposiciones. Esperemos que se presenten porque los necesitamos. En estas especialidades tenemos un profesorado con una edad media relativamente alta y las jubilaciones van a ir llegando".

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