Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

A estas alturas de la Navidad, poco se puede decir. Ya se ha debatido y se habrá comido pavo, cordero o conejo, éste último más baratito. También habrán decidido dónde se cenaba: con tu familia o con la mía. Una fecha con unos y la otra con los otros. ¡Será por días! Otro de los temas que surgen en Navidad es si le "abrimos la puerta" a Papá Noel, a los Reyes Magos o al cada vez más poderoso 'Amigo Invisible' que es la mar de discreto. En mi casa está claro que quienes entran son los Reyes, porque para eso ellos hablan español y Santa Claus habla en inglés y les trae regalos a los niños y niñas angloparlantes. Quien ni siquiera habla es el 'Amigo Invisible', ni se le ve ni se le oye; lo dicho, pura discreción. Este 'amigo' cada vez tiene más adeptos porque trae unos regalos muy 'apañaos' y hace que todo el mundo participe . Yo lo hago con mi familia política, con mi grupo de amigas y el domingo lo hicimos por primera vez con todos los Pedregal. Nos reunimos casi 60 gracias al tesón y al empeño de mi tío Eugenio, que quiso que por lo menos una vez al año, compartiéramos esos ratos tan entrañables y divertidos. El año que viene hay que repetirlo otra vez.

Pues esa es la Navidad: ni comidas, ni regalos, ni decoraciones. Todo eso está muy bien, pero la Navidad es mucho más que eso. Es un tiempo para estar en familia, para pensar en todo lo que nos rodea, para darnos cuenta de las necesidades que tienen los que están a nuestro lado y para ver lo poco que necesitamos y sin embargo nunca estamos contentos. Ir a ver belenes tan espectaculares como los que monta Vicente Rodríguez con los belenistas, los de ciudadanos anónimos, el esfuerzo que hacen las distintas hermandades para montar el suyo. Dedicarle más tiempo a nuestro hijos/as y a nuestros mayores. Llamar a esas personas que sabemos que se encuentran más solas y a las que una simple llamada nuestra les va a alegrar el día. Eso sí, llamada de teléfono, no esos SMS que son cada vez más impersonales y absurdos. Lo dicho: disfruten, relájense y que entren en el 2008 con muy buen pie. ¡Feliz año! Gracias por leerme.

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