Las obras de emergencia que exigía el Consistorio obligaron al vallado de su perímetro y, por tanto, al cierre de esta zona al tráfico rodado. Ahora, una vez que los trabajos han concluido y tras analizar la situación, Urbanismo ha decidido retirar las vallas laterales y desplazar las de la fachada principal hasta el primer escalón del atrio, para de esta forma permitir la circulación. Paralela a esa actuación, los operarios de la empresa adjudicataria arreglan el acerado afectado por las obras de consolidación. El tránsito de peatones y vehículos mejorará por tanto en esta zona tan céntrica de acceso a la calle Real. Sin embargo, cuando la rehabilitación del Ayuntamiento comience, presumiblemente antes del verano la protección volverá a colocarse.
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