ME alegro por los bomberos de la provincia. No habrá ni despidos ni más recortes que los que imponga el Gobierno Central. Mariano Rajoy le ha enmendado la plana al gran jefe bombero de Cádiz, Fernando García. Lo que iba a hacer él se lo harán desde Madrid. De momento, al menos hasta que no pase el pleno provincial de este miércoles, no se hablará de despidos, pero los sueldos se los van a rebajar desde Madrid sin que en Cádiz a nadie le tenga que temblar el pulso para decretar un hachazo a las nóminas. Y encima dormirán todos tranquilos pensándose que el Ratoncito Pérez les volverá a rebuscar entre sus almohadas y los Reyes Magos suspenderán el pedido del carbón que les tenía guardado. Ya no seré yo quien le quite dinero a los funcionarios. Se los quitará otro, piensan. Pero encima piden cariño para pasar este trance. ¿Y quién le dará cariño a ese funcionario o a ese trabajador que tenga que pegarle el hachazo a la carta de Reyes de sus hijos?. Pero hay políticos que ya duermen tranquilos aunque a veces les salga (¿sin querer?) un "que se jodan" como un camión... de bomberos. Y mientras tanto se llevan por delante al que se tengan que llevar. Al mensajero por delante. Precisamente Fernando García se atrevió a tachar de comentario, según la compañera de Diario de Jerez, o de rumor según una nota de prensa procedente del Ayuntamiento de Jerez, lo que fueron unas declaraciones en toda regla. Al otro lado, los sindicalistas que disfrutan muchos de ellos calentando al personal para presentarse tras la batalla con una cifra de seguimiento como trofeo. Y por el camino quedan muchos, muchos de los que acuden a defender al indefenso y muchos que tienen mucho que callar. Propongo desde esta terraza una limpieza general de la clase política porque la ciudadanía está indefensa mientras que ellos empuñan el dedo del que se jodan sin más miedo a unas urnas de las que poco importa lo que salga. ¿Pero tiene solución? Creo que no, porque mientras que estamos comprando en Mercadona o El Corte Inglés, están los políticos planificando sus nombramientos y sus repartos de cartera y viendo dónde pueden colocar a sus hijos y sobrinos. Pero cuidado, como lo que he dicho queda aquí escrito, mucho me temo que nunca podré decir que fue un rumor o comentario. Pero ahí queda.