AL final resultó que la "superioridad moral de la izquierda" era Jorge Javier Vázquez, el paladín del periodismo basura. Lo vimos en lo de Yolanda Díaz, en olor de multitudes, como capitán general del Quinto Regimiento mediático. Es curiosa esta España donde se critican las actitudes racistas de los palurdos norteamericanos, pero se justifica y aplaude el supremacismo ético de una izquierda que ni siquiera se pone de acuerdo para condenar la dictadura castrista. La famosa expresión la acuñó uno de los ideólogos de la izquierda plus ultra y también soldado habitual del Quinto Regimiento mediático: Ignacio Sánchez-Cuenca. Hasta escribió un libro que se llamaba tal cual: La superioridad moral de la izquierda. Sólo los fariseos y los mentecatos se consideran moralmente por encima de los demás. Lo más risible o irritante, según el día que a uno le pille, es que todas estas disquisiciones inquisitoriales se hacen en medios que están continuamente presumiendo de ética y buenas prácticas. Un poco al estilo de los puritanos, que siempre se están poniendo de ejemplo. ¿A quiénes son superiores Otegi, Rufián, Echenique o Jorge Javier Vázquez? Quizás a Leónidas Trujillo, lo cual tampoco sería para sacar pecho.

Pero lo mejor de todo es que la expresión ha calado en la exderecha (son ellos los que no paran de autocalificarse como "de centro"). El PP cede en todos los debates éticos ante las consignas progresistas. Da igual que sea el aborto o la eutanasia. No en los vientres de alquiler, porque en este debate hay demasiados intereses en juego, empezando por los ricos y famosos con su paternidad, maternidad o abuelitud herida.

Hubo un tiempo en que la exderecha se consideraba heredera de ese cajón de sastre llamado "humanismo cristiano". Eso le daba su moral, ni superior ni inferior a cualquier otra. Pero ya sólo se acuerda de la religión del Nazareno cuando hay que ir a pedirle el voto a los evangelistas, no a los de verdad (Mateo, Juan, Lucas y Marcos), sino a los herejes. En su más que recomendable El pez en el agua, Mario Vargas Llosa alaba la actitud de estos protestantes. Para él eran gente honrada y trabajadora, "gente de bien" -como afirmaría el PP- o "superiores moralmente" -al decir de la izquierda plus ultra-. Sea como fuere, la foto de líderes del PP con los predicadores es un espanto. Tanto como la de Yolanda junto a Jorge Javier.