43 muestra cinematográfica del atlántico alcances Gala de inauguración y ciclos temáticos

Alcances: de los rudimentos del cine a la revolucionaria vida del Che

  • Una 'perfomance' musical y visual ofrecida por el grupo Música Prepost recorrió la programación de esta edición de Alcances, y dio paso al documental de Tristán Bauer sobre el guerrillero argentino

La 43 edición de Alcances, la Muestra Cinematográfica del Atlántico, comenzó ayer un septiembre más en Cádiz, en el Gran Teatro Falla, con una gala inaugural protagonizada por una perfomance que se anunciaba musical y visual y que dio paso a la proyección del primer documental, Che, un hombre nuevo. De recordar los primeros rudimentos del cine a una película sobre un hombre que hizo de su vida una revolución. De una revolución a otra, de la del cine en sus primeros y torpes pasos hasta la del guerrillero argentino que triunfó en Cuba y sucumbió en Bolivia.

Aunque de nuevo La Suite aparece en los créditos de Alcances como organizadora de la gala inaugural, la de anoche tuvo poco que ver con las realizadas en los últimos años de la muestra. Siempre con el objetivo de resumir al público la programación del festival, esta vez fue el grupo Música Prepost el encargado de hacerlo a través de una perfomance muy trabajada en la que destacó el uso de instrumentos del cine primitivo o casero -como el zoótropo o un proyector de Super 8- y, sobre todo, la selección musical que acompañó el trabajo del dj y actor Fran Torres y del músico Pablo Peña.

Ambos aparecieron en el escenario del Falla arropados por dos pantallas de distinto tamaño y por una gran mesa repleta de instrumentos audiovisuales, carteles de cine y fotografías. Todos sus movimientos se proyectaron en directo en las pantallas a través de una cámara que ellos mismos manipulaban. Su labor fue creativa y arriesgada, y su intento de resumir la programación de Alcances tuvo algún que otro momento confuso. Quizás el Falla resultó un espacio demasiado grande para su idea, más apropiada para un lugar más recogido, en el que se hubieran apreciado, y valorado, con precisión todos sus trucos y movimientos con tan diversos aparatos y técnicas.

Cierto es que sería injusto comparar la sesión de anoche con las últimas galas de apertura de Alcances, que mezclaron con éxito humor, teatro, música y proyecciones audiovisuales; sobre todo porque este año se ha apostado por un cambio de estilo radical. Pero tampoco sería justo no recordar que en los últimos años se había tomado un camino que encontró el beneplácito del público y que se acercaba con tino a lo que debe ser el arranque de un festival cinematográfico, a lo que se entiende por una gala .

Por encima de todo, desde luego, es de alabar el esfuerzo imaginativo y creativo de Música Prepost, porque se propusieron hacer una gala original con medios sencillos y sin grandes alardes. El Falla, con el patio de butacas prácticamente lleno y los palcos muy levemente ocupados, respondió con aplausos y algún que otro bravo al trabajo de los dos jóvenes.

El público, eso sí, tuvo que armarse de valor para soportar el intenso calor de un teatro no acondicionado para acoger espectáculos en estos días de levante y altas temperaturas. A uno le entra la duda si el respetable se hizo con los folletos de Alcances para conocer la programación o para usarlos de improvisado y balsámico abanico.

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