La recuperación no está siendo un estímulo para la inversión en innovación en Andalucía, o al menos eso es lo que nos dicen los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Según este organismo oficial, el gasto en I+D en la Comunidad Autónoma en 2016 ascendió a 1.359 millones de euros, un 7,9% menos que el año anterior, cuando sumó 1.476 millones. Se trata de la mayor caída desde 2012, el peor año de la crisis, ejercicio en el que se desplomó un 10,1% desde los 1.648 millones. Desde entonces ha encadenado ligeras bajadas, hasta 2015, cuando subió ligeramente el gasto. En 2016 vuelve a caer y además se sitúa en el menor nivel desde 2006, con lo que la I+D en Andalucía retrocede más de una década.

En la comparación con España el panorama es aún menos halagüeño, porque a nivel nacional la inversión sí sube, un 0,7%, hasta 13.259 millones de euros. Sólo otras cuatro comunidades, Cataluña, Canarias, La Rioja y Extremadura, registran descensos, pero no tan acusados como Andalucía. El peso andaluz en el gasto total es del 10,3% (por debajo del peso del PIB, que ronda el 13%), en un contexto dominado por Cataluña y Madrid. Entre ambas copan prácticamente la mitad del gasto en I+D de España.

La inversión con respecto al PIB en el sur, además, desciende por debajo del 1% del PIB, hasta el 0,92%. En 2014 y 2015 había permanecido ligeramente por encima de esa cota, pero este año ha caído y lo ha hecho además con un claro retroceso de posiciones. Andalucía queda relegada al octavo puesto en el ranking en este indicador, cuando en los últimos años había sido la quinta, eso sí, siempre por debajo de la media española, situada en el 1,19% (1,22% en 2015)

Por sectores, esta vez es la Administración Pública la que reduce más el gasto, cuando tradicionalmente el que había dado más muestras de debilidad en los últimos años había sido el empresarial. Así, el gasto del sector público se desploma hasta los 276 millones de euros, un 13,2% menos que en 2015. En este caso hay que remontarse a 2005 para encontrar un dato peor: 243 millones. Siempre, desde 2007, la inversión de la administración en I+D había estado por encima de los 300 millones. Con respecto al resto de España, el gasto en I+D público representa el 11,3% del total.

Las empresas no caen ni mucho menos tanto, sólo un 0,8%, hasta los 501 millones, pero ya estaban en 2015 en una situación de mínimos de una década, y sólo representan el 7% de la inversión española. El gasto en 2009 fue muy similar, de 503 millones, para luego subir a 620 en 2010 y comenzar a partir de entonces a descender con algún ligero rebote hasta la situación actual.

El sector que más invierte en Andalucía en I+D es el de la enseñanza superior, con 579 millones en 2016. Pese a ello, el descenso es muy significativo con respecto al año anterior, del 10,9%, y se está muy lejos de los 709 millones que se llegaron a alcanzar en 2011. Éste es, con todo, el único ámbito en el que Andalucía tiene un peso apreciable en el gasto, de un 15,9%.

Respecto al personal adscrito a estas actividades, en Andalucía no cae tanto en porcentaje como el gasto, con lo que, si puede servir de consuelo, aumenta la productividad. La región empleó a 23.121 personas, un 1,7% menos que el año anterior y fue una de las cuatro únicas comunidades donde descendió el empleo. A nivel nacional, la ocupación se elevó un 2,5%, hasta 205.872 personas.

A nivel general, la fundación Cotec para el impulso de la innovación indicó ayer que según los últimos datos de Eurostat, España constituye, junto con Portugal y Finlandia, una excepción en Europa, al tratarse de los tres únicos países que todavía no han recuperado los niveles de inversión previos a la crisis económica. En la actualidad, España invierte un 9,1% menos en I+D que en 2009, mientras que la UE en su conjunto invierte un 27,4% más.

Su evolución contrasta con la de las otras cuatro grandes economías del continente: el Reino Unido (+39%), Alemania (+37%), Francia (+13%, dato de 2015) e Italia (+12%). Igualmente, advierte de que la posición de España en I+D no se corresponde con su potencial económico, pues en el ranking europeo de inversión en I+D, España ocupa la posición 17 entre los Estados Miembros.