Cádiz

La ciudad reclama un puerto de usos múltiples con cruceros, hoteles y jardines

  • El proceso participativo dirigido por la APBC y por la UCA dibuja un muelle "de vocación productiva que genere empleo" y que, a su vez, "mejore la calidad de vida de los gaditanos"

Los estudios buscan una integración entre el puerto y la ciudad que no deje de lado el sector de los cruceros.

Los estudios buscan una integración entre el puerto y la ciudad que no deje de lado el sector de los cruceros. / JESUS MARIN

Ahora toca meterle mano al pastel. Es hora de entrar en faena una vez que tanto la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) como la Universidad de Cádiz (UCA) han escuchado a aquellas voces de la ciudad que, desde sectores sociales, empresariales y políticos, han querido opinar en un proceso participativo que no ha brillado precisamente por eso, por su participación.

El pasado 25 de noviembre se descorchó este proceso participativo encargado por la APBC y puesto en manos del profesor responsable del grupo de investigación Gestión Integrada de Áreas Litorales, Juan Manuel Barragán. Gracias a su tesón, el puerto de Cádiz tiene por fin un proyecto de futuro que cuenta, en teoría, con el acuerdo y el consenso de la ciudadanía.

En el proyecto de puerto se dibuja uno o dos pequeños hoteles cerca de Puerto América

A través de sus conferencias, mesas redondas, debates y talleres participativos, durante seis meses se ha estado escuchando a la ciudad para que ésta, en boca de representantes sociales, empresariales y políticos, diga qué quiere hacer con su puerto del siglo XXI.

El proceso participativo ha terminado por dibujar cómo quiere el gaditano que sea su puerto pero, más que el propio esbozo en sí, ha sorprendido a los gestores de este proceso participativo el gran consenso existente entre todos los actores que han entrado a opinar sobre su proyecto portuario y la integración entre el muelle y la ciudad.

Fue realmente en el segundo taller participativo celebrado hace algo menos de un mes en la Sala Argüelles del Edificio Constitución 1812, el que empezó a dibujar sobre suelo portuario los usos que la ciudad quiere y los que los empresarios necesitan para que quede garantizado el futuro de la actividad portuaria.

En dicho taller se trabajó con dos grupos que intentaron en todo momento concretar tanto los usos como las actividades. Ambos grupos optaron por otorgar una mayor importancia a las actividades productivas portuarias y propusieron que Cádiz apostara por constituirse como puerto base para el turismo de cruceros.

El denominado Grupo 1 propuso el muelle Alfonso XII y el Reina Sofía (la parte izquierda del puerto visto desde Canalejas) como el espacio preferente para el atraque de crucero, liberando el Muelle Ciudad (el del frente urbano) del atraque de cruceros para que la ciudad tenga liberado el acceso a la lámina de agua.

En cuanto a la zona del puerto más cercana a la Plaza de Sevilla, este grupo la identifica como el lugar idóneo para el uso hotelero y hostelero, así como para el transporte intermodal, dada su cercanía con la futura estación de autobuses y de ferrocarriles.

Igualmente se propone una zona verde en el Muelle Ciudad en la zona próxima a la Plaza de Sevilla. Este espacio ajardinado se extendería hasta la Punta de San Felipe, formando así una especie de cinturón verde, que "suavice la interacción puerto-ciudad", tal y como aparece en el borrador, al que ha tenido acceso Diario de Cádiz, que la Universidad ha hecho llegar a los colaboradores de este proceso participativo.

Este documento, aún pendiente de las alegaciones que quieran formular todos los grupos ciudadanos, empresarios y políticos que han querido participar de manera voluntaria, deberá ser ahora presentado oficialmente en público. Posteriormente estos contenidos y propuestas servirán para orientar los documentos que aún quedan por redactar con la morfología de este puerto del siglo XXI, Plan de Usos, Plan Especial de Puertos, etcétera.

En la zona de la actual terminal de contenedores se proyecta un espacio de usos mixtos, en los que se proponen usos relacionados con el pequeño comercio con productos que puedan captar la atención de los cruceristas. A su vez allí podrían tener cabida usos deportivos al aire libre, empresas de base tecnológica, así como un espacio para su empleo para la organización de eventos puntuales (por ejemplo para ubicar todos los años la carpa de Carnaval), que también podría ser empleado para el aparcamiento de vehículos de forma puntual cuando existan eventos o situaciones especiales que lo necesiten.

Sobre la mesa también se ha puesto un espacio destinado a la construcción y reparación naval de pequeñas embarcaciones.

El edificio Ciudad del Mar, abandonado desde hace 15 años, también ha formado parte de este sueño o proyecto ciudadano. Este inmueble ubicado en la zona de Puerto América podría acoger usos relacionados con el I+D+I (universidad, centros de investigación, etcétera). Además proponen dotar a este edificio de un uso museístico y, en menor medida, para la organización de grandes exposiciones.

De manera complementaria, en este segundo taller se apostó también por que el uso hostelero siguiera predominando en la Punta de San Felipe y por que el carril bici llegue también hasta esa zona de la ciudad, mejorando así su conexión con el resto de Bahía.

Otro grupo participante en estos talleres coincidió en muchas de sus propuestas con lo hasta ahora enunciado. Añadir, añaden, por ejemplo, un gran aparcamiento en la Plaza de Sevilla o un espacio en el Muelle Reina Victoria, donde ahora atraca el catamarán de El Puerto y Rota, precisamente para las excursiones turísticas marítimas, "ya que de esta forma se puede vincular con el transporte metropolitano", según consta en el borrador.

Este grupo, también integrado por representantes vecinales, políticos y empresarios, "dibujaba" un pequeño hotel en la actual terminal de contenedores, así como pistas deportivas al aire libre o incluso alguna cubierta. Este destino hotelero sale también a relucir cuando hablan del edificio abandonado de Puerto América.

Los responsables de todo este proceso participativo, con el profesor Barragán a la cabeza, destacan que quizá lo más destacable en todo este proceso es el "alto grado de consenso existente". A su vez, también destacan lo sorprendente del unísono rechazo a los usos residenciales de toda condición.

Así, el modelo de puerto debe se considerado como un espacio portuario de usos múltiples y diversos, generador de empleo y de calidad de vida para la ciudad. Otra importante conclusión que destacan los gestores de este proceso es que los hipotéticos terrenos liberados por el puerto deben tener como principal objetivo la generación de empleo.

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