Desde la lejanía, oculta a los ojos de los habituales de las obras urbanas, los trabajos de restauración del castillo de San Sebastián avanzan a buen ritmo y cumpliendo los plazos que, salvo imponderables de última hora, permitirán estar listo para su apertura con el inicio de los actos oficiales del Bicentenario, en 2012.

Destaca el arquitecto coordinador de este proyecto, Santiago Serrano, que desde hace unas semanas se está trabajando de forma muy intensa en el arreglo de las casamatas, uno de los elementos arquitectónicos más espectaculares de la fortificación y que acogerán a diversas exposiciones durante el Bicentenario.

"Estamos volcados en las casamatas. Se ha picado todo el interior antes de proceder a la impermeabilización del conjunto. Ello nos permitirá actuar de lleno en  estas construcciones, preparándolas para su próxima función", destaca Serrano. Será éste un trabajo muy minucioso a fin de evitar en el futuro problemas de humedades, tan habituales en los edificios más históricos de la ciudad.

Junto a esta fase del proyecto se va a comenzar también a trabajar en la consolidación de todo el perímetro amurallado, una estructura de grandes dimensiones y que en algunas zonas se encuentra especialmente deteriorada.

En estas semanas se ha avanzado en la limpieza de todo el terreno, 40.000 metros cuadrados de superficie, eliminando las estructuras más modernas o que no están protegidas por Cultura, descubriéndose con este trabajo lienzos de las viejas murallas y otras construcciones originales.

A la vez que se adelantan en los trabajos de restauración del castillo de San Sebastián, la gerencia del Consorcio del Bicentenario sigue elaborando el plan de funcionamiento de este equipamiento que estará en uso durante la temporada de primavera y verano, para evitar condiciones climáticas adversas.