La fiesta se fue a otro barrio

Aquella noche fue muy distinta a la de cualquiera de las elecciones municipales en las dos últimas décadas. La fiesta no estaba en el Hotel Francia y París, sino a unos pocos metros de allí, en la calle Manuel Rancés, donde muchísima gente cantaba el "Sí se puede" que sirvió de bandera a Podemos. Ocho concejales, muy lejos de los 14 necesarios para la mayoría absoluta, pero los suficientes para que en una operación a tres bandas José María González llegara a la Alcaldía. Los dos ediles de Ganar Cádiz venían casi en el paquete y quedaba lo más complicado, convencer al PSOE. Al final el apoyo no vino por una base ideológica, un programa o un pacto para todo el mandato, sino con el objetivo principal que los unió a todos: echar a Teófila Martínez de la Alcaldía.

Aquella noche del 24 de mayo la todavía alcaldesa intentaba sonreír y vender a la opinión pública que había ganado las elecciones, y efectivamente fue la que más votos sacó, pero tenía muy claro que iba a salir de la Alcaldía en apenas tres semanas, todo lo contrario que ocurría en Por Cádiz sí se Puede, donde José María González veía que aquella copla que cantara un día con su comparsa, "Si yo fuera alcalde", se podría hacer realidad.

Dos años después

Cuando han pasado dos años desde aquella noche, el partido del alcalde juega con el reloj a favor pero también en contra. Por un lado va asentándose y conociendo los resortes del poder, pero por otro, pasa la mitad del mandato con mucha tarea pendiente. El PP va dejando pasar el tiempo pensando que la Alcaldía le va a llegar por inercia sin entrar al meollo de la cuestión, si Teófila debe seguir o no, El PSOE sigue defendiendo su papelón de haber apoyado con la boca pequeña a un candidato y un partido al que no quería. Para colmo, la esquizofrenia instalada en los socialistas a nivel nacional ha venido a complicarlo todo. Y Ciudadanos, con dos concejales en sus filas y sin tarea de gobierno, tiene la fuerza que tiene.

Ciudadanos

Y hablando de la formación naranja, Ciudadanos también ha ido renovando cargos directivos a todos los niveles. En Cádiz la junta la encabeza ahora Sebastián Alba, el que fuera durante algunos años dirigente del sindicato CSIF. Este es un partido que, al menos en Cádiz, todo el papel público recae en los dos concejales mientras que la llamada vida orgánica e interna es mucho menos visible. No obstante, la candidatura de Alba no era la única que se presentó sino que había otra en la que estaban integrados los dos concejales e Ignacio González Dorao entre otros. Sin embargo, por un defecto de forma la candidatura fue rechazada, tal y como viene en los estatutos. Eso ha originado el descontento de algunos afiliados.

Denuncia

Lo normal es que si alguien tiene claro que ha desaparecido material electrónico de Cádiz Conecta cuando hubo el cambio de Alcaldía o que hubo gastos sin justificar, vaya a los juzgados y ponga una denuncia. Todo lo demás, las campañas en redes sociales y amenazar siempre con levantar la alfombra sin hacerlo, es apuntar y no dar.