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Cádiz

El cuidado de la boca como una forma más de integración social

  • Un estudiante gaditano de Odontología participa en un plan de acción para personas con déficit psicomotriz en un pueblo sevillano

Mario García junto a Estefanía España y Cristina Moreno, integrantes del equipo que ha trabajado en Casariche.

Mario García junto a Estefanía España y Cristina Moreno, integrantes del equipo que ha trabajado en Casariche. / d.c.

Mario García Hernández, gaditano de veinte años de edad, tenía claro que junto a los estudios tenía que dedicar tiempo al voluntariado, participando en actividades en beneficio de la sociedad más necesitada. Así, en su etapa como alumno de San Felipe Neri en Cádiz ya participó, entre otros, en programas de apoyo en Afanas.

Ahora, con veinte años y cursando estudios de Odontología en la Universidad de Sevilla, ha aprovechado la primera oportunidad que le ha surgido para plantear un proyecto que, relacionado con su futura profesión, tenía también de forma preferente un importante componente social.

Así, dentro de la asignatura de Odontología Preventiva y Comunitaria, diseñó el programa 'Auténticas sonrisas', a desarrollar en colaboración con la Asociación Crisol-Aydis de Casariche, un pequeño pueblo de Sevilla, y con un equipo al que se integraron dos compañeras de la carrera, Estefanía España y Cristina Moreno.

"En principio pensaba hacerlo en Afanas, donde ya hice el voluntariado, pero una compañera me propuso esta alternativa en Casariche. El objetivo era ayudar a la integración social de personas con déficit psicomotriz, a fin de que ellos se sientan mejor con lo que les rodea proporcionándoles autonomía en todo lo referido a la higiene dental", comenta a este periódico el joven estudiante gaditano.

El proyecto se diseñó en base a tres sesiones. Una dirigido a los padres y madres con un carácter informativo; la segunda con una toma de contacto de los jóvenes y la realización de actividades diversas relacionadas con la higiene de la boca (técnicas de cepillado, dieta adecuada...). Y en tercer lugar un balance de lo realizado, incluyendo la entrega de diplomas, lo que siempre sirve para reforzar la estima de quien lo recibe.

"La verdad es que ha sido un éxito, ha sido genial, una gran experiencia profesional y personal y un gran trabajo en equipo. Desde la asociación con la que colaboramos nos han felicitado y nos han pedido seguir con este programa más adelante. Los padres y padres de estos jóvenes también han resaltado el trabajo que hemos realizado y el beneficio que ha supuesto para sus hijos".

Más allá de la continuidad de este programa, Mario García Hernández está estudiando la posibilidad de participar en otro proyecto de voluntariado en San Fernando

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