educación

La Institución: un buen producto sin clientes

  • Una sola solicitud para el curso que viene ha puesto en guardia a este histórico colegio con 56 años de vida

Hubo un tiempo, el año 2000, en que la comunidad educativa de la Institución Provincial Gaditana se movilizaba, cortando incluso el tráfico, para exigir la puesta en marcha del Bachillerato en el centro. Ahora, 17 años después, la situación es muy distinta. El colegio ya no cuenta con Educación Secundaria que aspire a ese Bachillerato y reza por mantener su única línea de Infantil de 3 años después de que el proceso de escolarización para el curso que viene arrojara una cifra más que preocupante: una sola solicitud. En este vía crucis de despoblación escolar el centro sigue dependiendo, en un caso único en la educación básica en la capital, de dos administraciones. Continúa siendo propiedad de la Diputación, desde su inauguración en 1961, pero es la Junta de Andalucía la que tiene la competencia educativa. Esta dualidad perjudica, la mayoría de las veces, al centro cuando de pedir mejoras o realizar reivindicaciones se trata. Al menos, el convenio progresivo entre ambas administraciones por el que el centro pasará, en pocos años, a manos de la Junta garantizó un tiempo de supervivencia. Eso ocurrió en 2014. El año antes, la Diputación, gobernada entonces por el PP, entendía que ni la demanda de pupitres ni los costes compensaban mantenerlo abierto, llegando a plantear a la Junta "el cierre progresivo". La llegada del PSOE, de nuevo, a la Diputación hace dos años paralizaba el certificado de defunción. "Diputación nos garantiza que mientras vayan entrando niños, el colegio no se cierra. Y ahora que contamos con esta seguridad, no tenemos el respaldo de las solicitudes", lamenta Mario López, el presidente de la Asociación de Madres y Padres (AMPA).

"Queremos que pase a la Junta cuanto antes. Cuando hay un problema, tenemos que recurrir a los dos, que a veces se pasan la pelota uno a otro. A favor, acudimos a la Diputación y es más directo, en Delegación hay más colegios reivindicando lo de cada uno", reconoce López.

En la puerta de la Institución, en la calle Ciudad de Santander, que se ha llevado muchos años sin siquiera rótulo que anunciase que allí había un colegio, puede leerse un comunicado del AMPA donde se dice que el centro está "gravemente perjudicado por la existencia de tres centros concertados alrededor y la pasividad de las administraciones". "Además de un problema de natalidad, hay que repartir. Defendemos que los padres elijan libremente la educación para sus hijos, pero que todos los colegios tengamos las mismas oportunidades y prestaciones. Eso le falta a la pública, con colegios sin un constante mantenimiento y sin vida por las tardes", dice López.

"Como segunda opción es un colegio muy elegido", apunta. Hay buen nivel. Salen niños para entrar en Primaria en colegios concertados. La Institución cuenta con aula matinal, comedor, pista deportiva, un precioso salón de actos, biblioteca y pantallas digitales. "Y un profesorado espectacular", añade el presidente del AMPA. Según López, "muchos alumnos vienen de rebote y cuando sus padres comprueban la calidad de la enseñanza de este colegio, ya no se van". ¿Qué ocurre entonces para que el centro haya recibido solamente una solicitud? López lo achaca al "desconocimiento" y da algunas pistas porque los padres se preguntan "¿es público?, ¿es concertado?, ¿es de Diputación? Mucha gente que no mete aquí a sus hijos porque se cree que va a cerrar".

Surge el tema de la escolarización en San Vicente de Paúl. La línea de las dos de Infantil de 3 años no aprobada por la Junta de Andalucía y que el centro ha conseguido llenar -incluso sobran seis plazas- reportaría, por cercanía, alumnos a la Institución. El AMPA lo tiene claro y pide el "cumplimiento por parte de la Junta del cierre de la línea de Infantil del colegio San Vicente de Paúl, entendiendo que estas solicitudes perjudican directamente al descenso de solicitudes en nuestro centro".

El curso pasado salieron los últimos niños de Secundaria. En este momento, el colegio cuenta con una unidad por curso excepto en 5º, donde hay dos. Ante la falta de alumnos, Infantil de 3 y 4 años han juntado a sus escolares. En total hay 141 alumnos, 17 de Infantil entre las tres unidades (tres, cuatro y cinco años). Hace 15 años había 1.500 pupitres ocupados. Coexistían los dos centros, el actual era el anexo y el otro, el demolido, el histórico, a la espalda, era el edificio principal. El paisaje es poco halagüeño. Así lo dibuja Mario López: "En Cádiz, los colegios públicos se están quedando para personas sin muchos recursos, familias no religiosas, familias con niños con necesidades educativas especiales y niños que estén de paso por la pública porque no han podido entrar de primera en la concertada". De momento, la Delegación Territorial de Educación ha garantizado que el próximo curso no se cerrarán líneas de Infantil en la escuela pública. Pero puede ser pan para hoy y hambre para mañana. El problema tiene largo recorrido. Y la Institución guarda entre sus 56 años de historia demasiados sustos como para confiarse.

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