Espués de catorce años de abstinencia, la ciudad de Cádiz cuenta con una nueva plaza de toros.

Ayer, día de Corpus, tuvo lugar la solemne inauguración con un sol extraordinario y una temperatura deliciosa.

Las obras del coso gaditano número 13 seiniciaron en 1923 y fue derribado en 1976

Desde las tres de la tarde, una caravana incesante de automóviles, coches de caballos y tranvías iniciaron el desfile desde las Puertas de Tierra hacia el nuevo coso taurino. El lleno fue absoluto, con la presencia de numerosos aficionados llegados desde otras poblaciones. En el centro del ruedo estaba colocado un monumental tapiz con el escudo de la ciudad y un letrero con la frase: "La ciudad agradecida a los donantes de las acciones. Viva Cádiz". Una gran colgadura con los colores nacionales cubría el antepecho de los palcos y sobre el de la presidencia ondeaba el pendón de Cádiz. La entrada a las localidades de las mujeres guapas vistiendo la clásica mantilla española fue saludada por los animosos aficionados de la solanera. Otra gran ovación se llevaron las cigarreras, que ocuparon varios palcos. La corrida fue presidida por el alcalde, Ramón de Carranza, asesorado por el famoso diestro Antonio Fuentes. Se lidiaron toros de Indalecio García, antigua de Rincón, buenos y manejables, para los diestros Valencia II, Algabeño y Posada. Los toreros estuvieron bien en líneas generales, destacando Posada, que cortó las orejas y el rabo de su primer enemigo. El primer toro lidiado se llamó Milagroso y su cabeza será disecada para colocarla en una dependencia de la plaza. A la terminación de la corrida, los vehículos fueron en desfile hasta el parque Genovés.

El alcalde ha nombrado el personal fijo de la nueva plaza de toros de Cádiz. El conserje es Manuel González Púa, el jefe de los porteros, Antonio Barce y para maestro de chiqueros se ha contratado a Eduardo Chaín. En cuanto al bar de la plaza, al no haberse presentado nadie a concurso, se ha adjudicado provisionalmente a Ramón Fontela, que ofreció dos mil dos pesetas.