Cádiz

La Barriada de la Paz vive una realidad social de "parálisis y desesperanza"

  • La Asociación Pro Derechos Humanos ha elaborado un informe sobre la situación de esta zona

  • A la falta de acceso a la vivienda y la precariedad laboral se une la vuelta de la droga

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía en Cádiz (APDHA) ha elaborado un informe sobre la 'Situación social y vulnerabilidad en la Barriada de la Paz', que presentaron ayer el presidente de la entidad, Rafael Lara; la coordinadora del proyecto, Talía Ardana, y uno de los integrantes del mismo, Israel Rodríguez.

El informe pretende ser una radiografía de la realidad social de este barrio, con el objetivo de ayudar a paliar las dificultades que viven sus habitantes. La APDHA ha desarrollado una labor investigadora en la que ha contado con la participación de agentes claves, tanto públicos como privados, que están vinculados con el Programa de Zonas con Necesidades de Transformación Social (ZNTS).

El estudio destaca "la desafección y la falta de ilusión de los jóvenes por el futuro"

Centros educativos, sanitarios, entidades deportivas, servicios sociales, Fundación de la Mujer, asociaciones vecinales, Iglesia y ONG's han dado su visión del entorno, aportando una información que se ha completado con estadísticas, estudios anteriores, legislación vigente y los recursos existentes.

Israel Rodríguez, que también es vecino de la Barriada, tomó la palabra para señalar que tanto los que viven fuera como los habitantes de esta zona "tienen la percepción de que se trata de un barrio marginal", que sobresale por la "falta de oportunidades laborales y viviendas precarias y en el que se está notando la vuelta de la heroína a las calles". En este sentido alertó de una situación similar a la vivida "en los años 80, con peleas en la calle y violencia, lo que provoca que haya ciertas zonas que no se puedan transitar".

Talía Ardana expuso que el trabajo ha atendido "más a lo cualitativo que a lo cuantitativo", para tratar de evitar situaciones de exclusión comunes y cotidianas. Destacó que la Barriada de la Paz es un espacio "con una deteriorada dotación de equipamientos e infraestructuras, con una deficiente urbanización en cuanto a zonas de ocio y participación, con falta de edificios administrativos, comerciales y formativos y con calles sucias e inseguras".

La vivienda es uno de los males endémicos de la zona, ya que del estudio se extrae que es común que en un domicilio se hacinen varias generaciones, debido a la inestabilidad laboral, la ausencia total de trabajo y las escasas oportunidades de los miembros más jóvenes de la familia.

Precisamente los jóvenes junto con las mujeres han sido los dos sectores en los que más ha ahondado el informe, que resalta, según Talía, "la desafección y la falta de ilusión por el futuro de los jóvenes", que ven la precariedad y la pobreza como compañeros de viaje de los que es casi imposible desprenderse.

El bajo rendimiento académico y las altas tasas de abandono escolar también son factores claves en la realidad social de este barrio, a pesar de contar en el entorno "con profesionales de la enseñanza muy comprometidos".

En cuanto al género femenino, la coordinadora del proyecto señaló la prevalencia "de importantes valores patriarcales y estereotipos de género, lo que conlleva el desempeño de trabajos poco valorados por la sociedad y el peso y cuidado de la familia, lo que permite pocas posibilidades de desarrollo".

El estudio recoge que lo que más abunda en esta zona es el "trabajo informal y/o sumergido, en condiciones altamente precarias, con ninguna o escasa seguridad y salarios bajos o muy bajos". Esto se traduce en que apenas hay transformación social en la zona, a pesar del paso de los años, por lo que la exclusión social de sus vecinos se mantiene.

Rafael Lara cree que lo que necesita la Barriada de la Paz "son recursos humanos y materiales", para revertir una situación "de parálisis y desesperanza. Hemos notado una falta de ilusión que se ha convertido en un estigma de sus habitantes, que hace que vivan en una pequeña balsa que hay que remover".

El presidente de la APDHA sostuvo que la zona cuenta con muchas deficiencias en el espacio urbano "por el abandono de las administraciones". Desde su punto de vista, la puesta en marcha hace quince años del Programa de Zonas con Necesidades de Transformación Social por parte de la Junta "no ha dado resultados", a la vez que recordó que "tampoco el Ayuntamiento ha sabido poner en marcha medidas que palien esta situación".

Por todo ello reclamó una actuación coordinada y efectiva de todas las administraciones a partir de las conclusiones que expone el informe para, con la ayuda del tejido asociativo, conseguir la participación y el empoderamiento de los vecinos y llegar a realizar cambios que realmente transformen la realidad del barrio.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios