No se sabe a ciencia cierta quién fue el primer miembro de la familia del Toro y Quartilliers que ingresó como hermano de la Archicofradía del Ecce Homo. Desafortunadamente, no se han localizado estos datos exactos pero sí podemos establecer ciertas hipótesis a partir de la información localizada. Sabemos que fueron hermanos de la Archicofradía diferentes miembros de la familia: Doña Carlota Cuartillers y Picaso -así se escribía el apellido en esa época- (tía materna de Cayetano), Rosario del Toro y Quartilliers (hermana de Cayetano) y Cayetano del Toro Calatrigo, José del Toro Calatrigo y Enrique del Toro Calatrigo (hijos de Cayetano del Toro). Esto nos hace suponer que existía una fuerte vinculación devocional y afectiva entre la familia y la Archicofradía antes que Cayetano ocupase cargos o puestos determinantes en las cofradías. Podemos plantear varias hipótesis: a) Que influyese la cercanía del domicilio familiar (en la calle Verónica, hoy José del Toro) con la Iglesia de la conversión de San Pablo; y b) Que la vinculación procediese, con anterioridad, desde la familia materna de D. Cayetano. Sea como fuere, parece que la familia del Toro estaba muy cercana a la Archicofradía. A diferencia de otras corporaciones en que se encuentra D. Cayetano, su hermano (Enrique) y algunos de sus hijos, en Ecce Homo, su presencia es constante y antigua (y desvinculada a ninguna representación por razón de cargo público). A lo largo de las Actas, aparecen los pésames por los fallecimientos de los "hermanos" a D. Cayetano y la familia, lo cual muestra que era algo más que un "pésame de cortesía".

La época de D. Cayetano del Toro en la Archicofradía de Ecce Homo coincide con la situación general de decaimiento y crisis de las cofradías gaditanas. Hasta 1892, la hermandad está abocada a la desaparición: deudas insoportables con hermanos de antiguas juntas de gobierno, ausencia de cultos y sin procesionar. Recordemos que en aquella época eran tan importantes y valorados los cultos internos como los externos. Por ello, no celebrar los cultos internos con el decoro y magnificencia esperada era un fracaso para cualquier cofradía. Así, en 1892, se forma una nueva junta de gobierno que va a intentar hacer resurgir (casi podemos hablar de "refundar") la Archicofradía. Como Mayordomo 1º de esa Junta se nombrará a Fernando Rodríguez de Silva, amigo íntimo, colaborador, correligionario político y "mano derecha" de D. Cayetano (que acababa de ser nombrado primer Presidente de la recién institucionalizada Junta de Procesiones en 1891). Ya en 1892, se decide nombrar Protector de la Archicofradía a Cayetano del Toro. No será casualidad esta decisión con el resurgir de la corporación.

Tras una progresiva recuperación económica con las valiosas gestiones de los miembros de la junta de gobierno y la ayuda de la Junta de Procesiones presidida por Cayetano del Toro, la Archicofradía empieza un camino de prosperidad, cultos internos con predicadores muy celebrados, procesiones cuidadas en detalles y exornos admirables.

Así, en 1901, será elegido Prioste D. Fernando Rodríguez de Silva que dará aún mayor prestancia a la Archicofradía cuando en 1904 adquiere a su propia costa el vestuario para una escuadra de romanos (que este año, afortunadamente, vuelve a recuperarse). Debe señalarse que, a la vez que Rodríguez de Silva era Prioste de Ecce Homo, era también Mayordomo de la recién creada cofradía de la Buena Muerte. La escuadra romana la integran hermanos de Ecce Homo y procesionarán también con Buena Muerte y con la insignia de la Archicofradía. De esta noticia se deducen los estrechos vínculos entre Ecce-Homo y Buena Muerte, es decir, entre Rodríguez de Silva y Cayetano del Toro en beneficio de la Semana Santa y sus procesiones.

Debido a la mala salud de Rodríguez de Silva, éste no puede proseguir en el cargo y solicita que la Archicofradía elija otro Prioste, proponiendo que sea Cayetano del Toro. Efectivamente, en 1908, Cayetano del Toro y Quartiellers será elegido unánimemente nuevo Prioste de la cofradía y reelegido anualmente hasta su fallecimiento en 1915. Para esa fecha, la Archicofradía ya se encuentra estabilizada económicamente, con creciente número de hermanos y en su celebración de cultos internos. Las procesiones dependerán en dicho periodo de diferentes circunstancias pero Ecce Homo será de las que suelen ser salir todos los años, así como participar en las Magnas, con sus túnicas blancas, capirotes y capas rojas, clarinero, paso de cruz de perlas iluminado eléctricamente, guiones y estandartes, porta-cirios con servidores a la Federica, farolas, banderolas, farolas con guarda brisas, presidencia, flores, los pasos de los titulares, sección de romanos, banda de música militar, preste y clero. Hace más de cien años….