Manuel María de Bernardo, alcalde de San Fernando, rompió el pasado lunes nueve meses de silencio desde su última comparecencia en relación al millonario desfalco de la caja municipal. Fue en el mes de abril y entonces dedicó sus palabras a defender su inocencia y la de todo su equipo. Ellos no habían -literalmente- metido la mano en la caja. Esa misma idea, respaldada ahora por el sumario, es la que sigue arropando su discurso, al que ahora se suman, de una manera discreta, otras aportaciones, como el reconocimiento casi evidente de que algo no se hizo del todo bien en el ejercicio de control de esa área de la Delegación de Economía y Hacienda.

-¿Se considera usted responsable político de la desaparición de los 7,8 millones de euros?

-Yo soy el político que dirige este Ayuntamiento y creo que he actuado con responsabilidad desde que tomé posesión, responsabilidad en la gestión presupuestaria de este Ayuntamiento, responsabilidad en la dación de cuentas al pleno, a la Cámara de Cuentas, al Ministerio de Economía y Hacienda. También en poner en conocimiento de este triste suceso al Tribunal de Cuentas. He sido un alcalde en un Ayuntamiento que en épocas gordas ha sabido gestionarse de una manera correcta, que no ha tirado la casa por la ventana, no estamos viviendo situaciones como en otros de impago de nóminas, de expedientes de regulación de empleo, de deudas millonarias a Seguridad Social. No hemos llevado a este Ayuntamiento a una situación de bancarrota como otros. El día a día de los servicios básicos se cumple y esa es la responsabilidad que he venido ejerciendo.

-¿Y en cuánto al robo?

He cumplido todas mis responsabilidades. No he dejado de hacer nada que tuviera que hacer. Desde tener los mejores sistemas informáticos que hay en el mercado, hasta el personal correspondiente, dar cuenta anualmente a todas las administraciones. Porque, en el tema de las responsabilidades políticas, ¿dónde está el suelo y el techo? ¿Tiene que dimitir un alcalde que ha llevado a una bancarrota a un Ayuntamiento? ¿O tiene que dimitir un alcalde que, desde una gestión responsable, ha sufrido un robo? ¿Hasta dónde está la responsabilidad? A los responsables políticos a los que yo doy cuenta permanentemente tampoco les ha llamado la atención. Ojo, no estoy acusando a nadie. En el momento en el que no me considero responsable no los considero tampoco a ellos.

-¿Y es usted responsable de vigilar las cuentas?

-Las cuentas presupuestarias las veo permanentemente y gracias a esas cuentas este Ayuntamiento no está en la bancarrota. Otra cosa es la caja, responsable de vigilar la caja no soy.

-Pero sí hay otros que lo son, tesorera o interventor, por ejemplo. Tanto sobre ellos como sobre la delegada de Hacienda no se han tomado medidas por el momento, ¿por qué?

-El sumario debemos tenerlo tres partes, el Ayuntamiento y los abogados defensores de las dos partes imputadas. Y sigue en una fase de instrucción, por tanto no es público, aunque se haya abierto. Puede que haya más declaraciones, puede que se soliciten diligencias complementarias, en definitiva la instrucción del sumario no ha terminado y hasta ese momento esto es lo que puedo decir. Porque voy a respetar el sumario hasta el final.

-Entonces, mientras el sumario siga instruyéndose ¿no va a tomar ninguna decisión?

-Tomaré las decisiones que me toquen en relación a mi responsabilidad como alcalde en todos los términos que tenga que tomarlas. Quizá para algunos políticos hubiera sido muy fácil echar balones fuera. Pero mis decisiones tienen que ir acordes a los tiempos y a la responsabilidad que tengo como alcalde, que he llevado a cabo desde el primer día , quizá con algunos errores, por los que pido disculpas. Lo que ha sucedido en este Ayuntamiento, que me ha cogido a mí como alcalde, ha hecho cambiar los procedimientos de muchos controles en muchas instituciones públicas. Al menos para esto ha servido.

-Pero la realidad hoy, en el Ayuntamiento isleño, es que la tesorera y el interventor siguen en sus cargos, hay muchos ciudadanos que reprueban este hecho.

-Son cuerpos de la administración nacional y siguen en sus puestos. Las personas tienen derecho a pensar lo que crean, yo estoy en una instrucción de un sumario y creo que estoy procediendo correctamente. Tomaré las decisiones que toque cuando finalice la instrucción del sumario. Echar balones fuera y cortar una cabeza es muy fácil. Quizá lo más difícil es hacer lo que estoy haciendo, actuar como debo de actuar.

-En su comparecencia del lunes puso mucho empeño en defender que ni usted ni su equipo habían robado nada de la caja, cuando en el sumario esta idea parece quedar perfectamente clara, ¿por qué tanta insistencia?

-No, no ha quedado totalmente clara. La gente no está al día al mismo nivel que políticos y periodistas. Por eso es importante recalcarlo, eso es para mí lo más importante, las manos limpias de este Gobierno municipal. No todos los casos de este tipo que ha habido en otros ayuntamientos pueden decir lo mismo. La honradez y el honor son fundamentales. Es importante que eso quede claro. Yo me siento en la necesidad de decirle a mis vecinos que tienen un alcalde honrado y honesto. En los tiempos que corren es muy importante. Porque en estos nueve meses que he guardado silencio se han sembrado dudas insidiosamente, se han hecho declaraciones jugando al límite de la querella, se han controlado estratégicamente las declaraciones para sembrar la duda sobre mi equipo. Se han utilizado términos como descontrol en vez de fallos en el control, por ejemplo, y tienen unas repercusiones muy distintas.

-Entre esos ciudadanos a los que usted le ha querido dejar claro que es honrado, hay cerca de 2.000 que salieron el jueves pasado a la calle para pedir su dimisión, ¿qué tiene que decirles?

-La protesta se convocó por cuatro motivos, el primero, por la asunción de responsabilidades políticas por el robo de la caja. Segundo, por los impuestos, cuando se ha demostrado que son los más bajos de la Bahía de Cádiz; tercero, por la corrupción en el alcantarillado, que también ha quedado resuelto con la resolución de la Fiscalía y cuarto, por el caos de la ciudad. ¿Pero a qué caos se refiere?Aquí hay un gobierno estable, hay una gestión presupuestaria que permite afrontar los retos que tenemos por delante y hay muchas obras importantes para el futuro de la ciudad. Incluso en el caso de las inundaciones se ha mejorado. Luego, ¿dónde está el caos?

-¿Pero no es suficiente motivo el hecho de que hayan desaparecido 7,8 millones de euros?

-Es suficiente motivo ése, pero que no esgriman otros entonces, cuando se han caído por su propio peso. Sé que muchos de los que se han manifestado lo han hecho porque estan indignados por el robo, ¿cómo no van a estar indignados? El primer indignado soy yo. Respeto a los que han ido y sé que muchos lo han hecho de buena fe, entendiendo que yo debo dimitir. Espero, una vez termine la instrucción, poder hacerles llegar una reflexión. Quiero dar muchas explicaciones a esas personas de buena fe, y también a las que han dudado de mí. Me tendrán a su disposición. Y estoy dispuesto a tirarme a la calle y contarlo puerta por puerta.

-¿Y no se le ha pasado por la cabeza dimitir?

-En ningún momento. En los primeros meses hubiese sido dar la razón a las insinuaciones que se vertían sobre mí. Más adelante, cuando me doy cuenta de que esas insinuaciones no tienen peso, tampoco, porque he salido reforzado, y más ahora, cuando los ciudadanos saben de mi honradez.