La primera unidad del tren-tranvía de la Bahía, utilizada en las pruebas dinámicas que se llevaron a cabo entre San Fernando y Chiclana a lo largo del pasado mes de noviembre, ha dejado las cocheras de la estación de tren de Santa Justa en Sevilla, donde ha permanecido estos seis meses, para regresar a Irún. El traslado, que aleja al tranvía de La Isla y también la posibilidad de acometer las pruebas que se iban a hacer en abril pero que todavía están pendientes, se llevó a cabo a principios de la pasada semana.

Según la Agencia de Obra Pública de Andalucía, la marcha de esta unidad -la que más kilómetaje tiene de todas las fabricadas (más de 13.000, según los registros)- se ha llevado a cabo ante la necesidad de completar las pruebas de homologación del prototipo de tren-tranvía que son necesarias para garantizar su próxima puesta en marcha entre Cádiz y Chiclana y para que pueda circular tranquilamente por la vía férrea en un futuro. Para terminar con este proceso hay que llevar a cabo las últimas comprobaciones. Es lo que se llama la fase de fiabilidad, que requiere de ajustes en la unidad que tienen que llevarse a cabo en la factoría CAF de Irún, donde además se desarrolló el grueso de las pruebas para su homologación. De ahí el traslado del tren-tranvía desde la estación de Santa Justa, donde estuvo aparcado antes y después de los test que ejecutaron por la calle Real y hasta Chiclana. De hecho, existía un problema de espacio ya que la unidad ocupaba una de las cocheras de Renfe desde hacía ya más de medio año y se estaba estudiando su traslado a otra zona. Asegura la Agencia de Obra Pública de Andalucía que Renfe había puesto sobre la mesa otras alternativas para mantener en Sevilla el tren-tranvía (se planteaba su traslado a lo que se conoce como una playa de vías, en este caso cercana a Santa Justa). No obstante, al requerirse la unidad para terminar las pruebas de homologación se ha optado finalmente por su traslado.

En esta situación influye también el hecho de que todavía no se dispone de fecha para las segundas pruebas que estaban previstas en el marco de la Bahía de Cádiz. La fecha inicial que se había fijado para el pasado mes de abril tuvo que aplazarse al carecer la Junta de Andalucía de la correspondiente autorización del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif, dependiente del Ministerio de Fomento, para trasladar la unidad a través de la vía férrea, como ya se había hecho en noviembre.

Según explicaba la Consejería de Fomento hacía apenas unos días, acababan de reiniciarse tras las elecciones municipales las conversaciones con el Ministerio de Fomento para tratar todas las cuestiones que el proyecto tiene pendientes de cara al futuro, entre ellas, además de estas segundas pruebas previas a su puesta en marcha, el uso de la vía férrea, su homologación y el operador que gestionará el tren-tranvía, toda vez que Renfe ha afirmado que no se hará cargo.

Por el momento, se desconoce cuándo terminarán las pruebas de homologación -esta fase de fiabilidad- que ahora se van a realizar en el norte de España. La Agencia de Obra Pública reconoce que es una cuestión difícil de precisar, pero está claro que el tren-tranvía tardará en volver a verse circulando por la Bahía. Entre tanto, prosiguen los trabajos para la reposición de la plataforma tranviaria a lo largo de la calle Real y la instalación de las polémicas marquesinas.