El apadrinamiento lector tiene premio
Luis Miguel Romero, profesor del colegio Casal Carrillo, se ha hecho con el segundo premio del concurso Antonio Domínguez Ortiz sobre innovación y mejora en la práctica educativa
Llevar a los mayores con los pequeños a que les lean un cuento no es nada extraño en los colegios. Convertirlo en la fórmula para enseñar la asignatura de lengua sí es excepcional, más cuando se plasma en un proyecto detallado y gana un premio: Apadrinamiento lector quedó segundo en el concurso Antonio Domínguez Ortiz, sobre innovación y mejora de la práctica educativa que concede la Junta de Andalucía. El responsable de ello es Luis Miguel Romero, docente del colegio Padre José Casal Carrillo.
"Cuando lo presenté no pensé que fuera a ganar porque hay proyectos que concursan en varias ediciones, cada año con mejoras. Pero lo hice concienzudamente y fue pasando los filtros", explica este licenciado en Educación Física y en Psicopedagogía que acumula cuatro años de experiencia en la enseñanza: uno en Jerez, otro en Cádiz y dos en San Fernando. La iniciativa, detalla, se lleva a la práctica en sexto de Primaria, aunque él no ha podido dar clases hasta ahora en ese curso. Por eso, reconoce, cuenta con la colaboración de los tutores para desarrollar la idea que nació como una propuesta de la biblioteca de la que él se encarga en el centro. "Los alumnos de sexto van una vez al mes con los niños de tres años a leerles el material que ellos mismos han elaborado durante las semanas previas a esa visita, esencialmente en su tiempo libre, en los recreos, aunque se trabaja en clase", apunta. Si en el aula se explica qué es un cuento ellos tienen que escribir uno. Este año, por ejemplo, entre los personajes debían estar tanto el padrino como el ahijado. Cuando se trata de teatro deben desarrollar los diálogos, hacer las acotaciones del narrador, preparar los ensayos, diseñar el vestuario. La novela se adapta a cómic para hacerla más visual para los pequeños "El objetivo no es el examen, sino ese material que luego tienen que presentar ante los niños de 3 años. Es lo interesante: ven que lo que hacen tiene un final y les motiva hacerlo bien para el ahijado. Por eso no dejan su tarea", sostiene Luis Miguel Romero sobre las bondades de esta experiencia que alcanza ya su segundo año en funcionamiento.
Todavía, cuenta, no ha tenido la oportunidad de ponerlo en práctica él mismo en clase al 100% -es tutor de tercero de Primaria-, pero este curso al estar por escrito resulta más fácil su desarrollo puesto que viene recogido paso a paso cómo dar la clase de lengua durante un año sin exámenes y sin metodología tradicional. Eso sí la asignatura toma su curso habitual con la ortografía o la gramática. "Conmigo lo que hacen lo hacen en ese tiempo libre, aunque al menos este año intento seguir las pautas, aunque siempre introduciendo cosas nuevas porque depende del tiempo que se le pueda dedicar o de cómo sea la clase", matiza este docente del Casal Carrillo.
Otro de los beneficios que este centro educativo isleño ha comprobado de la aplicación de este proyecto, denominado Apadrinamiento lector: aprendemos enseñando literatura a los peques, es que ayuda a los alumnos que muestran problemas a la hora de exponer en clase o salir a la pizarra a perder esa vergüenza. "Es sorprendente pero con los pequeños se sueltan. Y eso que cuando lees un cuento tienes que darle entonación, hacer voces e incluso improvisar", comenta.
Curiosamente, Luis Miguel Romero coordina otro proyecto del Casal Carrillo, la Escuela: Espacio de Paz, que se puso en marcha el curso pasado con numerosas actividades y que ha permitido que este año el colegio reciba el reconocimiento como Centro Promotor de Convivencia Positiva, lo que conlleva una cuantía económica para mejorar estas acciones de convivencia escolar: "Empezamos de cero y ya el segundo curso nos han dado esta mención, que no se mantiene sin más. Debemos seguir en la misma línea para repetir porque además la promesa es recibir una dotación económica".
También te puede interesar