Provincia de Cádiz

"No me tienen que echar de menos, estoy agradecido por estos 32 años"

  • Barroso dice que su marcha de la política municipal es ya "irreparable", pero que a partir del 11 de junio se dedicará a hablar de cuantos asuntos considere "liberado ya de la responsabilidad institucional"

Puro en mano y camiseta con las imágenes, entre otros, de Lennin y Marx. Tranquilo y hasta ilusionado, José Antonio Barroso afronta su nueva etapa, la de ciudadano de a pie, sin cargo institucional por primera vez en los últimos 32 años. Estas son sus reflexiones.

-¿Cómo se siente una semana después de las elecciones?

-Tengo sentimientos contradictorios. Se me viene a la mente si hubiese sido mejor no presentarme, pero a toro pasado todo el mundo es capaz de torear. A eso contesto con el interés de la organización en que lo hiciera y parecía que era un ejercicio de responsabilidad que no podía eludir. Y, por otra parte, tengo un sentimiento que hasta los propios compañeros han experimentado más que yo, como es la sensación de haber salido por la puerta trasera después de tanto tiempo y que según ellos no merecía. Esto es, desde luego, lo que menos me preocupa, salir de esta manera, derrotado, machacado y no por la opción ganadora. Me derrota y machaca 32 años ganando elecciones, el hartazgo de la gente, que hay un sector muy importante de la ciudadanía que no comparte muchas de mis opiniones y posturas más allá de lo municipal. Pero también la crisis, que ha golpeado a todo el mundo, pero a este pueblo en los últimos tiempo sobremanera, con la huída del complejo comercial de Altarea, el cierre de Delphi o la caída del sector inmobiliario...

-¿Qué le dijo Julia, su pareja, el domingo por la noche?

-Algo así como que todos los seres humanos necesitamos a veces perspectiva, y eso lo da el tiempo, para analizar lo que tenemos que hacer o lo que hemos hecho. Y si lo necesitan los seres humanos también las sociedades. Y la sociedad de Puerto Real necesitará tiempo para hacer un análisis de lo que ha sucedido en estos 32 años.

-Manuel Cárdenas, coordinador provincial de IU, ha dicho que veía acertada dimisión pero que nadie hiciera leña del árbol caído...

-Para eso este pueblo necesita perspectiva, historia. No se me escapa que muchos de los votos que han propiciado la nueva composición vienen de esas personas que ven como ciertas esas leyendas urbanas que, de manera interesada, se han favorecido en este pueblo. Una parte importante de la ciudadanía ha sido inducida, por razones de interés político y económico, a pensar que tengo negocios en diversos países y sociedades interpuestas. Es una felonía que sólo el tiempo se encargará de rebatir. El tiempo termina poniéndonos a todos en nuestro sitio. Y para eso hay que tener una actitud senequista, esperar a que todo vaya amainando. Van a venir unos malos tiempos para mí, porque ahora van a tratar, como sucedió en el pacto del 95 al 99, de que se concite la atención sobre mí y la gestión anterior para desviar la atención de la gestión de quien llega. Vendrán todo tipo de interpelaciones, imputaciones, de puesta en circulación de leyendas urbanas. Pero la asamblea de IU y el portavoz están preparados; y el coordinador y el grupo están preparados y sabremos contestar

-¿Cree entonces que ha sido el objeto de un juego demasiado sucio, y no sólo en la campaña?

-Vengo siendo objeto de un juego sucio desde hace tiempo, pero no por la Alcaldía en sí. Liquidándome a mí se liquidaban las cosas que yo defendía y defiendo. Nadie mejor que a mí, que he defendido la revolución cubana, los procesos de liberación del pueblo de América latina, los procesos bolivarianos, el socialismo con mayúsculas, que se confiesa comunista... para levantarle todo tipo de infundios para que esas ideas, temidas, no permanezcan. Se inventan grandes almuerzos, fastuosos viajes a Cuba y Venezuela, cuando hace casi tres años que no piso Cuba. O propiedades vitivinícolas en Valladolid, bloques de viviendas en diferentes puntos, hoteles en Cuba. No se trata de quitar a un alcalde que llevaba 28 años, se trata de liquidar una idea.Eso es lo que más me afecta. Se ha llegado a decir la majadería de que yo he engañado a Grande Marlaska cuando me declara insolvente. Se ha llegado a decir en campaña que gano 67.000 euros en Diputación... Se ha dicho a sabiendas de que gano lo mismo que todos los portavoces, con la diferencia de que el 40% se lo lleva mi organización. Y eso lo sabe la gente que lo ha dicho, pero lo ha dicho.

-¿Usted ve la política distinta al resto?

-La futura alcaldesa de Puerto Real debería entender que la política no es un trabajo eventual. Lo que es un trabajo eventual es el cargo institucional, pero la política es todo lo contrario, es el centro de la acción social. Es el centro de la acción del ser humano.¿Qué ocurre? Que aquí la inmensa mayoría de la gente llega a la política por la vía de la institución. Y yo, como la gente de mi hornada, llegamos a la institución por la vía de la política. Y ahora cuando no estamos en la institución seguimos en la política. No estoy en el Ayuntamiento, pero sigo en la política y seguiré opinando en los foros donde se me permita. El problema es cuando gente que se incorpora a la política entiende que cuando dejan de estar en la institución se despiden de ella.

-¿Qué le desea a la próxima alcaldesa, Maribel Peinado (PA)?

-Que acierte y que piense que la gloria es efímera. Cuando entraban los emperadores en Roma tras un triunfo había detrás una persona que decía "recuerda que has de morir".

-32 años dan para mucho. Haga un esfuerzo y elija tres momentos políticos durante este tiempo.

- Hombre, el triunfo del 79, fue absolutamente extraordinario, conmovedor. Un segundo momento político, que se produjo en mí como una implosión interior, fue cuando me abuchearon en la inauguración de la Feria de hace dos años, después de venir del juicio en la Audiencia Nacional por las supuestas injurias al Rey. Fue la primera vez que me habían abucheado en público de manera unánime y en aquel momento sentí que el cordón umbilical entre lo que yo pensaba y la ciudadanía de Puerto Real era muy débil y estaba a punto de romperse. El tercero fue el fracaso personal que supuso para mí el cierre de Delphi. Fundamentalmente porque hubo un momento que estuve convencido de que con una actitud más firme de los sindicatos y los trabajadores Delphi no se hubiese cerrado, al menos en ese momento, y hubiese forzado a ese proceso de reindustrialización tantas veces anunciado pero nunca realizado. Aquel momento me produjo un impacto en el que me hice muchas preguntas. La principal, ¿cómo es posible que ni siquiera aquellos discursos que hacíamos hace años de que el puesto de trabajo no nos corresponde a nosotros sino a nuestros hijos no haya cundido y cunda la cultura de los EREs, ERTEs y prejubilaciones?

-Pero parece que la sociedad ya se ha dado cuenta de eso.

-Pero ya no hay remedio. Hasta que no nos demos cuenta de que un prejubilado es un desempleado que cobra desempleo y que habría que sumar al número de parados, no cambiaremos la dinámica. Aquel momento fue el punto de inflexión de todas las derrotas que han sufrido los trabajadores. Ahí me di cuenta de que esto no tiene solución y tendrán que ser otras generaciones las que soluciones esta tendencia del tejido industrial.

-En esos tres momentos no incluye su derrota del domingo...

-No, porque pienso que es lo mejor que me podía pasar a mí y a la organización. Si se hubiera dado otro resultado, 5 ó 6 concejales, quedar en aguas intermedias, posiblemente ni la renovación de IU se hubiese producido ni mi marcha se hubiera dado. Las razones no serían tan poderosas. Tenía dos alternativas. O ganar con mayoría para gobernar libres de componendas y pactos o salir como lo he hecho.

-Parece que esta derrota le ha venido bien en el fondo.

- En el fondo me ha ayudado, pero la organización ha sufrido bastante más de lo que se ha merecido. Han sido cuatro años de complejidad extraordinaria pero de una responsabilidad y un esfuerzo no reconocido. Y he llegado a la conclusión de que el culpable soy yo. Y me voy sin aspavientos. Se me ha dicho que no he felicitado a la nueva alcaldesa, y no es por nada, sino porque no lo creía una práctica habitual. No recuerdo en 8 triunfos electorales que lo hicieran conmigo, y pensé que daba igual. Pero bueno, que se considere felicitada. Lo que está claro es que mi relación con el ámbito municipal termina el día 11 y es irrecuperable.

-Y, parafraseando la canción, ¿a qué dedicará el tiempo libre?

-Pues me dedicaré a hacer algo de ejercicio, andar, estudiar, revisar papeles, prepararme para los debates... Voy a a estar en todos los que pueda, a emitir juicios de Cádiz, de España y del mundo mundial como diría Felipe González. A partir del día 11, y no desde el resentimiento, me dedicaré a contar cosas, para lo que me pongo a disposición de todos los medios. Antonio Noria creo que también tiene pensado proceder de esa manera. Tenemos mucho que contar y que por lealtad institucional no hemos podido contar y ahora lo vamos a hacer.

-¿Qué es lo que más va a echar de menos?

-La calidez de trato y la complicidad de la que he disfrutado en los momentos más complejos del día a día municipal con un número no muy importante, pero sí notable, de funcionarios y funcionarias y de mis compañeros de grupo. De manera genérica me voy a despedir por e-mail de todos, habrá algunos de los que me despediré personalmente como alcalde, que no como José Antonio Barroso y amigo.

-¿Espera que el pueblo lo eche de menos?

-Me da exactamente igual. Y ojo, no estoy haciendo un gesto de soberbia ni de resentimiento. Sencillamente, libero al pueblo de cualquier obligación que pueda tener para conmigo, no me tiene que echar de menos para nada. Me preguntaban si esperaba que me homenajeen... No quiero ni comida de despedida, ni homenajes de nadie, ni pronunciamientos de nadie, ni homenajes más delante.. Ni vivo ni cuando me muera. A un pueblo que me ha dado su mayoría, en algunos casos aplastante, durante 32 años y que 32 años después decide no dármela, no tengo nada que reprocharle. En todo caso, agradecerle que durante 32 años me haya aguantado. Mi vanidad la tengo más que satisfecha. El pueblo tendrá que tener perspectiva para analizar lo sucedido y comparar lo que he hecho y dejado de hacer. Y el que quiera saludarme por la calle que lo haga con agrado, y quien sienta hacia mí desagrado, que no me salude.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios