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Prisiones Puesta en libertad del preso de ETA José Ángel Echezarreta Mancisidor

Brindis con cava catalán para festejar la salida de un etarra

  • Medio centenar de personas fletan un autobús desde el País Vasco hasta Puerto 1 para celebrar con cante y baile la excarcelación de un miembro del 'comando Araba'

No pocos conductores que circulaban ayer por la mañana por la carretera de Rota a Jerez (A-2078) se quedaron de piedra al contemplar la insólita estampa junto al Penal de El Puerto. Cerca de medio centenar de personas portando ikurriñas (la bandera vasca), txistus y tambores se montaron una fiesta al estilo del Aberri eguna, el día de la Patria vasca, para festejar la puesta en libertad de un preso etarra, el segundo que ha salido de la cárcel de Puerto 1 en los últimos ocho días. Fue en torno a las once de la mañana de ayer cuando abandonó la prisión José Ángel Echezarreta Mancisidor, colaborador del comando Araba de ETA. Y fue recibido como un héroe, con descorche de cava catalán incluido y chiquitos de vino de Navarra, por la amplia comitiva de familiares e integrantes del colectivo de apoyo a los presos etarras que viajaron durante todo la noche desde el País Vasco a bordo de un viejo autobús y de algunos coches particulares. Llegaron en torno a las siete y media de la mañana, y estacionaron en el aparcamiento de la cercana Venta El Cepo. Allí desayunaron y se pertrecharon de 60 barras de pan que habían encargado con antelación, para reponer fuerzas para los más de 1.000 kilómetros de viaje de vuelta.

A las once, fue el primer descorche. El preso etarra salía de la cárcel y fue recibido con cantes y bailes en el aparcamiento. Varias patrullas de la Policía Nacional permanecían apostadas cerca para evitar que pudieran registrarse incidentes. Los agentes, ya para entonces, habían procedido a pedir que se identificaran a varios miembros del abultado grupo de apoyo al preso.

Echezarreta Mancisidor, miembro del sindicato LAB, fue detenido en marzo de 1998, durante una operación de la Guardia Civil que logró desarticular el comanda Araba de ETA, artífice del atentado frustrado en Vitoria contra un edil del PP. Procesado por colaboración con los terroristas, en su casa fueron incautados 120 kilos de explosivos, varias armas, 12 granadas y hasta un mecanismo kamikaze para dirigir un coche bomba sin conductor contra un objetivo.

Tras hora y media de celebración, todos montaron, el recién excarcelado incluido, los menos en coches y el grueso en el viejo autobús, para emprender el viaje de vuelta al País Vasco.

Media hora después, a la una de la tarde, este diario presenció los restos de la fiesta: junto a la venta dejaron dentro de una caja las numerosas botellas trasegadas de vino y cava, una de ellas, con una foto de Echezarreta colocada de etiqueta como homenaje.

Testigos de lo ocurrido aseguraron que hacía años que no se montaba "tal fiesta" por una puesta en libertad de un preso terrorista etarra, ya que en los últimos tiempos los familiares acostumbraban a ser "más discretos".

La semana pasada, la excarcelación de otro preso de Puerto 1, en cambio, pasó desapercibida. Unai Mallabia Sánchez era puesto en libertad y no había nadie para recibirle. Más que nada porque su salida, oficialmente prevista para esta semana, fue adelantada al pasado día 2 al condonarle varios días que le quedaban para cumplir su pena por estancias pasadas en el calabozo. Mallabia fue detenido con su hermana Ainara y otros dos jóvenes de la 'kale borroka' por la quema de un autobús en Bilbao en 2002, siguiendo directrices de la banda terrorista.

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