Aquejado de la enfermedad de Crohn, la inflamación crónica del intestino, Juan José P., un joven de Puerto Real de 23 años, ingresó el pasado 28 de noviembre en el Hospital Puerta del Mar, para ser sometido a una intervención quirúrgica. Y desde que fue intervenido el 1 de diciembre, transcurrieron 12 días de pesadilla en los que hubo de ser operado dos veces más, comunicando el personal a sus padres que "no contaran ya con él, que podía morir de un momento a otro". ¿Qué ocurrió en ese breve intervalo de tiempo?. Pues que el cirujano que lo operó, el doctor V., se 'olvidó' dentro parte del instrumental utilizado, asegura el paciente y sus padres, afirmación que es respaldada por los informes que desde el hospital le han dado a Juan José. Textualmente, que tenía "un cuerpo metálico extraño" en su abdomen consta tanto en el informe de un Tac como en los expedidos por la Unidad de Cuidados Intensivos y en el alta hospitalaria que, por fortuna, obtuvo casi un mes después.

Su padre, además, en declaraciones a este diario ha asegurado que el cirujano le reconoció a él y a su mujer que "se había olvidado algo dentro. A nosotros nos dijo que una gasa y después, por los papeles, nos hemos enterado que era parte del instrumental".

El joven ha interpuesto una reclamación patrimonial contra el SAS, ante lo que considera una "grave negligencia médica", que tramita el abogado José Luis Ortiz Miranda, adscrito a los servicios jurídicos del Defensor del Paciente en Cádiz.

Con todo, lo peor para el progenitor de Juan José, Juan Antonio P., es "el mal trato que le ha sido dispensado a mi hijo en el hospital". Y es que, según asegura, tras la primera operación, le comunican que su hijo "ha salido bien. Pero pronto empezó a tener fiebres de 40 grados. Pese a ello, a los dos días lo pasaron a planta, donde permaneció siete días más, con fiebre alta, sin que le realizaran ninguna prueba".

Sus padres recurrieron a otro médico, que solicitó un Tac urgente. Tras ello, les dijo que había que operarlo otra vez "por posible peritonitis". Y fue operado por el mismo cirujano, "que dijo que él lo volvía a operar por la tarde, aunque había estado toda la mañana en el quirófano interviniendo".

De esa segunda operación, el 9 de diciembre, Juan José salió con dos bolsas colorrectales, reproduciéndosele la fiebre alta al día siguiente. El 11, desde el control de enfermería comunicaron a sus padres que estaba muy mal, pese a lo que "ningún médico fue a visitarlo por la noche". Y, a las 8 de la mañana del 12, desde Enfermería llamaron al médico de la UCI, que les dijo a los padres que "rezáramos, que estaba muy grave y lo único que se podía hacer era volver a intervenir". Y de nuevo, fue el mismo cirujano el que lo operó y extrajo el "cuerpo metálico" olvidado.

Por fin, recibió el alta el 21, siendo emplazado a final de enero para una revisión, con el mismo cirujano, quien, denuncia el padre, "dijo que no encontraba su historia y que no podía verlo, por lo que le dije que no me movía de allí hasta que lo vieran. Y apareció la historia".

Juan José sufre una grave depresión y un enorme deterioro físico por las operaciones y las dos bolsas que lleva, que primero le dijeron que eran para un mes, después que para un año, "y ahora no se sabe. Todo esto, con sólo 23 años".

La familia ha decidido proceder contra el SAS, y cambiar de médico. "Lo que más me indigna es que el cirujano ni se ha disculpado", critica el padre.

Desde el SAS señalaron que el Hospital no iba a pronunciarse sobre la denuncia, y que contestarán a la reclamación de la familia "en tiempo y forma".

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