El dato no está en los hoteles. De hecho, este verano los hoteles de la provincia no van a arrojar malas cifras. En julio cerraron rozando el 90%, el primer fin de semana de agosto entraron casi en el 'no hay camas' y la estimación es que el total del verano vaya a estar en niveles muy parecidos a los dos últimos años, por encima del 93%. Pero el dato no está en los hoteles. Lo dice Antonio de María, presidente de Horeca: "Hay mucha menos gente que otros años. Se observa simplemente mirando las playas. Pero también se puede ver en la facturación de la hostelería". Sin pretender dar un dato científico, cuando entramos en la segunda quincena de agosto, De María se atreve a afirmar que "podemos estar hablando de un 30% menos de facturación que hace cinco años". ¿Y en empleo? "No es correlativo. Al fin y al cabo, si una terraza tiene dos camareros y a la temporada siguiente sólo precisa uno, hemos perdido un 50% de empleo. Yo creo que la pérdida de empleo puede haber sido algo superior".

Uno de los motivos que esgrime De María no es novedoso, pero sí es cierto que para la federación de hosteleros aparece ya como uno de los principales factores: el ocio -la falta de él, más bien- nocturno. "Hemos perdido un enorme potencial entre los visitantes que teníamos en la franja entre los 25 y los 35 años. En 2003 entró en vigor la normativa sobre horarios nocturnos y nos hemos acabado resintiendo. No sólo en la provincia, sino en lugares tan fuertes como Puerto Banús, en Málaga. En verano tú no puedes echar a la calle a la clientela a las dos y media de la mañana. ¿Resultado? Que tenemos la competencia en casa y la gente que busca ocio nocturno se marcha al Levante, donde la noche aparece como una de sus principales ofertas".

Raúl Cueto es propietario de algunos de los locales nocturnos de más éxito en Cádiz, como la sala Bar-Abas, y forma parte del consejo de Horeca. No está tan convencido de que este año haya menos gente, pero de lo que sí está convencido es de que entre semana acude menos a la oferta nocturna. "No noto grandes diferencias de asistencia con los fines de semana de otros años, pero sí se nota muchísimo el resto de los días. Lo achaco a que la gente no tiene para salir todos los días, sobre todo en lo que se refiere a gente de aquí, que compensaría la gente joven que no ha venido porque ellos tampoco han salido".

Esta teoría del turismo joven, que De María recuerda que hace unos años era de los que gastaba dinero en la calle, frente al turismo familiar que hacía las compras en el supermercado, tiene un efecto directo en uno de los verdaderos hundimientos de esta temporada: el alquiler veraniego. Desde la inmobiliara Hispania, una de las líderes en alquiler de apartamentos de temporada, se habla de un julio "muy muy malo" y de un agosto en el que la ola de calor ha empujado alquileres de último momento. "Antes en agosto no se alquilaba porque ya estaba todo alquilado. A día de hoy tenemos pisos vacíos que en otros años sería impensable que no tuvieran inquilinos. Pisos en el Paseo Marítimo con vistas al mar apenas han descendido los precios y nuestro turismo, procedentes de zonas de interior, de Sevilla y Extremadura, es familiar y humilde, gente que está sufriendo la crisis, pero este verano tan caluroso ha empujado al algunos habituales a pegarse una escapada de una semana al ver que todavía podían encontrar sitio".

¿Y estos veraneantes dónde gastan? En Supermercado Las Brisas, un clásico en alimentación de los apartamentos del Paseo Marítimo, atienden precipitadamanete al teléfono porque el establecimiento está atestado. "Claro que se consume mucho menos en los bares y eso repercute en que nosotros tengamos mayor trabajo en alimentación. Los veraneantes comen mucho más en casa", afirma uno de sus propietarios.