El miércoles, cuando anunció su despedida de la política municipal, apenas fue capaz de articular unas frases en la rueda de prensa a causa de la emoción del momento. Desde entonces no ha parado de recibir felicitaciones y muestras de apoyo, mensajes al móvil, correos electrónicos... Se siente satisfecha, contenta por el trabajo realizado dentro del Partido Popular y en el Gobierno municipal.

Son quince años en el PP, diez de ellos como portavoz. Por dos veces (2003 y 2007) ha sido cabeza de lista en las elecciones municipales y, desde 2001, ocupa la presidencia de la formación local. Desde 2005 es diputada autonómica en el Parlamento andaluz y, desde las últimas elecciones, ocupa el cargo de primera teniente de alcalde y delegada general del área de Urbanismo, que ahora -en cuestión de semanas- abandonará. "Quince años... Es mucho, pero me da la sensación de que el tiempo ha volado. ¡Ha sido intensísimo!".

-En la última década, el PP ha pasado de tener seis concejales en 1999 a equiparar sus resultados a los del PA, en 2007.

-Para mí, es una gran satisfacción. Y también un reto para el futuro, porque no me desvinculo totalmente al continuar siendo la presidenta local. Todos los partidos tienen su historia y, entonces, el PP pasó por un mal momento. Y eso se paga electoralmente. Cuando me presenté por primera vez era el momento de la guerra de Irak, del Prestige, la Escuela de Infantería de Marina... Era todo en contra. Las encuestas, además, nos daban malos resultados. Y conseguimos afianzarnos y pasar de seis a ocho concejales. Ocho concejales que en 2007 se consolidaron en el Partido Popular, porque ha habido un trabajo en paralelo, se ha ido reforzando el partido y abriéndose a la sociedad.

Hoy me siento muy contenta del gran equipo que se ha formado. Y no hablo sólo del comité ejecutivo, habló de todos, de afiliados, simpatizantes... El partido está muy consolidado y muy fuerte. Y no sobra nadie, las puertas están abiertas para todo el mundo. Hay gente joven, nuevos e históricos. En este tiempo, el partido se ha consolidado, se ha potenciado, ha crecido. Creo que ha merecido la pena.

-Y tres de estos años ha estado el PP en el Gobierno municipal. ¿Qué balance hace?

-Hay que tener en cuenta que no es un gobierno en solitario. No es lo mismo llegar con tu programa, con tus objetivos y propuestas y llevarlas adelante. En un pacto hay que ceder. Y hay que aplazar algunas cosas. Lo que nos lleva a la cuestión de si había que pactar o no. El hecho es que el PP, que hacía más de veinte años que no gobernaba en La Isla, tenía la oportunidad de hacerlo. Teníamos un reto, que era demostrar cómo gobierna el Partido Popular. Es cierto que hemos tenido mala suerte, que hemos topado con la crisis y el peor momento económico posible, el desfalco... pero creo que, a pesar de todo, la experiencia es positiva.

Y una cosa importantísima, al menos para mí. Hemos conseguido que se crea en el político. Soy consciente de que la imagen del político está muy devaluada, pero no todos los políticos somos iguales. Hemos pretendido que la gente recuperara la confianza, que viera en nosotros a personas íntegras, honestas. Es cierto que no tiene nada que ver gobernar con estar en la oposición. El hecho de estar dentro, con la capacidad de resolver problemas, de dar alternativas, es un reto que tienes por delante, que casi te quita el sueño cada día pero que resulta verdaderamente apasionante.

Recuerdo, poco después de que tomaramos posesión, un 25 de agosto, que fuimos a ver las casas de Gallineras que se habían inundado tras un tromba de agua. Teníamos claro que el tema del alcantarillado tenía que ser una prioridad. Y aunque no sea un área de nuestra responsabilidad, hemo sido generosos, hemos sido consecuentes y hemos destinado inversiones que podríamos haber reclamado para nuestras delegaciones, para nuestros proyectos y actuaciones, a la mejora del alcantarillado. Y se han invertido -¡Menos mal que se ha hecho!- casi siete millones de euros en alcantarillado. No sé hasta qué punto valoran esto los ciudadanos. Pero nosotros estamos muy satisfechos de que se haya mejorado la situación durante nuestro gobierno. Antonio Moreno tuvo 16 años para invertir en alcantarillado y, sin embargo, no lo hizo. Se ha hecho ahora, con el PP.

-El PEPRICH y el PGOU, fueron sus prioridades comprometidas.

-El PEPRICH hemos conseguido por fin que se apruebe la revisión del catálogo. Solo queda su recta final, las alegaciones y su exposición pública. Y en el PGOU no hemos parado de trabajar. Ha sido un trabajo y un esfuerzo constante. Estamos sólo a la espera de un informe para sacar adelante el PGOU. Ojalá me diera tiempo antes de irme a zanjarlo. Me gustaría.

-Parte de los ciudadanos -y de la militancia del PP- no entendió el pacto de gobierno con el PA en 2007 ni que se quedara fuera del pacto el tranvía.

-El tranvía se quedó fuera del pacto de gobierno. Y hay un precedente importante que fue la reforma del Mercado Central, que también quedó fuera cuando los socialistas pactaron el PA en 1994. Y entonces nadie le dijo nada al PSOE. Aquí ha habido oportunismo político. El PSOE no ha desperdiciado un segundo para atacar al PP y desprestigiarme personalmente. Lo han politizado y han utilizado como un instrumento político para desgastar al PP, pero lo del mercado fue lo mismo.

Y la única realidad es que el PP siempre ha defendido la consulta popular mientras que PA y PSOE -que tanto defiende y habla de participación- dijeron que no a la consulta popular. ¿Qué temían? Evidentemente, que saliera que no al trazado por la calle Real, eso está claro.

Y a partir de ahí, la única realidad es que el PP, estuviera gobernando o en la oposición, ha mantenido siempre la misma postura. Si hubiera gobernado en solitario, hubiera hecho la consulta popular y hubiéramos hecho lo que saliera del referéndum. Pero no fue fue posible. Antes hablaba de las ventajas y oportunidades de gobernar... si hubiésemos estado en la oposición, habría un alcalde del PSOE o, como mucho, como partido dos años con el PA. No habríamos tenido la oportunidad de demostrar cómo gobierna el PP.

-Antes ha aludido también al desfalco de la Caja, una circunstancia a la que ha tenido que hacer frente desde el Gobierno.

-Ha sido duro, triste, desagradable... ¡Y aún no ha terminado! Es un proceso que va para largo. Ha sido un momento muy duro, muy delicado. Además, un momento en el que tienes que tomar decisiones, porque lo que te pide el cuerpo -y lo primero que pensamos desde el primer momento- era decir: "Hasta aquí hemos llegado, nos vamos". No teníamos nada que ver con lo ocurrido que, encima, viene de la época en la que estaba el señor Antonio Moreno.