La autopsia realizada a los cuerpos de los dos hombres que murieron el lunes en la playa de Camposoto desvela que ambos murieron por encharcamiento de los pulmones, lo que confirma el ahogamiento y descarta otras posibilidades.

Se cierran de esta forma las investigaciones de las que se hizo cargo la Policía Nacional para esclarecer las circunstancias del suceso. Fuentes consultadas explicaron ayer que primero se procedió a confirmar el nombre de las víctimas. El primero en ser identificado, al encontrar el DNI entre sus pertenencias, fue Javier Moreno Ortiz, de 40 años, residente en San Fernando. Familiares del fallecido fueron quienes más tarde aportaron datos sobre el segundo hombre. La Policía consiguió identificarlo unas horas después, y confirmó que se trataba de Francisco R. Tamayo Lozano, de 46 años, y de La Isla. Ambos, según la información de los investigadores, recabada de algunos testigos, habían llegado juntos a la playa y tras dejar sus objetos personales en la arena se habían metido en el agua, donde fueron encontrados sin vida.

Ayer, tras las pruebas forenses, los restos de Javier Moreno Ortiz, de 40 años, fueron trasladados al tanatorio de San Fernando donde permaneció para ser velado hasta poco antes de las seis y media, cuando estaba previsto que la iglesia vaticana castrense de San Francisco acogiera un responso, previo al entierro en el cementerio de la ciudad. El cuerpo de Francisco Tamayo Lorazo fue velado por sus familiares y amigos en el tanatorio de Servisa en Cádiz, donde se realizó también la misa, antes de llevar los restos al cementerio mancomunado de Chiclana.

En el municipio las muestras de condolencia se sucedieron durante todo el día, entre ellas las de la alcaldesa, Patricia Cavada, en nombre de la ciudad. La hermandad de Caridad, de la que era hermano Moreno, y la archicofradía de Medinaceli, de la que formaba parte Tamayo, mostraron su pesar. Caridad no abrió su caseta de Feria ayer en señal de luto.