Detenido Capullo de Jerez por agredir a policías del 091 en un bar

El famoso cantaor 'Capullo de Jerez fue puesto ayer a disposición del juzgado de instrucción en labores de guardia de la ciudad jerezana como presunto autor de un delito de atentado y otro de lesiones contra un agente de la autoridad después de haber sido detenido por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía horas antes.

Todo comenzó sobre las 23:45 horas del pasado lunes día 4 en el bar Damajuana, de la calle Francos de Jerez, indicaron fuentes oficiales. Sus responsables avisaron a la sala de radio del 091 porque el artista había molestado, al parecer, a unos clientes y se había producido un altercado. "Iba muy cargado de todo", indicaron testigos de la trifulca.

Miguel Flores, Capullo de Jerez, de 54 años, se enfrentó, supuestamente, a los policías nacionales que acudieron al local tras ser requerida su presencia y agredió a uno de ellos, según la versión oficial del caso.

El cantaor fue apresado y presentado en la Comisaría, donde acabó en los calabozos y pasó la noche. Ayer fue trasladado, esposado, hasta los juzgados de Tomás García Figueras por la Policía.

Capullo quedó en libertad posteriormente después de ser puesto a disposición de la autoridad judicial. No tendrá que comparecer periódicamente ante el juzgado, una medida cautelar que no ha sido adoptada por el juez, indicó a este periódico su abogado, Pedro J. Pérez Rodríguez, que lo asistió durante la declaración. Sin embargo, permanece un procedimiento penal abierto a lo largo del cual pueden decidirse cargos contra el artista.

El cantaor jerezano ya fue detenido en octubre de 2006 a raíz de ser acusado de intentar quemar supuestamente con gasolina a un bebé en La Asunción, barriada en la que reside. También acabó en los calabozos de la comisaría de la plaza del Arroyo. El caso generó una gran alarma social y la atención de los principales medios de comunicación nacionales. Los cargos, muy graves, que pesaban contra él fueron retirados (la abuela del bebé cambió su declaración) y, posteriormente, otro juzgado absolvió al famoso artista, uno de los grandes del flamenco actual, de otros cargos, más leves, que pesaban contra él como una falta de vejaciones y amenazas, que eran los flecos del 'caso de la gasolina' que había quedado cerrado.