Una docena de empresas se han interesado ya por el derribo de la antigua fábrica de Delphi y así, según ha podido saber este periódico, se lo han trasladado a los administradores concursales que gestionan el conflicto.

Hay que recordar que el pasado día 14, el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz dictó un auto en el que autorizaba la demolición de estas instalaciones, como la mejor fórmula para hacer frente a las deudas aún pendientes y después de comprobar la ausencia de ofertas por el suelo. De hecho, esta sería la única opción de detener el proceso de derribo, que se presentase ante los administradores o en el Juzgado una oferta en firme para adquirir el terreno. Eso sí, tendría que ser una oferta que superara los ingresos que están previstos con el desmantelamiento de las naves de la antigua multinacional.

En principio, según las fuentes consultadas, cada una de las empresas que se decida a presentar oferta para el derribo tendrá que hacerlo con plazos y costes determinados. Una vez esto ocurra, será presentada en el Juzgado la empresa elegida. Este proceso podría alargarse aún unos dos meses.

En cuanto a los recursos anunciados por sindicatos y Ayuntamiento de Puerto Real, aún no consta ninguna en sede judicial. Eso sí, las fuentes aseguran que sería cuanto menos extraño que la titular del Juzgado de lo Mercantil los admitiese ordenando paralizar el derribo, y lo sería por dos cuestiones: la primera, porque ya presentaron alegaciones que fueron desestimadas y, segunda y fundamental, porque eso conllevaría seguir sumando gastos que es, precisamente, lo que pretende contrarrestar el concurso de acreedores.

Este proceso sigue avanzando justo el día en el que se cumple un año desde que los extrabajadores de Delphi iniciaron su encierro en el edificio de los sindicatos de Cádiz. Desde que comenzara, el 27 de enero de 2014, los exoperarios que aún no han encontrado trabajo se turnan en grupos para mantener esta movilización, una forma más de reclamar a la Junta que cumpla el protocolo que firmó con ellos cuando cerró la factoría.

El encierro se mantiene las 24 horas al día en el edificio de los sindicatos de Cádiz, dentro de una movilización con la que quieren poner de manifiesto la "desesperación" de la mayoría de ellos, que han agotado todo tipo de prestaciones y ayudas y dicen estar viviendo situaciones dramáticas, según explicó ayer a Efe Mario Bocanegra, uno de ellos.

Con una jornada de convivencia en la que participará el secretario general del SAT, Diego Cañamero, los exDelphis conmemoran hoy este año de encierro, poco después de haber recibido un "mazazo" para sus reivindicaciones, precisamente la autorización del derribo.

Por su parte, las demandas que UGT y USO interpusieron ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para acusar al Gobierno andaluz de incumplir el protocolo firmado, contarán también con el apoyo de CCOO y CGT.

Mientras los sindicatos siguen estas vías, los exoperarios de Delphi aseguran que continuarán con su encierro. Bocanegra explicó a Efe que una de las razones de que la movilización sea este encierro es que la mayoría de los ex operarios ya no pueden ni pagarse desplazamientos. "Yo tengo ahora una ayuda familiar de 426 euros, pero muchos no tienen ni eso", explicó. Bocanegra lamentó que para buena parte de la opinión pública hayan sido "unos privilegiados, unos parados de primera" por la cantidad de dinero que la Junta ha invertido en formación y ayudas para ellos y que, para los casi 500 desempleados, no ha servido para lograr su objetivo, un empleo.