El diputado más joven del Congreso (27 años) tiene tirón y llenó ayer la sala de la Facultad de Ciencias del Trabajo donde impartió una conferencia sobre economía alternativa. Es su primera visita a Cádiz, pero a partir de ahora se le verá más. Coordinará las iniciativas que IU de la provincia quiera presentar en Madrid. Eso sí, advierte, "con un margen restringido -solo podemos presentar una pregunta por semana - y sabiendo que la mayoría absoluta del PP nos puede derribar una tras otra".

-Por su charla de hoy (ayer), su blog y otras publicaciones suyas, parece que está empeñado en que la gente sepa economía.

-Sí, la mayor parte de la gente percibe que estamos siendo víctimas de una estafa pero falta entender los mecanismos por lo que esto sucede, culpables, soluciones, y hay que dotarlos de iniciativas para ello. Para que no te engañen, decía un economista, hay que saber economía. Hay que tener una formación de esto, me refiero a conceptos básicos y no a terminar la carrera. Eso nos va a permitir saber cómo nos están robando. El poder económico es quien te quita la sanidad, la educación y le interesa que tú no te preocupes de lo que ocurre, hablando de conceptos desconocidos. Forma parte de la estrategia.

-Si cree que mandan más los poderes económicos, ¿qué hace en el Congreso? ¿Qué se puede lograr desde allí?

-Desde ahí se puede hacer la denuncia, sirve de altavoz. Esta entrevista no hubiera tenido lugar si no hubiera sido diputado, abre puertas para comunicar. Pero también le digo que el poder económico domina al político porque éste quiere. Si nosotros ganáramos por un 60% no seríamos Rajoy, no nos arrodillaríamos ante los mercados y las grandes empresas. Soy de la opinión de que hace falta complementar la lucha institucional con la lucha de la calle.

-De hecho usted salió del 15-M, ¿sigue apostando por estos movimientos sociales?

-La sociedad no es nada parecida a antes del 15-M, logró cambiar la concepción del mundo que tiene la gente. Fue una especie de universidad popular que logró que las personas se preocuparan por cosas importantes que hasta entonces habían estado ocultas. Pero ese es un primer paso para luego seguir actuando políticamente.

-Y ¿qué opina de algunas actuaciones de delegaciones del Gobierno o la Policía?

-Es una estrategia para llevar miedo, para que la gente se quede en el sofá, porque al Gobierno le molesta el 15-M, los sindicatos, la agitación y prefiere mantenerla congelada por el miedo.

-¿Han tenido un papel importante estos movimientos en Cádiz?

-Cádiz ha tenido una buena movilización social, de hecho mucho más que en otras provincias. Lo que pasa es que todavía es incipiente, hay sectores que aún no han sufrido la crisis en cierto sentido. Pero se ha trabajado muy bien. Es una tierra combativa pero aunque haya habido mucha lucha no hay que desistir. Es una larga batalla.

-Ahora que tendrá que llevar la voz de IU de la provincia en el Congreso, ¿qué es lo principal?

-Está claro que el desempleo. No solo en Cádiz, pero en Cádiz más. Porque la desindustrialización que se ha llevado a cabo tras la entrada en la Unión Europea ha dejado a la provincia con un elemento totalmente perdido. Se ha ido recompensando con prestaciones sociales, de desempleo, prejubiliaciones, pero eso no es futuro, es pan para hoy y hambre para mañana. Cádiz necesita un modelo de funcionamiento a largo plazo. El problema es que eso se hace desde la UE y el Estado y mientras los que dominen allí sean otros vamos a tener que luchar con todas las fuerzas por parar este desempleo. Que al final es lo que hace que no puedas pagar la casa, te quita la comida... El hambre ya está en Cádiz y otras provincias andaluzas. Eso y la vivienda es fundamental. Si una persona quiebra pierde su casa y si lo hace un banco, le pagamos todos. Esto tiene que ser cambiado ya. Hay bancos nacionalizados que siguen desahuciando.

-¿A qué llevarán las reformas del Partido Popular?

-El PP creo que se mueve por dos elementos. Uno es la fe, nada científico pero es fe. Fe en que va a funcionar y que espera que en un tiempo se solucione la crisis. Y otro, que le conviene la privatización de los servicios. En Madrid en muchos casos quien comprará los hospitales que se están privatizando será una cierta oligarquía vinculada al PP. El derecho se convierte en negocio y eso le conviene también a ciertos sectores adinerados para no tener que pagar impuestos para mantener lo público. Y habrá más, porque es el modelo de sociedad al que se camina. Y no porque ellos sean malvados, sino que quieren competir con China. Es lo que ha decidido la Troika y los gobiernos, empobrecernos y bajar salarios para vender mejor. Nos queda un largo recorrido de empobrecimiento.

-¿Ve bien los acercamientos de su partido con el PSOE?

-Creo que hay que promover los acercamientos de la izquierda, pero el PSOE es un partido muy complejo. Su base social se acerca a mis pensamientos pero sus dirigentes no, porque cuando han gobernado lo han hecho en muchas ocasiones de forma corrupta y con criterios de derechas. En el caso de Andalucía yo era partidario del voto de investidura, pero la mayoría de la militancia decidió el pacto. La Junta tiene 30 años de historia en la que se han tejido una redes clientelares muy fuertes y no es sano para la economía que eso siga existiendo. Por eso prefería apoyarlos y presionar desde fuera para una limpieza. Hay avances positivos, pero teniendo en cuenta que se gestiona una crisis que se lidera desde mucho más arriba, solo puedes aspirar a moderar esos recortes. Cogobernar Andalucía es insuficiente, hay que hacerlo también desde la calle.