También no tan rápido como quisieran los afectados han avanzado las exhumaciones previstas en el cementerio de San José de la capital. Este pasado miércoles llegaba por fin a su término la primera exhumación acometida por orden judicial, la d un recién nacido que en 1977 murió en la antigua Residencia Zamacola, hoy Puerta del Mar, hasta donde su madre fue trasladada desde Sanlúcar.

Los trabajos para desenterrar la sepultura 17 arrancaron a primeros de mayo, pero, por sucesivas complicaciones surgidas, hasta ahora no han finalizado. En breve, debe comenzar otra exhumación, la de un hermano de ese bebé, otro hijo de la misma mujer, dado por muerto oficialmente en 1982, también en Zamacola. Está supuestamente en la sepultura 6.

Después, ha explicado a este diario la presidenta de SOS Bebés Robados Cádiz, la isleña Chary Herrera, les debe tocar el turno a otras dos afectadas cuyos bebés constan respectivamente en las sepulturas 32 (arriba del todo) y la 19, mucho más abajo. Ambas son presa del nerviosismo, apunta Herrera, "porque nadie les informa. Ni en el cementerio ni en el Juzgado que se encarga, el número 1, si el juez les dará validez en el informe que emita de esta sepultura, con objeto de poder incorporarlo a a sus denuncias. Y para ellas, resulta muy costoso poder pagar a un notario que permanezca allí horas, días o semanas, como ha ocurrido con la primera sepultura".

Hay que recordar que en principio, el Ayuntamiento de Cádiz ha dado autorización para efectuar 49 exhumaciones. Al ritmo que el proceso ha comenzado, le pueden quedar años.