El consejero de Justicia de la Junta de Andalucía, Emilio de Llera, fue recibido ayer en Cádiz con una sonora bronca a las puertas del Palacio de Justicia de la capital gaditana, sede de la Audiencia Provincial. Un amplio grupo de funcionarios decidió improvisar una protesta por los recortes en sus salarios al enterarse de que De Llera iba a mantener una reunión en el edificio con magistrados, fiscales y otros miembros de la Administración de Justicia de la provincia.

El consejero aguantó el chaparrón como pudo y después, cuando los periodistas le preguntaron qué le había parecido el recibimiento, dijo: "Les han bajado el suelo y entiendo que estén enfadados. Entiendo que me hayan abucheado. ¿Cómo no lo voy a entender? Mientras no me peguen...".

No fue la única broma o ligereza que se permitió ayer el consejero en su encuentro con los periodistas en un pasillo de la Audiencia, a los que atendió entre reunión y visita a la nueva sede del Juzgado de Menores, ahora ubicado en el fondo norte del Estadio Ramón de Carranza. También bromeó De Llera sobre la juez Mercedes Alaya, instructora del caso de los ERE fraudulentos.

El consejero explicó, por otro lado, que los recursos con los que contará en adelante la Administración de Justicia se verán "muy limitados" debido a los recortes que, dijo, "impone el Gobierno de Madrid". No obstante, dijo que él no renuncia "a nada", que hará un esfuerzo para solucionar los problemas. Aunque algunos, anotó Emilio de Llera, no es necesario afrontarlos desde el punto de vista económico. La Justicia es lenta, dijo como ejemplo, pero no porque se trabaje despacio ("todos trabajan muchísimo") sino porque "el sistema es lento".

"Podemos hacer muchas cosas que no cuestan tanto dinero", reflexionó el consejero.