Provincia de Cádiz

Profesiones con nombre de mujer en el Archivo Histórico Provincial

  • '12 Mujeres gaditanas y trabajadoras' es el título de la muestra que se exhibe en la Casa de las Cadenas, en un homenaje a féminas anónimas y famosas de la ciudad

Hay profesiones con nombre de mujer. Y mujeres con nombre propio que las engrandecieron o que, desde el anonimato, las dignificaron. Entre todas ellas, y entre los miles de documentos que sobre féminas atesora el Archivo Histórico Provincial de Cádiz a lo largo de sus 17 kilómetros de estanterías, se han seleccionado documentos de 12 mujeres gaditanas y trabajadoras.

Éste es el título de la muestra que ayer se inauguró en el patio del Archivo, sito en la Casa de las Cadenas, a cargo de la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado y el director del Archivo Histórico Provincial, Manuel Ravina.

Varias vitrinas de cristal descubren al visitante legajos relativos a las distintas profesiones desempeñadas históricamente por mujeres famosas y anónimas, pese a las limitaciones sociales de cada momento. Son anécdotas y circunstancias comunes de sus vidas, entre las que figuran las de la popular y feminista escritora doña Frasquita Larrea; la historiadora Isabel Azcárate; la niña prodigio Rosario Cepeda; la escultora del siglo XVII Luisa Ignacia Roldán, la Roldana, hasta otros archivos de mujeres no tan conocidas en la sociedad gaditana como pudieron ser la costurera Sara Rojas Piñer, la maestra María Gutiérrez, las prostitutas que durante el año 1956 trabajaron en los prostíbulos gaditanos -en una época en la que la prostitución estaba regulada- o el expediente de beneficiarios de familia numerosa de una ama de casa que tuvo 17 hijos. Una profesión, esta última, que muchos debates genera todavía en la actualidad, como labor no remunerada que desempeñan millones de mujeres en todo el mundo.

De Rosario Cepeda sabemos por este valioso archivo que fue sometida a examen público por el pedagogo Juan Antonio González Cañaveras para mostrar su gran inteligencia, del mismo modo que se muestra a la Roldana como la autora de la Virgen de la Soledad, tan venerada en Puerto Real.

Otro relato interesante es el de Santa Rafaela María de Porras, en representación al gran porcentaje de mujeres que antaño se consagraban a la Iglesia. Esta monja -única de la muestra que no es gaditana- fue la fundadora de Las Esclavas y llegó hasta Cádiz para comprar nada menos que la casa que alberga el Archivo Histórico. Un documento muestra cómo Vicente Calvo y Valero, Obispo de Cádiz, le vende a ella y a otras tres monjas la Casa de las Cadenas por el importe de 55.000 pesetas.

Un breve pero interesante recorrido que también deja constancia del peso de la mujer en las grandes empresas. Es el caso de la bodeguera Petra de la Riva y González, que en 1941 tuvo que tributar la friolera de 136.470 pesetas. La declaración que hizo a Hacienda corrobora la gran riqueza que amasó esta mujer, en una profesión monopolizada por hombres.

También puede verse el expediente personal de la reclusa María Luisa Cobos, una sindicalista conocida como Ignacia, que debido a su vinculación al ideario anarquista, fue procesada por un Consejo de Guerra tras emigrar a Francia y volver en plena etapa franquista. Fue condenada a seis años de prisión y desde ayer puede verse el expediente de su vivencia como presidiaria en la cárcel de Jerez.

Otra historia más amable nos deja el documento por el que la cantante María Antonia Montenegro, directora de la Compañía lírica española e italiana, solicita autorización al Gobernador Civil de la provincia para representar espectáculos en el Teatro del Balón en 1852.

Con esta muestra el Archivo Histórico Provincial de Cádiz pretende celebrar el Día Internacional de la Mujer acercando sus fondos al mayor número de ciudadanos. "Pero es tal la cantidad de documentos que guarda -cerca de dos mil metros de estanterías que aglutinan 105 mil documentos-, que lo difícil es hacer una selección que quepa en este espacio", puntualizó Manuel Ravina, director del Archivo.

En sus manos ha recaído esta exquisita elección de legajos, que son el testimonio de momentos fugaces de la vida de doce mujeres gaditanas a lo largo de la historia. Una exposición concebida a modo de "homenaje a la mujer trabajadora", dijo Peinado, a través de doce profesiones con nombre de mujer.

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