Provincia de Cádiz

Condenan a diez meses de prisión al chipionero que maltrató a su perro

  • La juez culpa al propietario de un delito continuado de maltrato animal por la paliza que dio a su can, al que mantenía desnutrido y en un pésimo estado de salud

El juzgado número 5 de lo Penal de Cádiz ha condenado a Juan Antonio A., vecino de Chipiona, a diez meses de prisión por un delito continuado de maltrato animal tras considerar probado que dio una paliza a su perro que estuvo a punto de provocarle la muerte y que el animal ya estaba en unas pésimas condiciones de salud por la falta de atención de su cuidador. La sentencia también impone al acusado dos años sin derecho a sufragio, dos años de inhabilitación para tener animales o desempeñar cualquier trabajo relacionado con los mismos, y el pago de las facturas de los tratamientos veterinarios que fueron necesarios para rehabilitar al can Alejandro Magno, que ascienden a un total de 530 euros, según dio a conocer ayer la protectora Siempre Contigo, que ha ejercido de acusación particular en este caso.

Las responsables de la protectora, Carmen de los Santos y María Ángeles Sánchez, se mostró ayer satisfecha por la sentencia. "A pesar de que a muchos no pueda parecer poco, estamos muy contentos. Se puede decir que es una de las condenas mayores impuestas en España por el maltrato a un perro y por supuesto va a crear precedente. Creemos que la inhabilitacion debería ser por vida, pero aun así estamos muy muy satisfechos", apuntó la organización en un comunicado.

Los hechos se produjeron el 13 de abril de 2010. La Policía Local de Chipiona recibió la llamada de un vecino que había encontrado un perro que había recibido una paliza y que se encontraba en un pésimo estado físico. Una pareja de agentes localizó a Alejandro Magno cerca de un caserío derruido en la zona de Los Quemados. Tenía una herida abierta en la cabeza, sangre en la boca y en las fosas nasales, un ojo destrozado, incisivos rotos y un agujero causado por un objeto punzante en el lomo. Además estaba desnutrido, lleno de pulgas y no se tenía en pie. "No reaccionaba, parecía que estaba muerto", defendió uno de los agentes en el juicio celebrado en Cádiz hace tres semanas. Dos veterinarios que atendieron al perro también corroboraron ante la juez su mal estado de salud y la existencia de lesiones previas a la paliza del 13 de abril de 2010.

Los policías que declararon en el juicio señalaron que, poco después de dar con el animal y bajo indicación de un vecino que identificó a José Antonio A. como su dueño, localizaron al imputado en las proximidades. Estaba sentado en una piedra, fumando, y admitió que había pegado al perro "porque no le hacía caso", sin aportar más detalles al respecto.

La secretaria de la protectora Siempre Contigo, María Ángeles Sánchez, se hizo cargo del can, que se ha recuperado de sus heridas aunque sufre secuelas, y acabo adoptándolo.

Las sentencias condenatorias por delito animal no son muy comunes. En la provincia, hay un precedente en 2008, cuando el Juzgado de lo Penal número 1 condenó a tres meses de prisión a un vecino de Sanlúcar de 33 años que disparó en tres ocasiones con una escopeta de aire compromiso contra un perro. La agresión se produjo sin que mediara provocación alguna, según recogió aquella sentencia.

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