Provincia de Cádiz

Los sindicatos abren un masivo frente común contra la reforma laboral

  • Más de 4.000 ciudadanos de todas las sensibilidades políticas, salvo del PP, se concentran ante la Subdelegación del Gobierno de Cádiz y exigen al Ejecutivo de Rajoy que rectifique y retire el decreto

El calendario de movilizaciones contra la reforma laboral "extremadamente agresiva" -según el propio ministro de Economía- impuesta por decreto por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que impulsan Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) arrancó ayer en Cádiz, primer domingo de Carnaval, con una masiva, pacífica, pero contundente concentración en la que participaron miles de ciudadanos de todas las sensibilidades políticas, salvo del PP.

Más de 4.000 personas, según las estimaciones más ajustadas y en torno a 5.000, según las más optimistas, manifestaron ante la Subdelegación del Gobierno su enérgico rechazo a una modificación legislativa que, entre otros retrocesos, facilita y abarata el despido hasta límites insospechados hace 30 años, en medio de una crisis que hasta el momento mantiene en el paro a más de 191.000 personas en la provincia.

A las once de la mañana, el frente del edificio de la representación del Gobierno central estaba ya repleto de trabajadores de todos los sectores productivos portando banderas de UGT y CCOO bajo un mismo lema: "No a una reforma laboral injusta, innecesaria e inútil". Junto a ellos, y tras sus propias pancartas, militantes y simpatizantes de formaciones políticas y colectivos, como Izquierda Unida, Izquierda Anticapitalista y el 15-M de Sanlúcar. Entre los concentrados, por parte de IU, estaban el candidato por Cádiz al Parlamento de Andalucía, Ignacio García; el concejal del Ayuntamiento de Cádiz, Sebastián Terrada, y el alcalde de Medina, Fernando Macías. También hubo una nutrida y en algún momento polémica representación socialista compuesta por los ex consejeros Luis Pizarro, José Antonio Gómez Periñán y Manuel Jiménez Barrios, entre otros. Ramón Sánchez Heredia encabezó la del PA.

En declaraciones a los periodistas, Salvador Mera, secretario provincial de UGT, se mostró satisfecho con la respuesta de la convocatoria, alentó a la clase trabajadora a "echarse a la calle contra una reforma sin precedentes, no solo en la historia de la democracia, sino en la de este país, porque, por primera vez, estamos afectados el cien por cien de los trabajadores y el cien por cien de las empresas". Mera recordó que serán las organizaciones sindicales las que decidirán, llegado el momento, la convocatoria de una huelga general.

Por su parte, Manuel Ruiz, secretario provincial de CCOO, añadió que las movilizaciones que arrancaron ayer responden, "no solo a la reforma laboral, sino  a lo que se vislumbra en el horizonte: un ataque brutal al estado del bienestar, a los derechos de los ciudadanos, que plantearán en diferentes entregas y que debe encontrar una permanente confrontación en un debate ideológico ". Ruiz aseguró que desde CCOO y UGT procurarán "hacer de cada conflicto un conflicto en la calle, que es donde deben sentirse incómodos. La sociedad no puede permitir que esta política de derechas, de antes de la democracia, sea la que impere en este país". Y matizó: "no es una lucha por los que tienen empleo, sino también por los que no lo tienen, porque se va a seguir abriendo esa fractura social entre unos y otros y los que no tengan ni empleo ni prestaciones van a quedar permanentemente en una bolsa de pobreza marginal". El máximo responsable de CCOO en la provincia advirtió de que la reforma laboral recién impuesta ya está condicionando algunos conflictos colectivos en marcha, como la huelga de autobuses urbanos de Cádiz. "Se le ha dado un poder ilimitado a la patronal y, lógicamente, lo está utilizando", dijo.

En sus discursos, tanto Mera como Ruiz llamaron a la unidad de los trabajadores, destacaron el papel histórico de los sindicatos  en la conquista de derechos sociales y laborales y rechazaron "los insultos y las descalificaciones de algunos medios de comunicación vendidos a la derecha más reaccionaria".

Precisamente cuando el ex consejero Pizarro se sumaba a denunciar ante los periodistas "la campaña de crítica absolutamente miserable y obscena" de la derecha contra el sindicalismo, un trabajador afiliado a UGT le reprochó con dureza su presencia en la concentración y la de otros dirigentes socialistas, a quienes acusó de haberles "traicionado practicando políticas de derechas con los votos de la izquierda".

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