Hubo una época en la que en nuestros municipios el transcurso del tiempo no se medía a través de las campanas de ninguna iglesia ni de ningún reloj, sino con las sirenas de los astilleros marcando los turnos de trabajo. Hubo un tiempo en el que esas sirenas anunciaban atascos en la Carretera Industrial por el ir y venir de trabajadores. Pero eso fue antes. Antes de las reconversiones, antes del paro, antes de la desidia.

En su mejor época, antes de aquel aciago 1977, los astilleros de Cádiz, Puerto Real y San Fernando, junto con las empresas auxiliares que allí operaban, daban trabajo a unas 20.000 personas, dos tercios de la población que ha perdido sólo la ciudad de Cádiz en los últimos veinte años.

Los datos del paro en la provincia en el mes de octubre son desoladores: 187.300 personas no tienen un puesto de trabajo. Pero lejos de desanimarnos, esta cifra nos da razones para salir a la calle el próximo 12 de noviembre. 187.300 razones para ir a la movilización de la Plataforma por el Empleo para la Provincia de Cádiz convocada para el próximo jueves.

Lo hemos dicho por activa y por pasiva y no nos duele en prenda volver a repetirlo: nos vamos a partir la cara por defender nuestros astilleros, que son los mejores de Europa. En agosto constituimos una mesa de trabajo de alcaldes con el objetivo de unir fuerzas a nivel institucional y de apoyar la lucha diaria de nuestros compañeros y compañeras por conseguir carga de trabajo estable y sostenida en el tiempo. No queremos limosnas, queremos dignidad.

Desde el lugar en el que nos han colocado los ciudadanos estamos dejándonos la piel por sacar adelante a esta bella tierra que está cansada de liderar las cifras del paro. Nuestra apuesta por otro modelo productivo es firme. Queremos carga de trabajo para Astilleros, pero también que las energías renovables sean el motor verde de esa economía social, solidaria y verde que nos haga, como dice el himno andaluz, "volver a ser lo que fuimos, hombres de luz que a los hombres almas de hombres les dimos".

Sin embargo, los ayuntamientos tienen grandes limitaciones, más aún en materia de empleo. Pero no miramos para otro lado. Por eso, el jueves saldremos de esos despachos hechos para alejarnos de nuestra gente y gritaremos junto a nuestros vecinos y vecinas que "hasta aquí hemos llegado", que hasta aquí llega nuestra resignación a cuarenta años de abandono y desempleo. Trabajadores del metal, desempleados, trabajadores precarios; el 12-N vosotros sois los protagonistas, la calle es vuestra, pero nosotros y nosotras, los representantes que habéis elegido, caminaremos a vuestro lado. Contad con nosotros en esta lucha que no es sólo vuestra, sino que es de todos y de todas.

Solo el pueblo salva al pueblo y como parte de él participaremos este 12-N en la manifestación. Todas las luchas en astilleros nos han enseñado que si somos capaces de conseguir algunas conquistas es gracias a la solidaridad y al apoyo de la gente. Sin el apoyo popular, nuestros astilleros hace mucho que hubieran perecido para siempre. Sin el apoyo popular, el 12-N no tendría ningún sentido. Por eso, os invitamos a que plantéis en vuestros vecinos, en vuestros familiares, en vuestros amigos, la semilla de la fraternidad que nos hará ser una sola voz por el empleo y la dignidad el próximo jueves.

Necesitamos que toda la provincia de Cádiz sea un solo clamor gritando "basta ya". Frente a décadas de paro, de miseria, de resignación, de derrota, nuestra gente quiere recuperar el presente para poder tener un futuro. Merecemos tener un futuro. Tenemos derecho a tener un futuro, porque... ¿hay algo más hermoso que el tiempo que pasa a golpe de sirena de los astilleros?