De poco un todo

enrique / garcía / mÁiquez /

Al fin solos

SI no fuese por el pacto de veracidad que tengo firmado con ustedes, ya tendría escrito mi artículo de hoy. Bastaría con subrayar el hecho de que mi familia política (y la propia) vengan a vernos en Semana Santa. Observen qué paralelismos perfectos: llegan el Viernes de Dolores, se instalan aquí el tiempo penitencial y, tras unos días intensos de pasión -cornetas y tambores-, se marchan justo el Sábado de Gloria o, apurando, el Domingo de Resurrección. El lunes de Pascua Florida estamos al fin solos. ¿No me digan que no daría juego? Lástima, sin embargo, que, por suerte, no sea para nada paralelo, sino todo lo contrario, perpendicular.

En realidad, es extraordinario (en serio) tenerlos aquí, y se siente por el artículo; aunque, trascendiendo la cuestión familiar, me dará para otro, menos saleroso, pero más veraz y, tal vez, de mayor servicio público. En la provincia de Cádiz nos hemos creído demasiado lo del destino turístico, hasta el extremo de que terminamos por no salir apenas cuando no hay visitas, turistas o veraneantes. Podría aventurarse que es tal el ritmo que nos imponen cuando están aquí, que necesitamos los intervalos entre vacaciones para recuperar el resuello. O podría hacerse filosofía recreativa, y suponer que sólo con público nos encontramos a nosotros mismos -véase el Carnaval, como ejemplo extremo-, ejerciendo de espectáculo.

Sea lo que sea, sucede que nos hemos adaptado de tal modo a la animación y al jaleo de los foráneos, que al quedarnos solos los aborígenes nos venimos abajo. Seguimos quedando entre nosotros a veces, pero con el motor a medio gas, como agazapados, cogiendo impulso para el salto siguiente.

Esto, que tan conveniente resulta para el ahorro, la lectura, las conversaciones conyugales, los paseos vespertinos y la renombrada paz provinciana, en suma, deviene un desperdicio desde el punto de vista del consumo y la economía. Se está celebrando muchísimo la revitalización del turismo interno en España, y es lógico, por lo que tiene de síntoma de recuperación y, a la vez, de causa de esa recuperación, círculo virtuoso. Sería muy conveniente que en la provincia de Cádiz se hiciese más por fomentar el tirón de la demanda interna. Esto es, que salgamos más y nos visitemos unos a otros los fines de semana normales, sin esperar al reactivo de los de fuera. Lo digo como lo veo, aunque también reconozco que a mí va a costar convencerme.

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